El pol¨¦mico ¡®m¨¦todo Bunbury¡¯: 37 canciones bajo sospecha
Un escritor localiza en las letras del m¨²sico 539 versos hechos con fragmentos de autores que no cita. Entre ellos, Benedetti, Ben¨ªtez Reyes, Frida Kahlo, Arrabal o Carver
El estudio El m¨¦todo Bunbury (Dif¨¢cil) llegar¨¢ la pr¨®xima semana a las librer¨ªas para desentra?ar de una forma casi quir¨²rgica la forma de escribir de Enrique Bunbury (Zaragoza, 52 a?os), estrella del rock en espa?ol, primero al frente de H¨¦roes del Silencio y desde 1997 en solitario. El autor de la investigaci¨®n es Fernando del Val (Valladolid, 42 a?os), poeta y escritor, autor de una decena de libros, entre ellos, Los a?os aurorales, premio El Ojo Cr¨ªtico de Poes¨ªa 2018. Asegura haber detectado 37 canciones en las que el m¨²sico utiliza fragmentos (casi siempre de poemas) de otros autores: Fernando Arrabal, Felipe Ben¨ªtez Reyes, Mario Benedetti, Charles Bukowski, Fernando S¨¢nchez Drag¨®, Blas de Otero, Michel Houellebecq, Gabriel Celaya, Nicanor Parra, Antonio Gamoneda, Haruki Murakami... Del Val contabiliza 539 versos bajo sospecha. Y aporta pruebas.
¡°Buena parte de las letras que Bunbury ha escrito se compone de fragmentos de escritores a los que no cita. En mi libro se demuestra que la pr¨¢ctica ha sido habitual en toda su carrera, y que est¨¢ presente en muchas canciones suyas con ambici¨®n po¨¦tica y literaria¡±, afirma Del Val.
Y pone un ejemplo:
- ¡°Hoy amanec¨ª con los pu?os / cerrados¡±; ¡°Nos formulan preguntas / que incluyen su semilla de respuesta¡±; ¡°Ahora que estoy insomne / (¡) / quiero morir de siesta¡±; ¡°Alimenta rumores clandestinos¡± (La casa y el ladrillo y Geograf¨ªas, de Mario Benedetti).
- ¡°Amanec¨ª con los pu?os bien / cerrados¡±; ¡°Formulas preguntas con semilla / de respuesta¡±; ¡°Ahora que padeces de insomnio / quisieras morir de siesta¡±; ¡°(¡) en sus rumores clandestinos¡± (Iberia sumergida, Bunbury, del disco de H¨¦roes del Silencio, Avalancha).
¡°Buena parte de las letras que Enrique Bunbury ha escrito se compone de fragmentos de escritores a los que no cita. En mi libro se demuestra que la pr¨¢ctica ha sido habitual en toda su carrera¡±, dice el autor de ¡®El m¨¦todo Bunbury'
Y otro:
- ¡°Conforta la quimera de otra vida: estar en cualquier parte salvo aqu¨ª¡±; ¡°De lo que no supimos expresar¡±; ¡°Un trapecio que oscila ante la nada¡±; ¡°Tragedias y triunfos que duran un segundo¡±; ¡°Alterar un destino¡±; ¡°La f¨¢brica de hielo del olvido¡± (La misma luna, de Felipe Ben¨ªtez Reyes)
- ¡°Es hora de hablar / de la quimera de otra vida / de lo que no supimos expresar / del trapecio, que ante la nada oscila / de tragedias y triunfos / que duran un segundo / de alterar el destino / y de la f¨¢brica de hielo del olvido¡± (Es hora de hablar, Bunbury, del disco Las Consecuencias).
Todo empez¨® porque Del Val es seguidor de la m¨²sica de Bunbury desde la preadolescencia. Escuchaba compulsivamente los primeros discos de H¨¦roes del Silencio: El mar no cesa, Senderos de traici¨®n, El esp¨ªritu del vino¡ La primera pista le llega por una amistad. ¡°Mi amigo se hizo con Geograf¨ªas, de Mario Benedetti, y me coment¨® que ley¨® versos que hab¨ªa escuchado en canciones de Bunbury¡±, cuenta. Geograf¨ªas, que re¨²ne cuentos y poes¨ªas del escritor uruguayo, est¨¢ publicado en 1984, tres a?os antes del primer disco de H¨¦roes del Silencio.. ?Simple casualidad? No parec¨ªa. ¡°Como tengo memorizadas sus letras, cuando abr¨ªa un libro de Raymond Carver o de Antonio Gamoneda y me encontraba algo, r¨¢pidamente lo enlazaba con las canciones¡±. Y comenz¨® a archivarlas. Unos 25 a?os despu¨¦s llega El m¨¦todo Bunbury.
¡°Como tengo memorizadas sus letras, cuando abr¨ªa un libro de Raymond Carver o de Antonio Gamoneda y me encontraba algo, r¨¢pidamente lo enlazaba con las canciones¡±
El autor reconoce que si el m¨²sico hubiese atribuido las fuentes, acreditado los prestamos en las carpetillas de cada disco, su libro no tendr¨ªa sentido. ¡°El problema ha sido la opacidad, c¨®mo ha jugado con las letras no compuestas por ¨¦l¡±, comenta. Del Val califica a esta t¨¦cnica de escribir como cent¨®n, que la RAE define as¨ª: ¡°Una obra literaria compuesta con fragmentos de otras obras¡±. ¡°Eso es lo que hace: una reuni¨®n de materiales dispersos y ajenos a su obra que ¨¦l unifica mediante versos de transici¨®n¡±.
Otro ejemplo:
- ¡°Las palabras son como avispas y la calle como un cohete cuando te espero¡±; ¡°Tengo un ata¨²d para tus besos y una corona para tu pelo¡±; ¡°Eres el verano y mil tormentas y el le¨®n que sonr¨ªe en las ortigas¡± (La bicicleta del condenado, de Fernando Arrabal).
- ¡°Las palabras fueron avispas / y las calles como dunas / cuando a¨²n te espero llegar¡±; ¡°En un ata¨²d guardo tu tacto y / una corona / con tu pelo¡±; ¡°Eras verano y mil tormentas, yo el le¨®n que sonr¨ªe a las paredes¡± (La chispa adecuada, de Bunbury, del disco de H¨¦roes del Silencio, Avalancha).
Seg¨²n el libro, esta t¨¦cnica se utiliza en dos de los cuatro discos de H¨¦roes del Silencio y en nueve de sus diez trabajos en solitario (solo se ha librado Licenciado Cantinas, de 2011). El m¨¢s afectado es Hellville de Luxe, en hasta nueve canciones, 157 versos. Las letras de este ¨¢lbum, publicado en 2008, crearon un gran revuelo medi¨¢tico, al detectarse que la canci¨®n estrella, El hombre delgado que no flaquear¨¢ jam¨¢s, inclu¨ªa versos del poeta madrile?o Pedro Casariego C¨®rdoba y del vasco Joseba Sarrionandia. D¨ªas despu¨¦s del descubrimiento, en 2008, Bunbury dijo en El Peri¨®dico de Arag¨®n: ¡°No es ni plagio ni nada. Es lo que hacemos los escritores en todos los ¨¢mbitos: recoger frases de la calle, de los peri¨®dicos, de los bares y, por supuesto, de los poetas. La acusaci¨®n es una chorrada. Y si no que le pregunten a Dylan. ?No me jodas! Que no sean superficiales. En la misma canci¨®n hay una frase que est¨¢ sacada de un titular de la secci¨®n de Econom¨ªa de un peri¨®dico, y nadie se ha dado cuenta¡±.
En El m¨¦todo Bunbury escribe un texto Ant¨®n Casariego, hermano de Pedro y gestor de su legado, donde indica: ¡°El incidente fue muy desagradable, no tanto por su mayor o menor gravedad de fondo, sino por el mar de declaraciones chulescas de Bunbury y su representante¡ solo se esperaba de ¨¦l ¡ªno se le ped¨ªa, siquiera¡ª que hiciera lo que es absolutamente normal en el mundo de las letras: citar las fuentes, acreditar los pr¨¦stamos¡±.
¡°La relaci¨®n entre sus letras y mis versos creo que queda clara. Todo podr¨ªa haberse resuelto con una tabla de agradecimientos. Al no haberlo hecho, ocultando as¨ª las fuentes, se entra en el terreno del plagio¡±, se?ala Felipe Ben¨ªtez Reyes
Otro de los autores citados en El m¨¦todo Bunbury como inspiraci¨®n para el m¨²sico es el gaditano Felipe Ben¨ªtez Reyes. ¡°La relaci¨®n entre sus letras y mis versos creo que queda clara. Todo podr¨ªa haberse resuelto con una tabla de agradecimientos. Al no haberlo hecho, ocultando as¨ª las fuentes, se entra en el terreno del plagio, y me temo que tambi¨¦n en la falta de respeto a los autores reales de esos textos. Pero el asunto no me irrita, m¨¢s bien me hace gracia. Esa idea de alguien que se pone a escribir lo que han escrito otros¡ Parece un poco lo del cuento aquel de Borges, aquel Pierre Menard que reescribe algunos episodios del Quijote letra por letra¡±, cuenta Ben¨ªtez Reyes a este diario.
El editor Chus Visor, que ha publicado textos de algunos de los poetas que cita el libro como inspiradores para Bunbury, tambi¨¦n es tajante: ¡°Si es as¨ª, me parece una desfachatez. Solo basta con que ponga en cursiva las frases apropiadas y de qui¨¦n son. Creo que no hacerlo es faltarle al respeto a los autores¡±. Otros dos interpelados, Fernando S¨¢nchez Drag¨® y Fernando Arrabal, se muestran conciliadores y agradecidos. Arrabal, tambi¨¦n ir¨®nico: ¡°?El gran cantante espa?ol Enrique Bunbury cita pasajes de mis escritos? ?Qu¨¦ honor inmerecido! ?Lamento que no me cite m¨¢s! Siempre doy mis textos arrabalesca y graciosamente: desde a peri¨®dicos, a grupos de teatro; desde al grupo surrealista hasta a la f¨¢brica de Andy Warhol, al Colegio de Pataf¨ªsica, a los amantes del ajedrez (¡) ?Am¨¦n¡±. S¨¢nchez Drag¨®: ¡°Tengo muy buena relaci¨®n con Enrique Bunbury. S¨¦ que lo hace con respeto; distinto habr¨ªa sido otra persona con af¨¢n de ridiculizar¡±. Estas dos ¨²ltimas declaraciones, realizadas a Del Val, aparecen en el libro.
¡°?El gran cantante espa?ol Enrique Bunbury cita pasajes de mis escritos? ?Qu¨¦ honor inmerecido! ?Lamento que no me cite m¨¢s!¡±, dice Fernando Arrabal
La mec¨¢nica de trabajo del autor ha sido paciente. Afirma que solo ha encontrado un 5% del material en buscadores de Internet. Con lo dem¨¢s se ha tropezado mientras le¨ªa. En ning¨²n momento se habla en El m¨¦todo Bunbury de plagio. ¡°Es una figura muy delicada. Hay que hablar siempre de presunto plagio o de apropiaci¨®n. En todo caso una pr¨¢ctica poco escrupulosa¡±, afirma.
El abogado Federico Fern¨¢ndez de Latorre lleva 20 a?os trabajando en temas de propiedad intelectual: ¡°Al autor hay que reconocerle su derecho de paternidad y su derecho a cobrar si su obra se explota. Si cojo un texto y lo incluyo en mi obra musical es una obra compuesta en coautor¨ªa. Si la obra la registro como m¨ªa me estoy adue?ando de la autor¨ªa de esos textos. Ah¨ª entramos en el terreno del plagio. Habr¨ªa que pedir permiso y ponerlo como coautor¡±, se?ala sobre un supuesto hipot¨¦tico, sin querer entrar en el caso de Bunbury, que desconoce.
Este diario ha intentado ponerse en contacto con Enrique Bunbury. Despu¨¦s de enviar tres ejemplos del libro a su m¨¢nager durante los ¨²ltimos 20 a?os, Nacho Royo, esta es la respuesta del representante: ¡°El 99% de los artistas beben de fuentes art¨ªsticas: de poetas, de pintores, de cineastas¡ de gente que ama el arte. Eso es inspiraci¨®n. Considero que el libro est¨¢ escrito por alguien que ha dedicado su tiempo a hacer da?o. Y quien amplifica, no s¨¦ si consciente o inconscientemente, tambi¨¦n est¨¢ dedicando su tiempo a hacer da?o. No se lo voy a enviar a Enrique [Bunbury], porque no me gusta hacer da?o. Quiz¨¢ mi obligaci¨®n como m¨¢nager sea envi¨¢rselo, pero no lo voy a hacer porque no voy a participar de este aquelarre. Y creo que el que ha hecho este libro (teniendo en cuenta lo m¨ªnimo que me han enviado y he tenido opci¨®n de leer), est¨¢ echando paladas de mierda. Una canci¨®n puede tener 50 frases. El autor del libro busca una de Mario Benedetti, otra de S¨¢nchez Drag¨®¡ hace su c¨®ctel, lo agita, y cuando lo esparce, llega a un periodista y ¨¦l lo amplifica. Misi¨®n cumplida¡±.
Otro caso que incluye el libro, del ¨²ltimo disco de Bunbury, Posible, editado hace un mes:
- ¡°Tus ojos espadas verdes dentro de mi carne (¡) todo t¨² en el espacio lleno de sonidos en la sombra y en la luz¡± (Cartas apasionadas, de Frida Kahlo)
- ¡°Tus ojos / espadas dentro de mi carne / me llenan de sonido / en la sombra y en la luz¡± (Deseos de usar y tirar, Bunbury).
¡°Creo que si por cada frase que utilizas en una canci¨®n tienes que citar de d¨®nde viene, tienes que dedicar m¨¢s tiempo a eso que a componer. Y Enrique se dedica a componer canciones y editarlas y mostrarlas a su p¨²blico en directo. Lo dem¨¢s, sobra¡±, se?ala Nacho Royo, representante de Enrique Bunbury
¡°No quiero pol¨¦micas gratis. No he escrito el libro para enfadar a nadie ni es un libelo¡±, dice el autor, que asegura no conocer personalmente a Bunbury. ¡°Mi texto sirve de puente para trazar una reflexi¨®n sobre los l¨ªmites de la creaci¨®n. Y determinar lo que es un gui?o, un homenaje, o una intertextualidad, si se debe consignar o no. Hay un nivel te¨®rico muy importante en el libro. Esto es mucho m¨¢s que una denuncia sobre lo que ha hecho alguien. Yo digo lo que ha hecho y luego hay una reflexi¨®n de la semi¨®tica¡±, a?ade. Preguntado por la raz¨®n de no atribuir las fuentes, el m¨¢nager del artista, Nacho Royo, apunta: ¡°Creo que si por cada frase que utilizas en una canci¨®n tienes que citar de d¨®nde viene, tienes que dedicar m¨¢s tiempo a eso que a componer. Y Enrique se dedica a componer canciones y editarlas y mostrarlas a su p¨²blico en directo. Lo dem¨¢s, sobra¡±.
Un caso m¨¢s:
- ¡°Que la gente encuentra la luz en medio de la desesperaci¨®n¡±; ¡°Me asombra la fama que tengo, considerando los pocos que de verdad comprenden lo que soy¡± (El libro del anhelo, de Leonard Cohen).
- ¡°Que la gente encuentra luz / en medio de la desesperaci¨®n¡± (Todos lo haremos mejor en el futuro, Bunbury, de su disco Hellville de luxe). ¡°Me asombra la fama que tengo / si consider¨¢is los pocos que saben qui¨¦n / soy¡± (Mis propios errores, Bunbury, de su disco Posible, edici¨®n deluxe).
Despu¨¦s de este ingente trabajo, Del Val considera a Bunbury un gran lector y le atribuye un gran esfuerzo compositivo: ¡°Tiene mucho m¨¦rito juntar de un lado y de otro y que ¨¦l cosa con un hilo propio ideas de otros y no se note¡±. Y desliza una reflexi¨®n final: ¡°Lo que hago es consignar casi notarialmente un m¨¦todo que ha seguido durante casi 30 a?os. Igual le puede doler, pero no se puede quejar, porque ¨¦l lo ha hecho, no me estoy inventando nada. Creo que Bunbury se va a quedar sorprendido cuando lea todo lo que ha sido capaz de hacer. No creo que sea consciente. Yo creo que si se lo lee lo va a entender. No es un punto vista destructivo o agresivo hacia ¨¦l. Hay muchas zonas del libro en las que le pongo muy bien, como m¨²sico, como compositor, como cantante¡¡±.
¡°Lo que hago es consignar casi notarialmente un m¨¦todo que ha seguido durante casi 30 a?os. Igual le puede doler, pero no se puede quejar, porque ¨¦l lo ha hecho, no me estoy inventando nada¡±, se?ala Fernando del Val
?ltimos dos ejemplos:
- ¡°Pasas por el abismo de mis tristezas / como un rayo de luna sobre los mares¡±; ¡°Hay un hueco en la almohada¡± (Amado Nervo, Los jardines interiores)
- ¡°Como un rayo de luna / sobre los mares / pasas por el abismo de mis miserias¡± (Virus, Bunbury, del disco Peque?o). ¡°S¨®lo un hueco en la almohada¡± (Lejos de la tristeza, Bunbury, del disco Peque?o).
- ¡°He encontrado en la c¨¢rcel tipos con m¨¢s estilo / que la gente que merodea en la universidad¡±; ¡°Todos / lo haremos mejor en el futuro¡±; ¡°El destino de nuestra familia / es el despilfarro, no el ahorro¡± (Un sendero nuevo a la cascada e Incendios, de Raymond Carver).
- ¡°Encontr¨¦ en la c¨¢rcel tipos / con m¨¢s estilo que en la universidad¡±; ¡°Todos lo haremos mejor en el futuro (¡) / y mi destino es el despilfarro¡± (Todos lo haremos mejor en el futuro, de Bunbury, disco Hellville de luxe).
Babelia
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