¡®Delicatessen¡¯ de fusi¨®n cultural
El Museo Arqueol¨®gico Nacional muestra la colecci¨®n del jeque catar¨ª Faisal Bin Qassim con piezas art¨ªsticas que funden las grandes religiones
M¨¢s de un siglo antes de que Jann Hawoth y Peter Blake dise?asen en 1967 la portada del famoso disco de los Beatles Sgt. Pepper¡¯s Lonely Hearts Club Band, un desconocido artista persa tuvo una idea muy parecida. Dibuj¨® en una delicada alfombra las figuras de ¡°las grandes eminencias del universo¡±, donde retrat¨® medio centenar de personajes masculinos tales como Mois¨¦s, Salom¨®n, Jes¨²s, George Washington, Napole¨®n o Col¨®n. Esta pieza es una de las 50 que componen la exposici¨®n temporal El Majlis: di¨¢logo entre culturas, que ser¨¢ visitable hasta el pr¨®ximo 17 de enero en el Museo Arqueol¨®gico Nacional, y que provienen del Museo del Jeque Faisal Bin Qassin Al Thani (Doha, Catar).
Los majlis (literalmente ,¡°lugar para sentarse¡±) son unos espacios abiertos con alfombras en el suelo y asientos junto a las paredes. La mayor¨ªa de las casas musulmanas disponen de uno para amigos y familia. Seg¨²n los responsables de la exposici¨®n, en ellos predomina ¡°la relajaci¨®n, sin normas fijas, donde la gente [solo para hombres] puede circular a su albedr¨ªo¡±. La UNESCO los inscribi¨® en 2015 en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y su finalidad es ¡°discutir eventos y temas locales, intercambiar noticias, recibir invitados, entablar amistades y divertirse¡±.
Partiendo de estas ganas de conocer el mundo surgidas de su asistencia a los majlis, Faisal Bin Qassin comenz¨® a alimentar ¡°su pasi¨®n por la historia y los objetos culturales¡±. As¨ª, desde muy joven, empez¨® a crear su propia colecci¨®n de objetos relacionados con la herencia cultural musulmana. Y tantas obras adquiri¨® que termin¨® creando un museo para albergarlas, parte del cual lleva recorriendo Europa desde 2018 (Malta, Par¨ªs, Viena..).
La exposici¨®n ¡ªque se articula en torno a un sal¨®n que imita un majlis¡ª, no dispone de piezas espectaculares por su tama?o ¡ªsi se except¨²an algunos tapices y una preciosa tienda de campa?a port¨¢til femenina (mahmal)¡ª, sino que est¨¢ repleta de peque?as delicatessen culturales. Todas las piezas que han llegado a Madrid cuentan historias con un mismo mensaje final: la importancia de entender la fusi¨®n art¨ªstica de las grandes religiones como s¨ªmbolo del imprescindible di¨¢logo entre culturas.
Una de las alfombras iran¨ªes (siglo XIX) de la muestra representa la conocida historia de Jos¨¦ (Yusuf) vendido por sus celosos hermanos a una caravana que estaba de paso, un relato que es com¨²n tanto en los textos sagrados musulmanes como en los cristianos y hebreos. O una blonda Virgen Mar¨ªa bebiendo en una cascada rodeada de mezquitas, iglesias cristianas, cruces y palomas, obra de las comunidades armenia y turca y con la que quer¨ªan mandar un mensaje de reconciliaci¨®n en 1927.
De los cristianos iraqu¨ªes de Mosul se muestra un plato de bronce del siglo XVII con la imagen de san Jorge acabando con el drag¨®n, pero tambi¨¦n circundado por un poema cristiano en caligraf¨ªa ¨¢rabe donde se celebran las haza?as del santo.
Platos, quemadores chinos de incienso, jarrones asi¨¢ticos, biblias escritas en ¨¢rabe, botellas de refrescos, objetos para rituales, un Cor¨¢n en lat¨ªn y hasta una alfombra persa con el retrato del k¨¢iser Guillermo II y su familia, todo en torno al majlis sobre el que orbita la exposici¨®n.
El presidente del museo catar¨ª lo escribi¨® muy claro en el cat¨¢logo de la muestra. ¡°Tengo la esperanza de que al dar a conocer objetos que vinculan a los pueblos con el pasado, la exposici¨®n ser¨¢ al mismo tiempo una digna celebraci¨®n de este patrimonio y un catalizador de nuevos di¨¢logos en el futuro¡±.
Babelia
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