Como el mejor cine de otras ¨¦pocas
No hay ning¨²n desfallecimiento en esta historia tan arriesgada de contar, y el tono visual que ha creado David Fincher en ¡®Mank¡¯ recuerda al de su objeto de estudio, ¡®Ciudadano Kane¡¯
Las tres pel¨ªculas m¨¢s hermosas que he visto en los ¨²ltimos tiempos no las han engendrado los grandes estudios de Hollywood (bastante trabajo tienen esos robots con parir sin tregua cine de superh¨¦roes, sagas gal¨¢cticas y otros ruidosos juguetitos), ni el cine independiente, ni la autor¨ªa pretenciosa destinada a la exigua parroquia fija, sino una plataforma audiovisual. Es Netflix, ese supermercado de dudosa calidad en tantos de sus productos, pero que saca pecho una vez al a?o y anhela prestigio embarc¨¢ndose en proyectos de aut¨¦ntico lujo, como son Roma, El irland¨¦s y ahora la fascinante Mank, que ha creado David Fincher.
Conviene saborearla durante su breve estreno en las salas de cine, su espacio natural, pero bienvenida sea a los hogares cin¨¦filos. Lo que no tengo claro es que vaya a arrasar en la audiencia. Su color es el blanco y negro, destila inteligencia en cada plano y en cada di¨¢logo, habla de un cine que se realiz¨® en Hollywood hace 80 a?os, es densa y pausada. No son valores especialmente apreciados por las modas actuales. Ojal¨¢ que me equivoque y exista un p¨²blico cuantioso que la disfrute.
La dirige David Fincher, uno de los grandes creadores en activo. Autor de pel¨ªculas que me gustan mucho. Como Seven, El curioso caso de Benjamin Button, Zodiac, La red social y Perdida. Es muy meritorio que haya convencido a los productores para que le financien algo tanto a contracorriente, cine de otra ¨¦poca, con una tem¨¢tica, un estilo y un tono que parec¨ªan aparcados definitivamente. Adapta, ampl¨ªa y retuerce un guion que escribi¨® su difunto padre, que pon¨ªa en duda la verdadera autor¨ªa del guion de Ciudadano Kane, considerada durante tanto tiempo como la mejor pel¨ªcula de la historia del cine, la que introdujo un lenguaje visual tan poderoso como revolucionario.
Tambi¨¦n una ins¨®lita forma de narrar. Y en la que Orson Welles se apropi¨® de toda la gloria. Y esa acreditaci¨®n de genio renacentista le acompa?¨® durante el resto de su existencia. Jack Fincher y su hijo David apuestan por otra teor¨ªa. Convencido el primero, aportando muchos matices el segundo. Hablan del oscurecido guionista Herman Mankiewicz como el principal autor en la historia de aquel magnate period¨ªstico, empresarial y pol¨ªtico, obsesionado eternamente con un misterio del que solo ¨¦l conoc¨ªa el significado, la palabra Rosebud.
Mankiewicz se inspir¨® para la creaci¨®n de Ciudadano Kane en William Randolph Hearst, alguien con un poder que rozaba lo absoluto y que abandon¨® el mundo refugi¨¢ndose en una deslumbrante fortaleza llamada Xanad¨², rodeado ¨ªntimamente por una soledad estremecedora y sobreviviendo en compa?¨ªa de sus fantasmas.
El retrato que hace Fincher de Herman Mankiewicz, un mito entre los guionistas, tan imaginativo como c¨¢ustico, borracho impenitente, l¨²cido y c¨ªnico, mosca cojonera empe?ada en desafiar a los jefes desmontando sus mentiras y sus manipulaciones, incluidas las pol¨ªticas, colaborador del eg¨®latra con causa Welles, hermano mayor de Joseph Mankiewicz, que tambi¨¦n sale un poco malparado en esta cr¨®nica, destila un talento y una complejidad admirables. Describe su relaci¨®n con la gente que le cuidaba, con el siniestro due?o del estudio Louis B. Mayer, con Hearst y su amante Marion Davies, con su sufrida y leal esposa, en lucha permanente consigo mismo y con el mundo, est¨¢ descrita con im¨¢genes, conversaciones y situaciones memorables.
Permanezco hipnotizado durante todo el metraje, que no es precisamente corto y hay un par de momentos que me parecen antol¨®gicos. Uno es la pel¨ªcula de terror que va improvisando ante la demanda de sus jefes, los que constituyen la flor y nata de los guionistas de la Metro, c¨®mplices geniales al hacerles creer a los amos que lo que se est¨¢n inventando responde a un trabajo que ya hab¨ªan hecho. Otro es la larga conversaci¨®n nocturna paseando por el jard¨ªn entre Mankiewicz y la tan lista como sincera Marion Davies.
No hay ning¨²n desfallecimiento en esta historia tan arriesgada de contar. El tono visual que ha creado Fincher te recuerda al de Ciudadano Kane. Las interpretaciones de protagonistas y secundarios son perfectas, pero la de Gary Oldman est¨¢ m¨¢s all¨¢ del elogio. Durante mucho tiempo Oldman me pareci¨® un actor con tendencia al pasote, dotado pero artificioso. Hasta que dio vida con sobriedad magistral a George Smiley en El topo. Aqu¨ª logra que te enamores, comprendas y compadezcas al problem¨¢tico, brillante y muy humano Herman Mankiewicz. Es mi pel¨ªcula favorita en este a?o sombr¨ªo.
MANK
Direcci¨®n: David Fincher.
Int¨¦rpretes: Gary Oldman, Amanda Seyfried, Lily Collins, Arliss Howard, Charles Dance, Tom Burke.
G¨¦nero: drama. EE UU, 2020.
Plataforma: Netflix.
Duraci¨®n: 131 minutos.
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