El placer del arte para nuestro cerebro
La ciencia investiga la base y el sentido biol¨®gico de la experiencia art¨ªstica, m¨¢s all¨¢ de los beneficios reconocidos
Ocho figuras humanas cazando sobre piedra. Esta es, hasta el momento, la obra de arte m¨¢s antigua conocida. Est¨¢ datada en al menos 43.900 a?os atr¨¢s. Por aquel entonces, Paleol¨ªtico Superior, el Homo sapiens se extend¨ªa por Europa y dejaba cientos de estatuillas con forma humana talladas en hueso o madera o esculpidas en arcilla. El arte forma parte esencial del ser humano de una manera todav¨ªa misteriosa y fascinante para quienes buscan su base y sentido biol¨®gico. ?Por qu¨¦ y c¨®mo el cerebro crea, procesa y entiende el arte? Durante siglos se han producido muchas reflexiones filos¨®ficas y acercamientos cient¨ªficos; ahora la neuroest¨¦tica intenta resolver el enigma.
Aunque los estudios sobre neuroest¨¦tica son anteriores, no fue hasta el a?o 2002 que el t¨¦rmino se adopt¨® de manera oficial. Esta disciplina investiga la interacci¨®n entre la observaci¨®n de un objeto art¨ªstico y los mecanismos y redes cerebrales que influyen en la respuesta emocional al mismo. ¡°La belleza es una manifestaci¨®n de la alta organizaci¨®n de nuestro sistema neuronal y no existir¨ªa sin el concurso de nuestro cerebro¡±, explica el doctor Juan Carlos Portilla, vocal de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa. El experto enumera que son m¨²ltiples las ¨¢reas cerebrales que interaccionan durante la experiencia art¨ªstica. En primer lugar, cuando se observa un cuadro o se escucha una canci¨®n, se produce una respuesta sensorial y motora. En el proceso interviene tambi¨¦n el conocimiento y el significado, que dependen de la experiencia, el contexto y la cultura de cada individuo. Por ¨²ltimo, entra en juego la emoci¨®n y la valoraci¨®n, sujetas al sistema de la recompensa que involucra al placer.
Las herramientas de las que se sirve la neurociencia para analizar estas situaciones son principalmente la neurofisiolog¨ªa y la neuroimagen, especialmente la funcional, aquella que permite ver el espect¨¢culo del cerebro trabajando en directo. Portilla detalla que en los estudios existentes se ha observado c¨®mo las zonas asociadas con la recompensa y el placer se activan como respuesta a un est¨ªmulo art¨ªstico, pudiendo variar los circuitos que ponen en marcha dichas ¨¢reas dependiendo del tipo sensorial: visual, auditivo, etc¨¦tera. Es decir, nuestro cerebro disfruta ante una pintura hermosa al igual que ante un plato de deliciosa comida.
Este hecho trae consigo consecuencias. ¡°Existe cada vez m¨¢s evidencia de los beneficios f¨ªsicos y del estado de salud general a los que se asocia la percepci¨®n y los procesos creativos art¨ªsticos, existen incluso proyectos que eval¨²an de manera concreta estos beneficios¡±, apunta el neur¨®logo. As¨ª, algunos estudios vinculan la pr¨¢ctica art¨ªstica con el desarrollo de una mayor plasticidad cerebral, adem¨¢s de los beneficios psicol¨®gicos. Por estos motivos, el arte se emplea como complemento terap¨¦utico en numerosas dolencias: la m¨²sica en el Alzheimer o las artes pl¨¢sticas para controlar la ansiedad.
La experiencia art¨ªstica produce ¡°un bienestar¡± en la persona, bien sea creador o simplemente espectador, una ganancia que Portilla, matiza, no se puede deslindar de los aspectos culturales: ¡°Aunque existen unos mecanismos comunes cerebrales de respuesta ante un objeto art¨ªstico, la influencia cultural y la relaci¨®n individual con el objeto observado son determinantes¡±.
Los beneficios se multiplican cuando hablamos de ni?os. ¡°Teniendo en cuenta los complejos mecanismos cerebrales que entran en marcha durante los procesos creativos, el estimular la participaci¨®n en el desarrollo de estos procesos facilita una mejor funci¨®n cerebral y mejor desarrollo de conectividad entre las distintas ¨¢reas y funciones cerebrales implicadas. Funciones como la atenci¨®n, memoria, capacidad visuoespacial, etc¨¦tera est¨¢n directamente asociadas a los procesos de creaci¨®n art¨ªstica¡±, enumera el neur¨®logo.
Educaci¨®n art¨ªstica
Lo sabe bien Chema Mes¨ªas, profesor y autor del libro Educaci¨®n Art¨ªstica Sensible. Su discurso engrandece la ense?anza del arte en las escuelas, pero aclara que ¡°si el planteamiento es malo, tedioso para los alumnos¡±, mejor prescindir de ella. Mes¨ªas ha ideado un sistema para los centros educativos que apuesta por ¡°pr¨¢cticas de proximidad¡± basadas en tres puntos: arte contempor¨¢neo, el aula como laboratorio y ¡°los artistas habitantes¡±.
¡°Los ni?os viven el hoy, su entorno, para ellos es m¨¢s natural el arte contempor¨¢neo que el cl¨¢sico, llegan a ¨¦l sin prejuicios¡±, justifica el profesor su primer cimiento. Atra¨ªdos por lo novedoso, Mes¨ªas les inculca la normalizaci¨®n del fracaso en el proceso de experimentaci¨®n. La clase es un entorno seguro de prueba y error. ¡°Intentamos adem¨¢s traer a alg¨²n artista joven, para que se rompa la concepci¨®n de genio consagrado, los invitamos a que habiten el espacio, que convivan y desarrollen proyectos con los profesores y los estudiantes¡±, remata. Insiste en que no se trata de artistas residentes -¡°porque eso puede implicar que solo duermen en un espacio¡±-, sino que deben establecer proyectos colaborativos con alumnos y profesores.
Este proyecto consigue crear un v¨ªnculo entre los ni?os y el arte que perdura en el tiempo gracias a una experiencia est¨¦tica intensa. Es en ese momento en el que los ni?os ¡°asimilan¡± el arte en su vida y ¡°la ense?anza merece la pena¡±. El profesor aclara que no se trata de crear artistas, sino de trabajar un lenguaje diferente que les permita expresarse, sin reducirlo a la sentimentalidad: ¡°Desarrollan una sensibilidad est¨¦tica y esto activa una manera diversa de ver la vida, de ponerse en el lugar del otro y abrirse a lugares, individuos y culturas, genera personas cr¨ªticas y socialmente comprometidas¡±.
Babelia
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