Luna Miguel: ¡°Bad Bunny es literatura¡±
La escritora y editora culmina dos a?os descubriendo nuevos talentos para la colecci¨®n ¡®Caballo de Troya¡¯ y reivindica ser considerada una s¨¦nior a sus 30 a?os reci¨¦n cumplidos
A los 18 se hizo el primer tatuaje. A los 19 public¨® su primer poemario. A los 23, qued¨® hu¨¦rfana de madre. A los 25 fue madre ella misma. A los 30, cumplidos hace d¨ªas, se ha ido a vivir sola a Barcelona con su hijo, Ulises, sin por ello separarse de su marido, el tambi¨¦n escritor Antonio J. Rodr¨ªguez, autor de La nueva masculinidad de siempre, ni de los amigos comunes y las otras parejas de ambos que forman lo que denomina su ¡°red de apoyo¡±. Miguel, feminista muy activa en redes, considera que se innova innovando y se milita viviendo y trabajando con naturalidad absoluta. Quedamos en un bar del barrio de Madrid donde se aloja, en casa de amigos, cuando viene a la capital. Al fot¨®grafo le encantan sus tatuajes, obviamente. Y ella no tiene reparo en lucirlos para la c¨¢mara, ni en afilar el titular de esta entrevista hasta que quepa, exacto y contundente, en el cors¨¦ de la maqueta. No se le caen los mon¨®culos. Lleva una d¨¦cada delante y detr¨¢s del tinglado de la edici¨®n. Domina los c¨®digos.
?A los 30 a?os, en su oficio, se es j¨²nior o s¨¦nior?
Espero que despu¨¦s de llevar 10 a?os escribiendo, publicando, editando, siendo visible sea una s¨¦nior. Espero que me tomen m¨¢s en serio de lo que creo que me han tomado hasta ahora. Los 30 son solo una cifra, pero tambi¨¦n una especie de billete hacia el que ya no me pueden llamar ni?a, ya no puedo ser becaria. Soy otra cosa. Deber¨ªa ser otra cosa.
?Tanto le han llamado ni?a?
Constantemente. O ¡°poetisa peque?aja¡±, que lo tiene todo. Machismo y condescendencia. La juventud se usa como arma de doble filo. Si eres joven y distinta, el periodista de tendencias ya tiene su titular perfecto. Parece que la juventud realza una figura, pero lo mismo se creen con derecho a pagarte menos, que a considerarte joven promesa e idealizarte sin motivo real desde el principio.
Lo que s¨ª es, estad¨ªsticamente, es madre joven. Tuvo a su hijo con 25.
Mi madre s¨ª fue madre adolescente. Me tuvo con 17. Muri¨® a los 41. Lo hizo todo muy prematuramente en la vida, hasta morirse. Eso fue lo que me invit¨® a ser madre. Casi un instinto animal. Ese vac¨ªo me hizo replantearme mi juventud. No quer¨ªa hijos en ese momento, pero aquello me hizo decidirme de tal modo que insist¨ª despu¨¦s de un aborto.
Le llam¨® Ulises y lleva su apellido de primero. ?Declaraci¨®n de intenciones?
Bueno, su padre y yo somos escritores y alg¨²n clich¨¦ ten¨ªa que caer. En casa, mis padres me le¨ªan la Odisea. La hija peque?a de mi padre, de dos a?os, se llama ?taca. Lo de ponerle mi apellido primero fue una decisi¨®n m¨ªa, y mi pareja estuvo de acuerdo. Somos unos privilegiados, no todos en mi generaci¨®n pueden ser padres, aunque quieran, y nosotros tenemos toda una red de apoyo. Nuestros amigos, y nuestras otras parejas, porque ambos salimos con otras personas, quieren mucho a Ulises y nos ayudan a criarlo.
?Qu¨¦ sabe usted de los celos?
Obviamente, hay celos, pero nunca nos han dicho que eso tambi¨¦n puede erradicarse y trabajarse. Se puede ser feliz viendo a alguien a quien quieres siendo feliz con otra persona. Eso es lo ideal.
?Trabaj¨¢rselo es ir terapia?
Tengo la suerte de estar obsesionada con los libros. Cuando he sentido celos, he querido saberlo todo de los celos. Cuando mi madre enferm¨® de c¨¢ncer, le¨ª todo sobre el c¨¢ncer, y sobre la muerte. Cuando me hice vegana, igual. Me gusta tener bibliograf¨ªa de las cosas que me pasan. Me he le¨ªdo todo sobre el poliamor y las relaciones abiertas, y eso me ha ayudado a entender lo que siento.
Hay quien prefiere no saber.
A m¨ª me gusta saber. Si no sabes y no conoces, ?c¨®mo vas a estar en el mundo? ?C¨®mo vas a tomar decisiones? No s¨¦. Hay verdades dolorosas. Es doloroso saber que hay gente muriendo mientras t¨² y yo tomamos caf¨¦. Es doloroso que mi hijo no tenga una abuela, que hubiera sido maravilloso. Pero prefiero saberlo, porque si no, estar¨ªa haciendo el tonto o cre¨¢ndome ficciones que me ocultar¨ªan el mundo.
Hablando de ficci¨®n ?Qu¨¦ hay que tener para ser editora?
Un gusto voraz por la lectura. Hay que leerlo todo, en todos los idiomas posibles, saber qu¨¦ se est¨¢ escribiendo, no solo lo que se ha escrito ya. Saber de qu¨¦ se est¨¢ hablando y en qu¨¦ mundo vivimos. Y luego hay que tener confianza en tu criterio y d¨¢rsela a qui¨¦n la precise para escribir. En Caballo de Troya he editado a autoras m¨¢s j¨®venes que yo. Gente que, igual que con la maternidad, no tiene dinero para escribir. Hay que confiar en ellos. Ahora, el escritor millennial est¨¢ mejor valorado que cuando yo empec¨¦. Y en eso ha tenido que ver la llegada de mujeres a puestos de responsabilidad en ciertas editoriales. La mujer tira de las mujeres.
Habl¨¢bamos de celos ?No le devoran cuando lee algo bueno ajeno?
S¨ª, los celos, o la envidia, son importantes, pero bien entendidos. Si yo no tuviera envidia de algo, no me enamorar¨ªa tanto de algo. Me gusta, cuando leo un manuscrito decir: ¡®Joder, c¨®mo no se me habr¨¢ ocurrido esto¡¯. Y eso que yo, como lectora, tengo el nivel de exigencia alt¨ªsimo. Eso, por ejemplo, lo encontr¨¦ en Aixa de la Cruz y Cambiar de idea. Pero los celos espolean. Recuerdo acabar de leer ese libro y ponerme a escribir un cuento. Esa envidia que me llev¨® a la admiraci¨®n me inspir¨® y me llev¨® a querer crear yo algo.
?Cree que la nueva ley trans la borra como mujer?
No, al rev¨¦s. Borra a qui¨¦n no pueda elegir y decir quien es. Me borra m¨¢s que me llamen poetisa peque?aja o que con 30 a?os no puedo ser una editora s¨¦nior, que critiquen mi modelo familiar. Que una persona pueda decidir sobre su g¨¦nero y sobre su vida no me borra en absoluto.
Su marido ha escrito sobre nueva masculinidad. ?C¨®mo es tener el nuevo hombre en casa?
Bueno, est¨¢ bien. Es fruto de muchas conversaciones y muchas peleas. Que un hombre heterosexual cisg¨¦nero, con una determinada posici¨®n en el mundo editorial, decida pensar en eso ya es un paso adelante. Lo que no quita que en casa haya de todo y que llegue a conclusiones a las que nosotros hemos llegado despu¨¦s de mucho conversar y batallar.
Ahora, hasta C. Tangana le canta al hombre vulnerable.
Si est¨¢ de moda la vulnerabilidad masculina, est¨¢ bien que as¨ª sea. Ha elegido una palabra que me obsesiona: vulnerabilidad. Al final, todos somos cuerpos vulnerables. Si te he dicho que creo ser feliz es porque soy consciente de mis vulnerabilidades y, porque las he trabajado, puedo acceder a la felicidad. Entonces, que desde el mainstream cultural se aprecie esa vulnerabilidad, est¨¢ bien, y si es una pose, peor para ellos.
Ahora es cuando me dice que le gusta el reguet¨®n.
Pues mire, llevo todo el a?o obsesionada con el disco de Bad Bunny. No me interesa tanto el supuesto feminismo de Ella perrea sola, sino lo que tiene que ver con sexo, los celos, la pasi¨®n. Bad Bunny es literatura, porque emociona como un artefacto literario. ?Que es machista? Puede, pero cu¨¢nta literatura es machista. Bunny, adem¨¢s de ponerme cachonda, me ha servido para afilar mi educaci¨®n sentimental.
LUNA NUEVA
Luna Miguel (Alcal¨¢ de Henares, Madrid, 30 a?os) se llama as¨ª porque fue concebida en el hotel Sol de Soria, o eso le contaron sus padres. Escritora y lectora voraz desde la infancia, en la que le le¨ªan de 'La Odisea' para arriba para entretenerla, Luna, a secas, adora historias como esta y dedica su tiempo a leerlas, escribirlas y buscarlas en otros. Ahora culmina, junto a su pareja, el editor Antonio J. Rodr¨ªguez, dos a?os como editores invitados en el sello Caballo de Troya -esos libros rosa chicle de la librer¨ªa- en la que han descubierto y lanzado a escritores y, sobre todo, escritoras de su generaci¨®n, como Aixa de la Cruz, Anna Pacheco, Elisabeth Duval o Margaryta Yakovenko. En enero, anuncia nuevo libro. Esta vez, suyo.
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