El Delibes que vio venir la pandemia
Hijos, acad¨¦micos de la lengua y escritores rememoran al autor de 'El camino¡¯ y su discurso ecologista de ingreso en la RAE la v¨ªspera del centenario de su nacimiento
Cuando Miguel Delibes, en los ¨²ltimos a?os de su vida, ve¨ªa las olas de calor, que los r¨ªos se secaban y las especies se extingu¨ªan, le dec¨ªa a su hijo Miguel: ¡°Yo estaba seguro de que el mundo se iba a acabar, pero lo que no sab¨ªa es que lo iba a ver¡±. El autor de Los santos inocentes ¡°estaba convencido de que la Tierra se iba a vengar por todo aquello, y estoy seguro de que habr¨ªa visto la pandemia del coronavirus como un castigo de la naturaleza¡±, ha contado este viernes uno de sus cuatro v¨¢stagos bi¨®logo, en el acto en la Real Academia Espa?ola (RAE) que ha rememorado al escritor vallisoletano la v¨ªspera del centenario de su nacimiento, que se est¨¢ celebrando en 2020.
Miguel Delibes de Castro ha participado, junto a Mar¨ªa S¨¢nchez, veterinaria de campo y autora del reciente libro Alm¨¢ciga, y Pilar Fraile, escritora y experta en el mundo rural, todos telem¨¢ticamente, en la mesa redonda La Espa?a llenada de Delibes. ?l ha recordado c¨®mo su padre necesitaba ¡°salir al campo a oxigenar el cerebro, c¨®mo ¨¦l dec¨ªa¡±. As¨ª que en estos tiempos de encierro obligatorio, ¡°supongo que se habr¨ªa saltado el confinamiento", brome¨®, "era incapaz de no salir a caminar a diario¡±.
Los tres contertulios recordaron a Delibes (Valladolid, 17 de octubre de 1920-12 de marzo de 2010) como precursor del ecologismo y su reivindicaci¨®n de la naturaleza frente al progreso desordenado, ¡°ese que crea necesidades que no hay; est¨¢ claro que se adelant¨® a este colapso civilizatorio que vivimos¡±, a?adi¨® su hijo, que explic¨® que el discurso de su padre de ingreso en la RAE, el 25 de mayo de 1975, titulado El sentido del progreso desde mi obra, era llamado por el novelista, entre bromas, ¡°mi tesina¡±. El autor de novelas como Las ratas reivindicaba en sus obras la riqueza del lenguaje del campo, que se supiera nombrar a todo lo que hay en la naturaleza y los pueblos, sus aves, ¨¢rboles, los utensilios¡ ¡°?l sosten¨ªa que las personas dan sentido al campo. Yo entonces le dec¨ªa que no era as¨ª, pero el tiempo me he acabado convenciendo de que ¨¦l ten¨ªa raz¨®n¡±.
Mar¨ªa S¨¢nchez ha seguido esa senda de recuperar el lenguaje rural en su exitosa obra Alm¨¢ciga. ¡°Su discurso de ingreso en la RAE sigue actual, incluso veo un anticipo del ecofeminismo en sus libros¡±. La autora insisti¨® en que ¡°hay que volver a los saberes de la tierra, esos que a la gente del campo se le dijo durante mucho tiempo que no serv¨ªan para nada¡±. Pilar Fraile, desde el aula de instituto en el que da clase en un pueblo de Madrid, mostr¨® su admiraci¨®n por un escritor que ¡°convirti¨® su preocupaci¨®n por la vida y las personas en carne en sus narraciones¡±.
En la mesa redonda precedente departieron su hija Elisa, que preside la Fundaci¨®n Miguel Delibes, y los miembros de la RAE Dar¨ªo Villanueva, Luis Goytisolo y Luis Mar¨ªa Anson. Elisa Delibes se centr¨® en hablar de la vida familiar del escritor. As¨ª record¨® una carta que su padre mand¨® a su editor en la que le dec¨ªa ¡°le env¨ªo mi tercera novela¡±, pero en la que no mencionaba que Elisa hab¨ªa venido al mundo esos d¨ªas. ¡°Era un padre de su generaci¨®n, no te contaba cuentos ni te ba?aba, pero era justo, afable y muy exigente con los estudios de sus hijos¡±.
Tambi¨¦n habl¨® del proceso para que su padre ingresara en la RAE. ¡°Mi madre le dec¨ªa ¡®no vas a entrar¡¯ y ¨¦l respond¨ªa: ¡®Me van a sobrar apoyos¡¯. Al final fueron 14 contra 13¡±. Aquella felicidad se torn¨® en tragedia por el prematuro fallecimiento de ?ngeles de Castro, el 22 de noviembre de 1974. Medio a?o despu¨¦s, cuando Delibes tuvo que leer su discurso y ocup¨® la silla e de la instituci¨®n, ¡°estaba triste, pesaba 60 kilos, los que le hicieron el frac nos dijeron que no hab¨ªan visto nunca a un hombre tan delgado¡±, a?adi¨® su hija. Sobre otro reconocimiento que nunca lleg¨®, el Nobel de Literatura, cont¨® que cuando se lo concedieron a Camilo Jos¨¦ Cela, en 1989, su padre se alegr¨® ¡°porque se lo hab¨ªan dado a un amigo y a toda una generaci¨®n de escritores¡±. "En casa no habl¨¢bamos nunca de si hab¨ªa posibilidad de que se lo dieran a ¨¦l y despu¨¦s de lo de Cela sinti¨® que su ocasi¨®n hab¨ªa pasado¡±.
Dar¨ªo Villanueva, desde A Coru?a, cont¨® un viaje a Holanda que hicieron juntos para dar unas conferencias: ¡°Yo era el telonero y ¨¦l la estrella de rock. A ¨¦l le interes¨® mucho c¨®mo ese pa¨ªs hab¨ªa modificado la naturaleza mediante la ingenier¨ªa, aunque lo primero que hizo al llegar fue preguntar c¨®mo hab¨ªa quedado el Real Valladolid¡±. De las muchas conversaciones con Delibes, Villanueva desvel¨® que Cinco horas con Mario ¡°lo empez¨® a escribir con el personaje de Mario vivo, pero vio que aquello no funcionaba y cambi¨® el planteamiento¡±.
Anson lo situ¨® entre ¡°los tres grandes novelistas de la literatura espa?ola, junto a Cervantes y Gald¨®s¡± y asegur¨® que como director del peri¨®dico El Norte de Castilla ¡°adopt¨® una actitud progresista en una ¨¦poca de censura¡± por el franquismo. Tras apuntar que en sus novelas ¡°siempre estuvo a favor del d¨¦bil¡±, agreg¨® que El hereje impact¨® en el Vaticano cuando se public¨® en 1998. Mientras que Luis Goytisolo, aunque apenas tuvo relaci¨®n personal con Delibes, s¨ª ten¨ªan una afici¨®n com¨²n, la caza, ¡°en la que ¨¦l era muy respetuoso con la naturaleza¡±. La idea central de su discurso de la RAE, que puede sintetizarse con una de las frases que pronunci¨®: ¡°Si el progreso debe prostituir a la naturaleza, que paren la tierra que quiero apearme¡±.
Babelia
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