Fallece Hyuro, la muralista que pintaba enormes mujeres en las calles de Espa?a, M¨¦xico o EE UU

¡°Silencio. Las paredes hablan. Hoy las paredes de medio mundo est¨¢n de luto. Esta ma?ana falleci¨® una de las artistas murales m¨¢s relevantes de nuestro tiempo. Tamara Djurovic, artista argentina afincada en Valencia, transciende este plano de la materia dejando atr¨¢s sus pinceles un legado incalculable. Hyuro, sobrenombre bajo el que pintaba, es sin duda una de las pocas artistas que ha conseguido abrirse paso en el campo del muralismo internacional. Un terreno que los hombres copan y en el que apenas unas cuantas mujeres han conseguido hacer camino¡±. Sin duda, Tamara es una de ellas¡±.

As¨ª empieza la sentida nota de Nacho Magro, uno de los creadores m¨¢s relevantes de la escena del arte urbano en Espa?a, con la que se ha despedido a su compa?era que muri¨® este jueves, rodeada de sus hijos y sus amigos. Su desaparici¨®n ha impactado en la comunidad de muralistas. Era una persona muy querida, con obras en varias ciudades espa?olas, sobre todo en Valencia, en los barrios de El Cabanyal, donde rindi¨® homenaje a la activista y te¨®rica del urbanismo Jane Jacobs, o en La Punta, donde una figura gigante de mujer defiende la huerta. Pero sin duda fue mayor su proyecci¨®n internacional. En los ¨²ltimos 10 a?os, desarroll¨® proyectos en Argentina, Brasil, M¨¦xico, Estados Unidos, Marruecos o T¨²nez, as¨ª como en buena parte de Europa.

¡°Sus murales destacan por la fuerza innata que reflejan esas mujeres, a veces sin rostro, que luchan en su d¨ªa a d¨ªa por salir adelante. Mujeres luchadoras que conforman un discurso reivindicativo, pol¨ªtico y con perspectiva de genero; que nos habla de la vida cotidiana de una manera delicada y artesanal. Hyuro no hablaba de ella¡­ M¨¢s bien hablaba con ella¡±, se?ala el escrito. ¡°Despu¨¦s de un a?o esquivando la enfermedad, se despidi¨® como ella quiso hacerlo: en su casa, con su m¨²sica, en paz y tranquilidad; acompa?ada por sus hijos y seres queridos. Tamara Djurovic se ha ido. Pero suerte la nuestra que Hyuro sigue aqu¨ª, con nosotras... en cada pintura, en cada ladrillo, en cada una de todas las historias que sus pinceles lograron desvelar¡±, a?ade.