De la Bauhaus a Ikea: el movimiento art¨ªstico que revolucion¨® el dise?o industrial

Actualmente en San Sebasti¨¢n la arquitectura ha adquirido una consideraci¨®n cultural e institucional relevante. Existe cada vez una mayor conciencia del papel social de la arquitectura y de los espacios que habitamos. Por su parte, el dise?o gr¨¢fico e industrial permanece o se visibiliza muchas veces de manera colateral o a la vera de la arquitectura. Es un poco aqu¨ª el caso, pues en el marco de Mugak (Fronteras), segunda Bienal Internacional de Arquitectura de Euskadi, se presenta en el Museo San Telmo esta muestra sobre la Escuela de Ulm.

Menos conocida que su predecesora Bauhaus, la Hochschule f¨¹r Gestaltung fue fundada en Ulm en 1953 por Max Bill, Inge Scholl y Otl Aicher, entre otros, y puede verse como una de las mayores influencias en el dise?o que sigui¨® a la Segunda Guerra Mundial. La visi¨®n de Ulm estaba en usar los principios modernos ¡ªla racionalidad, la econom¨ªa y la t¨¦cnica¡ª en la construcci¨®n de un nuevo mundo en el que el dise?ador estuviera socialmente concernido con los valores de la democracia m¨¢s que con los del comercio. Sin embargo, este compromiso pronto, e inevitablemente, se asoci¨® a las marcas de corporaciones en la sociedad de consumo y globalizaci¨®n emergentes, y hacia 1956 grupos de estudiantes estaban trabajando con compa?¨ªas como Braun, primero, y Lufthansa, despu¨¦s.

Esta democratizaci¨®n del dise?o a trav¨¦s de dos reglas b¨¢sicas, la est¨¦tica moderna funcional y la producci¨®n en masa, fue una de las predicciones que se han revelado certeras. No es dif¨ªcil ver la conexi¨®n con la filosof¨ªa de l¨ªnea blanca del flat pack de Ikea y otras marcas, en la que todos los elementos ¡ªaun de bajo coste¡ª circundan sobre un mismo principio. Tambi¨¦n viene a la cabeza la actualizaci¨®n del concepto de Gute Form (buena forma) que dise?adores como Jasper Morrison han reivindicado desde lo ¡°supernormal¡±.

Asimismo, la Escuela de Ulm fue pionera en cultivar un ideal de vida a trav¨¦s de los muebles y los electrodom¨¦sticos que constituyen la casa y el hogar. La integraci¨®n del dise?ador en la industria sirvi¨® para renovar el consumo, proyectando la idea misma del lifestyle como algo que puede comprarse o, cuando menos, como un horizonte de proyecci¨®n y autoconstrucci¨®n del sujeto y su entorno. Dieter Rams y Hans G. Conrad para Braun, por ejemplo, reinventaron el producto minimalista y al mismo tiempo el branding o identidad corporativa; la l¨ªnea, la arquitectura invisible que conecta los objetos entre s¨ª, estos con el entorno y, en ¨²ltima instancia, con la marca que los a¨²na y recorre casi simbi¨®ticamente por dentro. Una vez ¡°corporeizada¡± la identidad de marca, esta alcanza una dimensi¨®n asociada a una gama de valores y clase social. Hay en esta exposici¨®n paralelismos un tanto obvios aunque estimulantes, como cuando se comparan objetos de Braun con los primeros iphones e ipods de Jony Ive para Apple.

Los logros funcionales y est¨¦ticos de Ulm se hicieron efectivos en la expansi¨®n del capitalismo corporativo

En el Museo San Telmo, el espacio di¨¢fano contrasta con la antig¨¹edad del claustro y la iglesia y, en t¨¦rminos de contexto, refuerza la presentaci¨®n de objetos y el ¨¢nimo detectivesco a la caza del detalle decodificador. Lo que no se ve es lo que importa. Sin embargo, hoy en d¨ªa la neutralidad y la transparencia son igualmente ideol¨®gicas. Una vez asimilado el ¡°menos es m¨¢s¡± miesiano, el purismo de Ulm no es la ¨²nica receta, pues las exitosas identidades de marca se caracterizan hoy por su ubicuidad no manifiesta, y por hacerlas inolvidables a trav¨¦s de una diseminaci¨®n en el subconsciente de sus logotipos y cualidades imperceptibles. En perspectiva, Ulm cumpli¨® a la perfecci¨®n ¡ªen v¨ªsperas del posmodernismo¡ª la tarea inacabada de la modernidad, pues sus logros funcionales y est¨¦ticos se hicieron efectivos, por fin, en la expansi¨®n del capitalismo multinacional y corporativo. Puro, aqu¨ª s¨ª, modernismo tard¨ªo.

Dise?o de sistemas: La escuela de Ulm y la compa?¨ªa Braun. Museo San Telmo. San Sebasti¨¢n. Hasta el 12 de enero.