En busca del ¡®William Wallace irland¨¦s¡¯ enterrado en Valladolid
Unas excavaciones tratan de encontrar al h¨¦roe ¡®Red¡¯ Hugh O¡¯Donnell en la capilla destruida donde fue sepultado Crist¨®bal Col¨®n
La relaci¨®n entre el descubridor Crist¨®bal Col¨®n, el h¨¦roe revolucionario irland¨¦s Red Hugh O¡¯Donnell, el rey Felipe III y el liberal desamortizador Juan ?lvarez Mendiz¨¢bal se busca a dos metros bajo la calle de la Constituci¨®n en Valladolid. All¨ª, unos excavadores intentan descubrir la Capilla de las Maravillas del Convento de San Francisco, derruido por la desamortizaci¨®n de Mendiz¨¢bal en 1836 donde, con Felipe III como monarca, el apodado William Wallace irland¨¦s fue enterrado en 1602, casi un siglo despu¨¦s de que se sepultara a Col¨®n en el mismo lugar.
Los ep¨ªtetos sobre O¡¯Donnell confirman su calibre en la historia irlandesa. El llamado Cid o William Wallace irland¨¦s se estudia en su pa¨ªs por liderar la rebeli¨®n contra el poderoso Imperio brit¨¢nico de Isabel I. El alzamiento de este pr¨ªncipe condujo a la Guerra de los Nueve A?os (1595-1603), de infausto recuerdo para su causa: el potente ej¨¦rcito imperial sofoc¨® la revoluci¨®n. El h¨¦roe no vio el fin de las revueltas: muri¨® un a?o antes en Simancas (Valladolid), sin poderle solicitar m¨¢s ayuda a Felipe III, quien hab¨ªa enviado tropas a la contienda. La leyenda cuenta que el insumiso, apuesto y pelirrojo seg¨²n recreaciones de su retrato (de ah¨ª su sobrenombre de Red, rojo), falleci¨® envenenado por un esbirro de los ingleses; la historia habla de una infecci¨®n de par¨¢sitos.
La casualidad ha implicado que la b¨²squeda comenzara en plena pandemia. El Ayuntamiento, informa el investigador Juan Carlos Urue?a, planeaba peatonalizar la calle y ¡°simplemente hemos aprovechado para hacer la cata¡±. El grupo lo conforman, con ¨¦l, los arque¨®logos Olatz Villanueva y Jes¨²s Misiego, el representante de la asociaci¨®n Hispano Irish Carlos Burgos, el arquitecto municipal ?scar Bur¨®n y el director del Archivo Municipal, Eduardo Pedruelo. La concejala de Cultura, Ana Redondo, explica que se han coordinado con el ¨¢rea de Planeamiento y espacio urbano y han destinado 14.900 euros, cifra que podr¨ªa incrementarse ¡°para proyectar acciones encaminadas a dar a conocer los restos¡±. El h¨¦roe cuenta con una placa conmemorativa en el castillo de Simancas, sede del archivo fundado por Carlos I, y en el callej¨®n de San Francisco vallisoletano.
Redondo detalla que ¡°estudios muy rigurosos¡± de la Universidad de Valladolid sit¨²an en ese punto la capilla del convento de San Francisco, ¡°el mayor de la ciudad cuando Valladolid fue capital de Espa?a y Espa?a capital del mundo¡±, que ocupaba una amplia extensi¨®n desde la cercana Plaza Mayor. Otros estudios sobre Col¨®n apuntan tambi¨¦n a su entierro en esa capilla antes de ser trasladado a Sevilla, as¨ª que ¡°era el momento perfecto¡± de comprobarlo todo. La historiadora irlandesa Micheline Walsh, especializada en las relaciones hispano-irlandesas, relata que el sepelio de O¡¯Donnell, que pidi¨® reposar all¨ª eternamente, se produjo ¡°acompa?ado por gran n¨²mero de nobles, del Consejo y rodeado de la Guardia Real. Flanqueado por antorchas llameantes. Red Hugh O¡¯Donnell fue enterrado con gran honor y respeto y de la manera m¨¢s solemne que cualquier otro irland¨¦s hubiera tenido¡±.
Las tareas avanzan: han localizado dos muretes que piensan que conducen al espacio donde esperan encontrar al revolucionario, si bien Urue?a explica que este tuvo ¡°una historia tan novelesca¡± que no pueden asegurar nada. Este martes han aparecido dos f¨¦retros de madera, que seg¨²n Redondo ¡°estaban reservados a hombres honorables¡±. Urue?a bromea con que los arque¨®logos est¨¢n acostumbrados a la seguridad y que el ¡°bicho 19¡± no es m¨¢s problem¨¢tico que los molestos cables o tuber¨ªas en esos 60 metros cuadrados de superficie. ¡°Sobre los inquilinos de las capillas, observan el confinamiento estricto desde hace siglos. Pueden cambiar de fase¡±, remata. Villanueva, que admite que el distanciamiento resulta complicado mientras excavan, calcula que a principios de junio sabr¨¢n si el esfuerzo ha tenido ¨¦xito.
Ilusi¨®n en Irlanda
La memoria del h¨¦roe nacional se ha refrescado en la isla esmeralda, donde el folclore ensalza sus gestas con canciones y bailes que evocan a su fantasma por verdes colinas. La embajadora irlandesa en Espa?a, Sile Maguire, celebra sorprendida que medios como el Irish Times difundan las excavaciones. La noticia tambi¨¦n ha despertado inter¨¦s en Estados Unidos, donde solo los siete millones de descendientes irlandeses en Boston superan a los cinco millones de habitantes de Irlanda. Maguire confiesa entre risas ser un ¡°25% O¡¯Donnell¡± por herencia familiar y agradece el esfuerzo de las autoridades locales. Sus compatriotas actuales, destaca, suelen acudir a clubes locales de historia y planear viajes culturales que pueden traducirse en turismo hacia Valladolid: ¡°Hay muchos lazos entre Espa?a e Irlanda, como los espa?oles que se quedaron en la isla tras la derrota de la Armada Invencible¡±.
La diplom¨¢tica evita aventurarse sobre qu¨¦ hacer con los hipot¨¦ticos hallazgos y asegura que el noroeste de Espa?a puede atraer a muchos viajeros por el atractivo del Camino de Santiago, estos v¨ªnculos con Valladolid y el recuerdo de los soldados irlandeses muertos en Astorga (Le¨®n) durante la Guerra de la Independencia. Urue?a cree que ¡°lo l¨®gico¡± ser¨ªa devolver los restos de O¡¯Donnell, si aparecen, ¡°a su amada Irlanda¡± y ¡°cerrar esa tr¨¢gica historia que empez¨® hace cuatro siglos¡±.
"Hugh O'Donnell es el equivalente al Cid Campeador"
Un familiar lejano del pr¨ªncipe irland¨¦s se llama Hugo Jos¨¦ O'Donnell y Duque de Estrada (Madrid, 1948), conde de Lucena y duque de Tetu¨¢n, Este noble e historiador descendiente del general Leopoldo O¡¯Donnell, hombre clave en el reinado de Isabel II, pertenece a una rama de ese antiguo clan que emigr¨® forzada por el ¡°genocidio cultural al que fue sometida la isla por el poder ingl¨¦s¡±.
El tambi¨¦n miembro de la Real Academia de Historia se dice ¡°esc¨¦ptico¡± ante la opci¨®n de encontrar a su ancestro, ¡°equivalente en historia y m¨ªtica al Cid Campeador¡±, por los saqueos de las tropas asentadas en el convento de San Francisco en la Guerra de la Independencia, am¨¦n de las desamortizaciones y demolici¨®n posteriores.
El acad¨¦mico sostiene que ha investigado, preservado y difundido la figura de su ilustre antepasado y que actualmente colabora en un proyecto de recuperaci¨®n para conocer la historia de la Capilla de las Maravillas. Un eventual hallazgo ¡°abrir¨ªa muchas posibilidades¡±, prosigue, m¨¢s all¨¢ de los arque¨®logos e historiadores, que volver¨ªan a sus ¡°legajos¡±. O¡¯Donnell pide prudencia y ¡°no crear expectativas ni contar los pollos antes de salir del cascar¨®n¡±, como dicen los angloparlantes.
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