Alejandro Dumas, el rey de las aventuras de capa y espada por entregas
El dramaturgo franc¨¦s, autor de obras como ¡®Los tres mosqueteros¡¯ y ¡®El conde de Montecristo¡¯, ha visto traducidos sus m¨¢s de trescientos libros a cien idiomas
Un so?ador que volc¨® en la escritura toda su imaginaci¨®n; el hijo de un h¨¦roe militar apodado ¡®El conde negro¡¯ por ser el primer general mulato de un ej¨¦rcito occidental; un autodidacta que aprovech¨® las cartas familiares de recomendaci¨®n y que se hizo rico escribiendo novelas por entregas en los peri¨®dicos; un vividor que dilapid¨® su fortuna entre fiestas y amantes; el maestro del g¨¦nero hist¨®rico de aventuras y uno de los escritores franceses m¨¢s destacados. As¨ª se resume la monta?a rusa en la que convirti¨® su vida Alejandro Dumas, siempre centrado en la escritura, pero con filias y fobias que le permitieron y obligaron, casi por igual, a viajar por placer y a huir de las deudas.
Dumas cultiv¨® desde joven casi todos los g¨¦neros literarios: escribi¨® poemas y art¨ªculos, relatos largos y vodeviles, dramas, tragedias, melodramas, diarios de viajes y hasta recetas de cocina. Sin embargo, fueron las novelas hist¨®ricas las que le otorgaron el ¨¦xito y la fama al ser publicadas por entregas en los peri¨®dicos del siglo XIX, principales fuentes de informaci¨®n y entretenimiento de la ¨¦poca. Se volvi¨® un escritor tan prol¨ªfico que necesit¨® ayudantes para satisfacer las ansias de un p¨²blico que devoraba sus obras; hasta 80 novelas firm¨® con su nombre en apenas una d¨¦cada.
Uno de sus hijos reconocidos, con el mismo nombre que ¨¦l, tambi¨¦n destac¨® en la literatura y, en los ¨²ltimos a?os de su arruinada vida y ya enfermo, fue quien se ocup¨® de ¨¦l. Dumas padre, dec¨ªan de ¨¦l sus amigos, era ¡°el ser humano m¨¢s generoso y con el coraz¨®n m¨¢s grande del mundo. [¡]. Pero su lengua era como un molino de viento, una vez que se pon¨ªa en marcha nunca sab¨ªas cu¨¢ndo iba a parar, especialmente si el tema era ¨¦l mismo¡±. Tanta era su falsa modestia que afirmaba haber escrito m¨¢s de un millar de libros, aunque en realidad fueron poco m¨¢s de trescientos y numerosos art¨ªculos, cifra suficiente para convertirlo en uno de los escritores rom¨¢nticos, hist¨®ricos y del g¨¦nero de aventuras m¨¢s populares.
Dumas Davy de la Pailleterie fue su nombre al nacer el 24 de julio de 1802 en la poblaci¨®n francesa de Villers-Cotter¨ºts. Hijo de un general, el apellido Dumas lo tom¨® de su abuela paterna, una mujer haitiana esclavizada llamada Marie-C¨¦sette Dumas, y con quien estuvo su abuelo, un marqu¨¦s, al otro lado del Atl¨¢ntico.
El padre de Alejandro Dumas fue un h¨¦roe de la Revoluci¨®n Francesa que ascendi¨® al rango de general a los 31 a?os, el m¨¢s alto de cualquier hombre mulato en un ej¨¦rcito europeo. Sin embargo, abandon¨® las armas tras un desacuerdo con Napole¨®n y estuvo encarcelado durante casi dos a?os, muriendo poco despu¨¦s de su liberaci¨®n, cuando el peque?o Alejandro ten¨ªa cuatro a?os. Las deudas que dej¨® a su muerte fueron un impedimento para la educaci¨®n escolar del peque?o Dumas, al que instru¨ªa un sacerdote, y que se puso a trabajar en cuanto sus escasos conocimientos se lo permitieron.
Con 20 a?os, en 1822, Dumas viaj¨® a Par¨ªs con sus primeros sueldos y se sumergi¨® en la literatura. Trabaj¨® como escribiente para el duque de Orleans (m¨¢s tarde rey Luis Felipe) por su buena caligraf¨ªa. Comenz¨® a escribir vodeviles, y su estilo rom¨¢ntico, a menudo comparado con el de su contempor¨¢neo y rival Victor Hugo, lo catapult¨® r¨¢pido a la fama. De hecho, con su obra Enrique III y su corte se adelant¨® un a?o a Hugo y su Hernani en la primera manifestaci¨®n de una nueva generaci¨®n literaria rom¨¢ntica.
El joven Alejandro Dumas reparti¨® siempre su tiempo entre el trabajo, el estudio autodidacta y el amor, algo, esto ¨²ltimo, que en 1824 lo sorprendi¨® con un hijo, al que tambi¨¦n llam¨® Alejandro, y que fue fruto del romance con una costurera. A?os m¨¢s tarde, en 1831, naci¨® su hija Marie-Alexandrine, resultado de su relaci¨®n con la actriz Belle Krebsamer, quien oblig¨® al escritor a reconocer a la reci¨¦n nacida, as¨ª como a su primog¨¦nito.
En 1832 Dumas realiz¨® su primer viaje al extranjero (Suiza). A este primer viaje le siguieron Italia en 1835, B¨¦lgica y Alemania en 1838. As¨ª comenz¨® tambi¨¦n su producci¨®n de diarios de viajes. En 1840 se cas¨® con la actriz Ida Ferre, aunque no dur¨® mucho el matrimonio, pero continu¨® ligado a ella debido a asuntos legales y econ¨®micos, del mismo modo que lo hizo por sus propios intereses con sus amantes.
Alejandro Dumas fue un prol¨ªfico escritor de ensayos, cuentos y novelas, as¨ª como de obras de teatro y relatos de viajes. Sus argumentos tambi¨¦n abarcaron cr¨ªmenes, esc¨¢ndalos y ensayos sobre casos hist¨®ricos como los ocho vol¨²menes que les dedic¨® a Lucrezia y Cesare Borgia.
Sin embargo, el gran ¨¦xito le lleg¨® con sus novelas El conde de Montecristo y Los tres mosqueteros, inicialmente publicadas por entregas en los peri¨®dicos. Precisamente tal d¨ªa como hoy, 28 de agosto, pero de hace 176 a?os, en 1844, se public¨® en el peri¨®dico Le Journal des D¨¦bats la primera entrega de El conde de Montecristo, cuya ¨²ltima entrega sali¨® en el mismo diario al cabo de dos a?os.
La popularidad de su escritura convirti¨® a Alejandro Dumas en un nombre popular en Francia y en una celebridad en gran parte de Europa, si bien para atender la creciente demanda del p¨²blico tuvo que recurrir a la ayuda de varios colaboradores, entre los que destac¨® Auguste Maquet, que intervino en varias de sus novelas, como Los tres mosqueteros y El conde de Montecristo.
Dumas amas¨® una incontable fortuna que dilapid¨® con facilidad y rapidez en fiestas y cenas, hasta el punto de vivir siempre endeudado. Incluso mand¨® construir un castillo -convertido ahora en museo- en Le Port-Marly al que llam¨® ¡®Monte Cristo¡¯. Conten¨ªa todo tipo de lujos y excentricidades, y en ¨¦l, aparte de escribir, manten¨ªa a sus hijos, leg¨ªtimos e ileg¨ªtimos, a las madres de ellos y a varias amantes, muchas de ellas actrices.
Inquieto como era, tuvo tiempo y ganas hasta de realizar una breve incursi¨®n en la pol¨ªtica y fue nombrado capit¨¢n de la Guardia Nacional parisina, pero se enemist¨® con Luis Felipe de Orleans, rechaz¨® el nuevo r¨¦gimen y se refugi¨® de nuevo en la literatura. Huy¨® a B¨¦lgica en 1851, y luego a Rusia, para esquivar a los acreedores m¨¢s que para huir de Napole¨®n III, donde sigui¨® escribiendo y publicando libros.
Cuando regres¨® a Francia en 1853 fund¨® la revista sat¨ªrica El mosquetero, pero la censura de Napole¨®n III le hizo desistir y se uni¨® a la expedici¨®n del general Giuseppe Garibaldi en Sicilia. Se encarg¨® de comprar armas para el revolucionario italiano y se instal¨®, durante cuatro a?os, en N¨¢poles, donde fue nombrado jefe de Excavaciones y Museos de N¨¢poles. Sin embargo, una nueva enemistad, en esta ocasi¨®n con el cardenal Zamparini, hizo que fuera expulsado de la ciudad.
Dumas, arruinado y enfermo, muri¨® el 5 de diciembre de 1870, a los 68 a?os de edad, en la casa de su hijo en la localidad de Puys. Fue enterrado en el cementerio de su localidad natal, Villers-Cotter¨ºts, pero en 2002 su cuerpo fue trasladado al Pante¨®n de Par¨ªs, donde Dumas descansa junto a otros grandes de la literatura francesa como su rival Victor Hugo, ?mile Zola y Jean-Jacques Rousseau.
El mayor legado de Alejandro Dumas, las aventuras hist¨®ricas y de capa y espada que escribi¨®, que 150 a?os despu¨¦s de su muerte, contin¨²an atrayendo a lectores de todo el mundo.
Babelia
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