Michael Corleone reescribe su final
Francis Ford Coppola estrena un nuevo montaje de ¡®El padrino III¡¯, que elimina y pule secuencias, y reorganiza la trama para ahondar en la debacle moral de su protagonista
Durante 16 a?os, los que transcurrieron desde el rodaje de El padrino II al de El padrino III, Francis Ford Coppola se resisti¨® a los cantos de sirena. Todo lo que pudo. Paramount sab¨ªa que los Corleone, la familia protagonista de la trama sobre la mafia (palabra que nunca se menciona en la primera entrega), eran una mina de oro. Pero su director se resist¨ªa. Ni con la quiebra de su productora, American Zoetrope, cambi¨® de opini¨®n. Incluso hubo en danza 15 tratamientos sobre la trama que cerrar¨ªa la trilog¨ªa, y el estudio negoci¨® con Sylvester Stallone para que liderara el proyecto. Solo un nuevo guion de Mario Puzo, el novelista original, pic¨® la curiosidad de Coppola, que finalmente accedi¨® si Puzo y ¨¦l reescrib¨ªan el libreto. El resultado fue El padrino III ¡ªde cuyo estreno se cumplen ahora tres d¨¦cadas¡ª, un drama del que a pesar de cr¨ªticas positivas y sus siete candidaturas al Oscar qued¨® encasillado en el acervo cinematogr¨¢fico como decepcionante. Tambi¨¦n en Coppola, que ha aprovechado el aniversario para restaurarlo, reeditarlo y estrenarlo este viernes en todo el mundo en salas (en Blu-ray se edita en siete d¨ªas) como El padrino. Ep¨ªlogo: la muerte de Michael Corleone, que dura seis minutos menos que la original y que en Espa?a puede verse en 50 pantallas.
Como recordaba Andy Garc¨ªa el mi¨¦rcoles a EL PA?S: ¡°Es maravillosa, pero me veo tan joven...¡±. Garc¨ªa encarn¨® a Vincent Mancini, el hijo ileg¨ªtimo de Sonny ¡ªel primog¨¦nito de don Vito¡ª, que acabar¨¢ al final de la saga como el nuevo don de los Corleone. ¡°Opino lo mismo que dijo hace unos d¨ªas Diane Keaton: los cambios alteran por completo la percepci¨®n que tenemos de Michael y de sus ¨²ltimos a?os¡±. Este periodista ha visto en dos pantallas paralelas ambas versiones, y hay al menos una docena de modificaciones. La mayor parte han servido para eliminar planos reiterativos, como el del final de la masacre en la reuni¨®n de los capos en Atlantic City, en el que un moribundo Leo Cuneo (encarnado por Al Ruscio) gritaba ¡°Zasa, hijo de puta¡±, o para dar intimidad a encuentros, como el de Michael Corleone con el cardenal Lamberto, el futuro Juan Pablo I. Ya no es una conversaci¨®n con la presencia de don Tommasino, sino una confesi¨®n desde su inicio. Tambi¨¦n desaparecen, entre otros momentos, la visita de don Altobello al hospital donde Michael reposa tras su primer ataque de diabetes, el cameo del poeta beat Gregory Corso y la petici¨®n de permiso por parte de Vincent a su t¨ªa Connie para matar a Zasa. ¡°No me duele que me hayan quitado ese momento, porque aumenta la intriga. Si alguien ve por primera vez la pel¨ªcula, se sorprender¨¢ cuando el asesino de Zasa se levante la visera del casco policial para que el mafioso sepa qui¨¦n le est¨¢ ajusticiando¡±, confiesa Garc¨ªa.
Pero sobre todo, Coppola ha reordenado el principio y alterado el final. La nueva versi¨®n arranca con las conversaciones con el Vaticano sobre la inversi¨®n de los Corleone en el consorcio Inmobiliare, lo que antes se mostraba m¨¢s adelante. Esa charla inicial entronca con el m¨ªtico ¡°I believe in America¡±, con el que nace la saga. Desaparece la imposici¨®n de la orden de San Sebasti¨¢n al padrino, y as¨ª Coppola no pierde tiempo, pisa el acelerador. En cuanto al desenlace, ha eliminado un fundido y el final de un plano, y a?adido una frase sobre Sicilia y la expresi¨®n ¡°Cent¡¯anni¡±, lo que trastoca por completo todo lo visto anteriormente. ¡°Hay una claridad a?adida en la relaci¨®n con el Vaticano¡±, concede Garc¨ªa, ¡°y desde el inicio ves venir de d¨®nde procede Michael. Y el final... dej¨¦moslo en que tiene un impacto emocional superior¡±.
Lo que no tiene arreglo son el fallo clamoroso de un vestuario demasiado finales de los ochenta en una trama que se desarrolla en 1979, y el fl¨¢cido trabajo interpretativo de Sofia Coppola como Mary, el ojito derecho de su progenitor, Michael. Al director no le qued¨® otra: Winona Ryder, que la iba a encarnar, lleg¨® a Roma a incorporarse al rodaje cuando ya llevaban filmando un mes en Cinecitt¨¤. Y baj¨® del avi¨®n exhausta, tras haber enlazado tres rodajes. Acab¨® en el hospital, y al cineasta solo le qued¨® la opci¨®n de recurrir a la chica de 19 a?os que estaba a su lado: su hija Sofia. ¡°Yo nunca trabaj¨¦ con Winona, as¨ª que no cambi¨¦ mi trabajo. Con Sofia tuve una relaci¨®n sincera, profunda y honesta¡±, subraya Garc¨ªa. ¡°Hizo una labor con mucho coraje. Fueron muy injustas las cr¨ªticas negativas que recibi¨®. Y recuerda que la muerte de Mary no estaba en el guion original, lo que refleja que Francis, que perdi¨® a su hijo Gian Carlo en 1986 sent¨ªa este filme como algo muy personal¡±.
Tampoco esta nueva versi¨®n que llega a los cines es la que se puede leer en el guion de rodaje. ¡°Dean Tavoularis, el dise?ador de producci¨®n del cine de Coppola, dec¨ªa que los guiones de Francis son como los peri¨®dicos: salen todos los d¨ªas¡±, bromea el actor. ¡°Lo m¨¢s dif¨ªcil era saber d¨®nde ca¨ªa cada secuencia nueva, y hab¨ªa muchas, en el arco dram¨¢tico de mi personaje. Yo consultaba sin parar a Francis¡±. A cambio, Garc¨ªa se permiti¨® una broma: jugar con unas naranjas ¨Dla fruta que anuncia en la saga la muerte del personaje que la coja¨D en el final de la trama que se desarrolla en Sicilia. ¡°Me di el lujo, sobreviv¨ª a la naranja¡±.
Coppola siempre se quej¨® de que Paramount solo le hab¨ªa dado seis semanas para escribir El padrino III, cuando ¨¦l hab¨ªa pedido seis meses. De ah¨ª este remontaje, una iniciativa por otra parte habitual en su carrera: ha realizado tres versiones de Apocalypse Now, el a?o pasado estren¨® Cotton Club Encore revisando su pel¨ªcula de 1984, y ya hab¨ªa restauraciones previas de El padrino e incluso un montaje cronol¨®gico de la saga, con secuencias a?adidas que elimina el fascinante montaje paralelo de El padrino II.
Garc¨ªa confirma que hubo algunos movimientos para un El padrino IV que desarrollara su personaje de Vincent. ¡°Hasta hubo charlas con Puzo, pero Mario muri¨®. Todo est¨¢ en manos de Francis. Si ¨¦l tiene el deseo, que es poco, se har¨¢. Si no, pues... Todo empieza y acaba en Francis¡±. Durante un tiempo tambi¨¦n se plante¨® una pel¨ªcula que contara las aventuras de un Vito treintea?ero, encarnado por Leonardo DiCaprio. ¡°Yo lo siento en la calle, hay un apetito por la saga¡±, remarca el cubano-estadounidense. Y tanto: Paramount ha anunciado esta semana que Armie Hammer protagonizar¨¢ la serie The Offer, en la que encarnar¨¢ a Al Ruddy, uno de los productores de El padrino, para describir aquel rodaje. El universo de los Corleone est¨¢ abierto a cualquier oferta. Por irrechazable que parezca.
Babelia
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