Elsa Drucaroff: ¡°Trato de que mis cuentos sean cuent¨ªsticos¡±
La autora argentina, madrina de dos generaciones de escritores, publica 'Checkpoint', su primer libro de cuentos
Acaba de llegar de Varsovia, donde ha impartido un curso sobre literatura argentina contempor¨¢nea, y recibe a EL PA?S en la sede de P¨¢ginas de Espuma, editorial que publica Checkpoint. Elsa Drucaroff (Buenos Aires, 1957), Profesora universitaria, escritora, madrina de la generaci¨®n de escritores argentinos que ronda los 40 y cuyos nombres?¡ªAndr¨¦s Neuman, Samantha Schweblin, Pedro Mairal, Selva Almada¡ª?se escuchan por todo el mundo, publica su primer libro de cuentos, un trabajo donde conviven situaciones cotidianas ¡ªuna mujer que pide dinero a su exmarido para su hijo, una ni?a de cuatro a?os se masturba por primera vez¡ª, vibran situaciones del pasado ¡ªun grupo de estudiantes que insulta al televisor en el 78 como acto de resistencia ante un dictador al que no hace falta poner nombre en el cuento¡ª, pero tambi¨¦n hay sitio para las pincelada de terror y ciencia ficci¨®n.
Pregunta. Ha publicado varias novelas pero este es su primer libro de cuentos. ?Qu¨¦ diferencia encuentra entre ambos g¨¦neros?
Respuesta. Hay mucha diferencia. Ambos dan mucho trabajo, pero es un trabajo diferente. La novela ocupa mucho tiempo, y plantea cosas de construcci¨®n, de t¨¦cnica que el cuento no te da. En el cuento todo tiene que desembocar en un v¨¦rtice de tensi¨®n. Esto es al menos en el cuento tradicional, el que yo me planteo. Hoy se ven cuentos que son leg¨ªtimos pero que van por lados menos cuent¨ªsticos.
P. Es un bonito adjetivo.
R. S¨ª. Yo trato de que mis cuentos sean cuent¨ªsticos.
"Mi pensamiento es un cruce entre feminismo, marxismo y teor¨ªa del discurso"
P. No s¨¦ si es bueno asomarse demasiado a Wikipedia. En la p¨¢gina sobre usted, dice: ¡°Su teor¨ªa sobre la semiosis y los discursos se nutre de la sociosemi¨®tica materialista y neomarxista de Raymond Williams y de propuestas de Mija¨ªl Bajt¨ªn, cruzadas con l¨ªneas del feminismo de la diferencia y las lecturas que ¨¦ste hace del psicoan¨¢lisis freudo-lacaniano¡±.
R. (R¨ªe) Esa frase es muy porte?a¡ pero es verdad, es una frase con la que no puedo discutir, porque mi parte te¨®rica arma eso. Dicho r¨¢pido: es un cruce entre feminismo, marxismo y teor¨ªa del discurso.
P. Ese armaz¨®n te¨®rico est¨¢ detr¨¢s de sus construcciones. En su literatura es palpable el poso, por ejemplo, feminista.
R. S¨ª, por supuesto. Yo no me puedo quitar ser feminista, ni ser una mujer, ni ser latinoamericana, ni mi formaci¨®n acad¨¦mica¡ Pero la actividad art¨ªstica es algo que va a otro lado. Todo eso pueden ser materiales de construcci¨®n, pero no el fin. La literatura se diferencia del ensayo en eso: el arte est¨¢ m¨¢s para hacer preguntas que para dar respuestas.
P. Tambi¨¦n es importante en su carrera su labor en talleres literarios. ?Cree que es posible ense?ar a alguien a ser buen escritor?
R. Uuu¡ Esa pregunta¡ No es posible, no, pero no es para ello que se ense?a escritura creativa. Te lanzo otra pregunta: ?Es posible ense?ar a un estudiante de guitarra a ser Eric Clapton? No. Pero Clapton tom¨® clases de guitarra. La escritura creativa es un oficio, no un don que te cae del cielo. Habr¨¢ quien sea tan talentoso para ser un gran escritor o escritora, claro, pero nunca viene mal desmitificarlo. Mira, un gran talento de la d¨¦cada del 20, Roberto Artl, es un gran escritor lleno de grav¨ªsimos problemas t¨¦cnicos, por lo que se est¨¢ haciendo cada vez m¨¢s ilegible. La cr¨ªtica ha intentado racionalizarlos como hallazgos, y s¨ª, a veces son hallazgos. Pero muchas veces no. ?Le hubieran venido bien talleres de escritura? Por Dios, ?Hubiera sido Borges! Adem¨¢s. En ense?anza, es importante que los adolescentes puedan enfrentarse a la experiencia creativa, empoderarse de su lengua no solo leyendo. Escribir democratiza el arte.
P. ?C¨®mo ve la salud de la literatura contempor¨¢nea argentina? Usted ha hecho una importante labor divulgativa.
R. La salud es muy grande. En Los prisioneros de la torre [libro donde Drucaroff establece un corte generacional en la literatura argentina, publicado en 2011] arm¨¦ este corpus, que por suerte sirvi¨® para intervenir en la cultura argentina, porque en ese momento esas generaciones no eran conscientes de s¨ª mismas. Son dos generaciones que empiezan a ser j¨®venes tras la dictadura, con la sombra de los 30.000 desaparecidos. La primera es la de Rodrigo Fres¨¢n, Patricia Su¨¢rez, una generaci¨®n que se liber¨® de la pesada solemnidad del compromiso pol¨ªtico, sin ser indiferente al problema pol¨ªtico. Les toc¨® ser j¨®venes entre 30.000 fantasmas.
P. ?C¨®mo define esa primera generaci¨®n posdictadura?
Esa generaci¨®n tuvo un humor ¨¢cido, macabro, y produjo una est¨¦tica nueva.
P. ?Y la segunda?
R. A la segunda generaci¨®n, los que ahora rondan los 40 a?os, le toc¨® un momento en el que el kirchnerismo toma la decisi¨®n pol¨ªtica de hacer justicia. M¨¢s all¨¢ de que seas kirchnerista o no, esta lucha contra la impunidad se instal¨® en la sociedad argentina. Esta segunda generaci¨®n ha demostrado continuar por la vida de la no solemnidad.
P. Hablamos de Andr¨¦s Neuman, Samantha Schweblin, Selva Almada, Pedro Mairal¡ usted ha sido una gran portavoz de ellos.
R. S¨ª. Yo me propuse legitimarlos desde mi lugar acad¨¦mico. Pero porque me sedujo su literatura, eh, yo no los conoc¨ªa. Yo hice caso a mis estudiantes, escuch¨¦ los libros de los que me hablaban. Sent¨ª que algo estaba vibrando. Y todo explot¨® con una novela de Carlos Gamerro a comienzos del 2000. Entonces la gente que escrib¨ªa no se le¨ªa, no se juntaban entre ellos: el ostracismo de cada escritor era total. Y en ese contexto una alumna me dijo: ¡°Ten¨¦s que leer Las islas de Gamerro, es el Ad¨¢n Buenosayres de mi generaci¨®n¡±. Hablamos de 2004. Cuando dijo eso de ¡°mi generaci¨®n¡±¡ antes no hablaban de ello. Dije: '?Algo est¨¢ pasando!'. Me puse a trabajar, y vi esa riqueza. Fue un trabajo de arqueolog¨ªa. Y me propuse visibilizar a esas dos generaciones.
P. Siendo el compromiso tan importante en su trabajo, no puedo dejar de preguntar c¨®mo ve la actualidad argentina.
R. Pues que peor que Macri no va a haber nada. Cuando est¨¢s en el fondo del pozo solo hay una direcci¨®n: hacia arriba.
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