Mario Vargas Llosa se redescubre a trav¨¦s de sus textos

Mario Vargas Llosa ha hecho un ejercicio de memoria sobre una gran parte de su obra con el que, confiesa, ha acabado sorprendido y hasta desconcertado. El premio Nobel ha recordado c¨®mo ide¨® al personaje que recrea a Alejandro Esparza Za?artu, el temible jefe de la represi¨®n militar durante la dictadura de Ochenio de Manuel Odr¨ªa, en La ciudad y los perros. Ha revivido su primer viaje a la Amazon¨ªa peruana donde encontr¨® a los contadores de historias que despu¨¦s aparecer¨ªan en Pantale¨®n y las visitadoras o El hablador. Lo ha hecho a trav¨¦s de tres libros de conferencias, charlas y entrevistas que el editor y escritor Jos¨¦ L¨¢zaro publica por primera vez en Espa?a en el sello Triacastela con el t¨ªtulo Sobras completas, un juego de palabras que les regal¨® el fil¨®sofo Fernando Savater.

¡°Las podr¨ªamos definir como los textos marginales de un escritor que no se incluyen en sus obras completas: cartas, notas, entrevistas¡­ A veces esos textos son tan importantes que, como la correspondencia privada de Flaubert, acaban entrando en ediciones posteriores de las Obras completas¡±, ha asegurado L¨¢zaro en un encuentro con el escritor hispano peruano la tarde de este mi¨¦rcoles a trav¨¦s de Zoom. En este caso se trata de La realidad de un escritor, una serie de conferencias; Di¨¢logos en el Per¨², que re¨²ne 38 conversaciones del autor con diversos periodistas peruanos de 1964 a 2019, y ¡°un ensayo dialogado¡± entre el premio Nobel y Savater, bajo el t¨ªtulo V¨ªas paralelas: Vargas Llosa y Savater. ¡°Obras menores de autores mayores que ofrecen iluminaciones ins¨®litas de lo que es el n¨²cleo de su trabajo¡±, ha a?adido el editor sobre la colecci¨®n.

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Las entrevistas que se recopilan en Di¨¢logos del Per¨² son para el autor una manera muy precisa y exhaustiva de recorrer la singularidad de la geograf¨ªa de su pa¨ªs y las fuentes con las que fue construyendo sus primeras novelas. ¡°El editor Jorge Coaguila a?ade muchas notas explicando qui¨¦nes son las personas que aparecen en cada una de las preguntas que me hacen y las respuestas que doy. De esta manera da detalles sobre los personajes de los libros provocando cercan¨ªas entre la realidad y la ficci¨®n con anotaciones risue?as, con sentido del humor y otras m¨¢s serias e hist¨®ricas¡±, ha explicado Vargas Llosa.

Cuando el tambi¨¦n ganador del premio Cervantes reley¨® las conferencias que dio en la universidad Siracusa de Nueva York ¡ª¡°en los noventa del siglo pasado¡±, ha puntualizado¡ª, record¨® a un escritor que tuvo que preparar a conciencia clases en un idioma que no era el suyo y ante una audiencia ¡ª¡°muy joven y provinciana¡±, ha descrito¡ª a la que le costaba ubicar en el mapa a su pa¨ªs, Per¨². Esta circunstancia no solo le ha transportado a aquel reto, tambi¨¦n le ha permitido viajar a determinados momentos de la historia peruana con una gran profusi¨®n de detalles, requisito necesario para que sus alumnos pudieran entender, por ejemplo, c¨®mo era la explotaci¨®n humana en las selvas peruanas donde sus compatriotas "se aislaban para sobrevivir¡±.

El autor de Conversaci¨®n en la Catedral ha hecho tambi¨¦n un ejercicio de introspecci¨®n personal al recordar su conversaci¨®n con Savater, ¡°un intelectual independiente¡±, en sus palabras. Aunque el fil¨®sofo se ha mostrado muy reticente a que L¨¢zaro pusiera al mismo nivel su obra y la de Vargas Llosa, el editor y sus autores han encontrado un punto de encuentro: ¡°Pensar es cambiar de ideas¡±. ¡°Somos lo que hemos sido en nuestra vida a pesar las contradicciones y las negaciones¡±, ha afirmado Vargas Llosa. ¡°Lamento mucho haber cre¨ªdo en determinadas cosas, pero las cre¨ª. Ser¨ªa rid¨ªculo negarlas porque ahora tengo otra manera de pensar¡±, ha proseguido poniendo como ejemplo lo que supuso terminar su adolescencia al mismo tiempo que culminaba la dictadura de Odr¨ªa en Per¨². Y c¨®mo aquellas ideas pol¨ªticas de la juventud se transformaron.

¡°El resultado de esta evoluci¨®n es lo que constituye a un ser humano. Un escritor no tiene derecho de negar su pasado, si ha cambiado su manera de pensar tiene que explicarlo¡±, ha remachado. Una idea con la que ha recordado a Sartre, una de sus mayores influencias durante su juventud. ¡°?l pensaba que la literatura era una iluminaci¨®n respecto a la problem¨¢tica social y pol¨ªtica, por su visi¨®n m¨¢s permanente, menos inmediata, de la realidad¡±.