_
_
_
_

Dentro de Auschwitz

Con motivo del 75? aniversario de la liberaci¨®n de Auschwitz, el autor de ¡®KL¡¯, una monumental historia de los ¡®lager¡¯ nazis, traza el retrato de la vida y la muerte en el campo m¨¢s mort¨ªfero y simb¨®lico del Holocausto

Zapatos del v¨ªctimas de los nazis conservados en el Memorial de Auschwitz.
Zapatos del v¨ªctimas de los nazis conservados en el Memorial de Auschwitz.Daniel Ochoa de Olza

"Querido lector, escribo estas palabras en mis momentos de mayor desesperaci¨®n¡±. As¨ª comienza un texto de Zalmen Gradowski, redactado en Auschwitz-Birkenau en la primavera de 1944 y descubierto poco despu¨¦s de la liberaci¨®n del campo metido en una lata, cerca de los crematorios destruidos. Hab¨ªan deportado a Gradowski al campo de exterminio a finales de 1942. Su esposa Sonia, su madre y sus dos hermanas murieron asesinadas al cabo de solo unas horas, junto con otros centenares m¨¢s de jud¨ªos polacos que iban en el mismo tren. A Gradowski lo incluyeron en un grupo mucho m¨¢s reducido, escogido para hacer trabajos forzosos, y las SS pronto lo enviaron al temido Sonderkommando: los presos que ten¨ªan que colaborar en el asesinato en masa de otros presos.

M¨¢s informaci¨®n
La memoria del horror
Un follet¨ªn para Auschwitz
Auschwitz con pies de foto

Hasta su muerte en el propio campo, Gradowski escribi¨® en secreto la cr¨®nica de la interminable procesi¨®n de los condenados a las c¨¢maras de gas, desde sus l¨¢grimas cuando se desnudaban hasta las cenizas que se llevaban en carretillas. Esperaba fervientemente que alg¨²n d¨ªa se encontraran sus escritos y que pudieran ayudar a las futuras generaciones a ¡°formarse una imagen¡± del ¡°infierno de Birkenau-Auschwitz¡±. Incluso lleg¨® a dirigirse a esos posibles lectores y a hacer este llamamiento: ¡°Ustedes tendr¨¢n que imaginarse la realidad¡±.

Auschwitz no ha ca¨ªdo en el olvido, como tem¨ªa Gradowski. El campo m¨¢s mort¨ªfero del Holocausto, en el que las SS asesinaron a casi un mill¨®n de jud¨ªos, ocupa un lugar central en la memoria colectiva. Pero el Auschwitz de la imaginaci¨®n popular, muchas veces, guarda poca relaci¨®n con el Auschwitz en el que vivi¨® y muri¨® Gradowski. Como s¨ªmbolo mundial del mal, el campo se ha separado de su realidad. Las im¨¢genes populares flotan alejadas de su contexto hist¨®rico y gravitan hacia el mito y la confusi¨®n.

?C¨®mo podemos cumplir con el llamamiento de Gradowski a ¡°imaginar la realidad¡± de Auschwitz? Una manera de hacer m¨¢s reconocible el campo es examinar lo que el antrop¨®logo Clifford Geertz llam¨® la ¡°vida sentida¡±, descubrir las experiencias inmediatas de los prisioneros, los criminales y los espectadores y c¨®mo las interpretaron ellos en su momento. Mostrar estas texturas de la vida cotidiana, lo ordinario dentro de lo extraordinario, puede desmitificar Auschwitz y hacerlo m¨¢s tangible.

Cremaci¨®n en Auschwitz, sobre 1943.
Cremaci¨®n en Auschwitz, sobre 1943.GEtty

Los documentos contempor¨¢neos y los testimonios posteriores est¨¢n llenos de huellas de la experiencia vivida. Unas huellas tan abundantes, de hecho, que necesitamos filtrarlas, ampliar los aspectos fundamentales para verlos con m¨¢s nitidez. Entre esos aspectos se encuentra el paisaje material de la persecuci¨®n. Una relaci¨®n m¨¢s estrecha con los lugares y los espacios, con sus dimensiones emocionales y sensoriales, ayuda a hacer realidad el campo y revela elementos de la experiencia vivida que suelen permanecer ocultos en los m¨¢rgenes de la visibilidad hist¨®rica, empezando por la topograf¨ªa de Auschwitz.

Despu¨¦s de la invasi¨®n alemana de Polonia en el oto?o de 1939, los oficiales de las SS empezaron a buscar enseguida sitios para un nuevo campo de concentraci¨®n en el que reprimir la resistencia polaca. Se decidieron por la ciudad de O?wi?cim (que los ocupantes llamaron Auschwitz), en la Alta Silesia, atra¨ªdos por las buenas comunicaciones y un enorme complejo cuartelario a las afueras que iba a ser el n¨²cleo inicial del nuevo campo. Pero el ambiente local no era demasiado hospitalario y, en a?os sucesivos, los hombres de las SS se quejar¨ªan a menudo de las malas condiciones de trabajo ¡ªde los insectos y las infecciones¡ª, de las que responsabilizaban, en su mentalidad colonial, al ¡°primitivo Este¡±.

Lo que para los ocupantes era una molestia demostr¨® ser una amenaza existencial contra los prisioneros debilitados por los malos tratos de las SS. Hambrientos y enfermos, para ellos el mundo natural era un adversario m¨¢s. Cada ma?ana, angustiados, comprobaban c¨®mo estaba un tiempo impredecible, porque cada estaci¨®n acarreaba su propia tortura. En primavera y oto?o, las lluvias copiosas y los fuertes vientos empapaban a los que trabajaban al aire libre y creaban un espeso mar de barro. ¡°Cuando llueve, tenemos ganas de llorar¡±, escribi¨® Primo Levi.

Visitantes en el Memorial de Auschwitz.
Visitantes en el Memorial de Auschwitz.Daniel Ochoa de Olza

Cuando la tierra se hab¨ªa secado bajo el sol estival, varias secciones del campo se volv¨ªan desoladas y polvorientas. El calor aplastaba a los presos quemados por el sol, que sufr¨ªan a los mosquitos e insectos en general. Lo peor era la sed enloquecedora. Pero tambi¨¦n ten¨ªan miedo al fr¨ªo. Los finos uniformes y los barracones rudimentarios ofrec¨ªan poca protecci¨®n contra la nieve y el viento helado. El invierno, sab¨ªan los presos, era la estaci¨®n de las congelaciones y las amputaciones.

Mientras tanto, las SS se dedicaban a transformar el paisaje natural empleando a los presos como esclavos: plantas y ¨¢rboles para embellecer los despachos de los oficiales y ocultar sus cr¨ªmenes. Y esos cambios en el panorama fueron acompa?ados de una transformaci¨®n total de entorno construido.

Los edificios y las ruinas que, junto con los 13 kil¨®metros de verja, componen hoy el Memorial de Auschwitz-Birkenau son los restos de lo que fue una enorme ciudad del terror. Cuando hoy visitamos el lugar, parece inm¨®vil y est¨¢tico. Para imaginar el pasado, debemos darle vida. Hombres de las SS en bicicleta, moto y coche cruzaban el campo a todas horas. Los presos tambi¨¦n estaban todo el tiempo de un lado para otro, y los trenes y camiones llegaban cargados de nuevos prisioneros d¨ªa y noche. Adem¨¢s, los soldados recib¨ªan suministros, desde materiales de construcci¨®n hasta gas venenoso, y enviaban un sinn¨²mero de cosas, desde materiales militares fabricados por los presos hasta pertenencias de los jud¨ªos asesinados. El campo estaba en actividad constante: las personas, las mercanc¨ªas y los propios espacios que recorr¨ªan. Porque Auschwitz era una enorme zona de obras.

Los SS no deb¨ªan mostrar empat¨ªa hacia los prisioneros. Las manifestaciones de desolaci¨®n estaban prohibidas

El campo cambiaba de aspecto de un d¨ªa para otro, a medida que se derribaban, se ampliaban y se constru¨ªan edificios. Las nuevas estructuras, una vez terminadas, se incorporaban al tejido de la vida diaria. Los crematorios de Birkenau, construidos en 1942-1943, eran recordatorios implacables de lo que aguardaba a muchos presos seleccionados para los trabajos forzosos. Aunque pocos ve¨ªan directamente los edificios, siempre los ten¨ªan presentes: los prisioneros ol¨ªan la carne quemada y ve¨ªan el destello rojo de noche y el humo espeso de d¨ªa.

Ahora bien, las obras no solo serv¨ªan para consolidar el dominio de las SS. Tambi¨¦n creaban, involuntariamente, espacios para que los prisioneros se buscaran la vida. Cuantos m¨¢s contratistas civiles trabajaban en el campo, m¨¢s oportunidades hab¨ªa de trueques y sobornos. Todo el abigarramiento y toda la agitaci¨®n hac¨ªan m¨¢s dif¨ªcil el control, porque los obst¨¢culos en las l¨ªneas de visi¨®n permit¨ªan llevar a cabo actividades ilegales. Los presos siempre intentaban lo que el historiador Tim Cole denomin¨® ¡°estrategias espaciales de supervivencia¡±, fijar lugares clandestinos para hablar, rezar y cocinar, e incluso para emborracharse.

Los aspectos materiales del asesinato de masas ponen de relieve la importancia de los sentidos en el campo

Algunos investigadores creen que los campos como Auschwitz fueron lugares de dominio total de las SS. Desde luego, eso era lo que los criminales?quer¨ªan que fueran. Pero sus dise?os monumentales, muchas veces, se parec¨ªan poco a la realidad terminada. Las prioridades cambiaban una y otra vez, y los arquitectos de las SS ve¨ªan sus planes desbaratados por el desabastecimiento, el mal tiempo y (lo m¨¢s importante de todo) las muertes masivas de sus trabajadores esclavos. A la hora de la verdad, las visiones grandiosas ten¨ªan que dejar paso a chapuzas. Es un error pensar en Auschwitz como una m¨¢quina totalitaria que avanzaba en l¨ªnea recta y por una v¨ªa ¨²nica.

Los movimientos y la fluidez tambi¨¦n configuraban los l¨ªmites que divid¨ªan Auschwitz en zonas diferenciadas. En general, dichos espacios eran creaciones de las SS, pensados para aislar a los presos con arreglo a criterios como el estado de salud, la edad y los or¨ªgenes. Pero, a pesar de su poder, las SS no eran omniscientes. Los oficiales sol¨ªan evitar el contacto estrecho con los presos, por temor a que los atacaran o les contagiasen enfermedades. Las verjas no solo estaban para impedir huidas; tambi¨¦n para que los prisioneros se mantuvieran lejos de los oficiales.

El l¨ªmite m¨¢s importante era el que separaba el campo del exterior. Auschwitz era ¡°un campo de concentraci¨®n alem¨¢n¡±, advirti¨® el obersturmf¨¹hrer Karl Fritzsch a los primeros presos polacos en junio de 1940, sin ¡°m¨¢s salida que la chimenea del crematorio¡±. Sin embargo, la mayor¨ªa de los presos estaba en su recinto solo de noche. De d¨ªa traspasaban las alambradas para hacer trabajos forzosos, estrechamente vigilados por guardias armados. Otros guardias observaban desde unas torretas que formaban largas cadenas alrededor de la ¡°zona de inter¨¦s¡± de las SS. Por la noche, despu¨¦s de que los presos hubieran vuelto, las cadenas de puestos de vigilancia se retiraban. Es decir, los l¨ªmites del campo de Auschwitz se extend¨ªan y contra¨ªan a diario.

Los testimonios de los presos dan fe de la compleja vida emocional de Auschwitz, llena de amistad y amor

Para las SS, el objetivo del l¨ªmite exterior era controlar a los prisioneros, adem¨¢s de la circulaci¨®n de las mercanc¨ªas y el conocimiento. Pero el hecho de que los presos trabajaran fuera hac¨ªa inevitablemente que resultara m¨¢s poroso y creaba espacios de contactos clandestinos entre ellos y la poblaci¨®n polaca. Adem¨¢s, los habitantes locales, esposas de los soldados, trabajadores del ferrocarril y polic¨ªas alemanes transmit¨ªan noticias sobre los cr¨ªmenes de las SS. Como consecuencia, pronto empezaron a extenderse por la ciudad de Auschwitz rumores y algunas pruebas. Ninguna valla pod¨ªa impedir que soplaran vientos pestilentes desde Birkenau hasta la estaci¨®n de tren y m¨¢s all¨¢. Un d¨ªa, en alg¨²n momento despu¨¦s de su llegada a Auschwitz desde Berl¨ªn, una profesora alemana volvi¨® a casa y se encontr¨® su mesa cubierta en algo que parec¨ªa ceniza de cigarro. Su casera explic¨® que eran ¡°cenizas humanas¡± del campo, donde estaban ¡°otra vez quemando a algunos en el crematorio¡±.

Los aspectos materiales del asesinato de masas ¡ªel olor, el humo, los restos quemados¡ª ponen de relieve la importancia de los sentidos en Auschwitz. Para los prisioneros, algunos de los cuales hablaban de c¨®mo se les hab¨ªan agudizado el olfato y el o¨ªdo, los sentidos eran esenciales para su propia supervivencia. Por ejemplo, el ritmo diario del campo se med¨ªa en funci¨®n de los gongs, los timbres, las sirenas y los silbatos. A falta de relojes, esos sonidos del poder de las SS eran los que marcaban el ritmo de su vida y gobernaban sus movimientos. Cualquiera que perdiera el comp¨¢s estaba en peligro.

No obstante, los sentidos, pese a toda la importancia que ten¨ªan para los prisioneros, no suelen figurar en los estudios sobre Auschwitz. En los setenta, el investigador pionero sobre el Holocausto Terrence Des Pres advirti¨® que ¡°tendemos a olvidar c¨®mo ol¨ªan y qu¨¦ aspecto ten¨ªan los presos de los campos¡±. Pocos historiadores han seguido sus huellas para examinar los elementos m¨¢s viscerales de la vida diaria en los campos, tal vez por miedo a empa?ar la dignidad de las v¨ªctimas. Pero ocultar la realidad corporal de los malos tratos de las SS no sirve m¨¢s que para esterilizar los campos y santificar a las v¨ªctimas, lo que crea todav¨ªa m¨¢s mitos.

Para imaginar Auschwitz, hay que imaginar una agresi¨®n constante a los sentidos. En su obra, Des Pres describ¨ªa la ¡°agresi¨®n excrementicia¡± de los campos, con los prisioneros y los recintos impregnados en heces y orina. Des Pres se equivoc¨® al pensar que esta era una estrategia deliberada de las SS para degradar a los prisioneros; en realidad, la diarrea descontrolada era consecuencia de unas raciones de hambre y la superpoblaci¨®n. Pero s¨ª hizo bien en explorar los aspectos olfativos de un lugar como Auschwitz. Al fin y al cabo, los excrementos estaban en todas partes, y la diarrea ¡ªque obligaba a algunos presos a vaciar los intestinos m¨¢s de 20 veces al d¨ªa¡ª humillaba y debilitaba profundamente a las v¨ªctimas.

Peligro constante de ser enviado a la c¨¢mara de gas

El olor tambi¨¦n era un fuerte indicador de las jerarqu¨ªas de los prisioneros y las reforzaba todav¨ªa m¨¢s. Unos pocos privilegiados ten¨ªan acceso a agua, medicinas, ropa limpia, a veces incluso perfume, que ¡°organizaban¡± en los almacenes donde se guardaban las propiedades de los jud¨ªos asesinados. En cambio, los presos que ocupaban el escal¨®n inferior eran los que desprend¨ªan el olor m¨¢s penetrante, viv¨ªan con el rechazo de los dem¨¢s y estaban en peligro constante de que los enviaran a la c¨¢mara de gas.

En cuanto a los guardias y sus c¨®mplices, el olor confirmaba su imagen de los prisioneros como seres infrahumanos: peligrosos, sucios y llenos de enfermedades. Hab¨ªa muy pocas excepciones. Los presos que trabajaban en los despachos pod¨ªan lavarse con m¨¢s frecuencia y ten¨ªan mejores uniformes, para ahorrar a los jefes de las SS los olores m¨¢s ofensivos y las posibles enfermedades. Pero no todos se quedaban tranquilos. El unterscharf¨¹hrer Bernhard Kristan, del Departamento Pol¨ªtico, ten¨ªa terror a tocar el picaporte de un despacho en el que trabajaban jud¨ªos como administrativos, y lo abr¨ªa con el codo. Es evidente que el miedo era omnipresente no solo entre los prisioneros sino tambi¨¦n entre los oficiales.

Lo cual dirige nuestra atenci¨®n hacia el rico paisaje emocional del campo, otro elemento de la experiencia vivida que sigue siendo, en gran parte, una p¨¢gina en blanco. Un estudio sistem¨¢tico de las emociones en Auschwitz podr¨ªa empezar por el concepto de ¡°comunidades emocionales¡± de Barbara Rosenwein, unos grupos que distinguen los sentimientos deseables de los que no lo son y prescriben formas espec¨ªficas de expresarlos. Las SS de los campos eran una comunidad emocional de ese tipo, y una de sus reglas era que el personal no deb¨ªa mostrar empat¨ªa hacia los prisioneros. El desasosiego ocasional sobre la suerte de alguna v¨ªctima concreta, como un ni?o que lloraba, pod¨ªa tolerarse en privado. Pero las manifestaciones abiertas de malestar o desolaci¨®n estaban estrictamente prohibidas.

En sus memorias, el comandante de Auschwitz Rudolf H?ss habla de c¨®mo reprim¨ªa sus sentimientos de malestar durante los asesinatos. Su distorsionado ideal emocional era el del ¡°soldado pol¨ªtico¡± que actuaba con sangre fr¨ªa, coraz¨®n de piedra y pu?o de hierro, pero sin que el sufrimiento de los prisioneros le produjese ning¨²n placer. Desde luego, muchos de sus hombres actuaban con furia. Algunos hac¨ªan despliegues teatrales de odio para avanzar en sus carreras, en espacios que pronto pasaron a estar asociados con la violencia m¨¢s extrema, como la plaza en la que se pasaba lista.

Compleja vida emocional

Toda esta violencia de las SS establec¨ªa normas emocionales para los presos. Estos aprendieron pronto que cualquiera que destacara se convert¨ªa en un blanco. Por consiguiente, cualquier expresi¨®n de las emociones se volv¨ªa peligrosa, porque un gesto de ira o angustia pod¨ªa llamar la atenci¨®n. As¨ª que, en sus momentos de contacto con los guardias, los presos trataban de permanecer impasibles. Una jud¨ªa que estaba trabajado de administrativa y tramitaba los certificados de defunci¨®n en Auschwitz se encontr¨® con la documentaci¨®n de la muerte de su hermano, y entonces se derrumb¨® y se ech¨® a llorar con el rostro en las manos. Pero entonces oy¨® voces de soldados en el despacho de al lado, e hizo todo lo que pudo para calmarse. ¡°Dej¨® de llorar¡±, recordaba una amiga. ¡°La ¨²nica huella de su dolor eran los ojos rojos y los temblores que estremec¨ªan su cuerpo¡±. Aun as¨ª, el control de las SS no hizo de v¨ªctimas como ella ¡°espantosas marionetas de rostro humano¡±, como suger¨ªa Hannah Arendt. Al contrario, los testimonios de los prisioneros dan fe de la compleja vida emocional en Auschwitz, llena de verg¨¹enza y envidia, amistad y amor.

En su ruego desesperado, escrito frente a una muerte casi segura, Zalmen Gradowski nos pide que hagamos algo imposible: imaginar todo el horror de Auschwitz. Auschwitz, en su totalidad, est¨¢ fuera del alcance de nuestra imaginaci¨®n. Pero debemos intentarlo. Si no, el vac¨ªo resultante seguir¨¢ llen¨¢ndose de mitos. Para parafrasear a Tony Judt: dado que no es posible recordar Auschwitz exactamente como era, existe el peligro de recordarlo como no era. Y una forma de comprender mejor la experiencia del campo es prestar m¨¢s atenci¨®n a sus aspectos espaciales, sensoriales y emocionales y a c¨®mo se entrecruzaban. Entonces, hasta los espacios m¨¢s peque?os pueden revelar muchas cosas.

Pensemos en el dormitorio, que tanta importancia ten¨ªa en las vidas de los prisioneros pero tan poco inter¨¦s acad¨¦mico ha suscitado. Los presos que regresaban a su barrac¨®n hab¨ªan sobrevivido a otro d¨ªa. Pero no era frecuente que pudieran descansar. Api?ados en unos espacios asfixiantes, muchos tem¨ªan que llegara la noche. Los colchones estaban llenos de pulgas y las ri?as los manten¨ªan despiertos, igual que la peste que emanaba de los cubos. Todas las emociones y sensaciones vinculadas a las literas nos recuerdan que la agon¨ªa de Auschwitz era constante, interminable, una hora tras otra.

Aun as¨ª, para algunos presos, las literas tambi¨¦n supon¨ªan un poco de calor. Para Zalmen Gradowski, era un lugar en el que el dolor pod¨ªa disolverse a veces en sue?os breves y felices, repletos de dulces sensaciones, aunque eso hac¨ªa que el despertar fuera todav¨ªa m¨¢s aterrador. Semidormido, escribe Gradowski, un prisionero pod¨ªa ver los rostros de sus seres queridos, o¨ªr su risa y sentir su toque de cari?o. Pero entonces se daba cuenta, con un miedo insondable, de d¨®nde estaba y de que su familia hab¨ªa desaparecido hac¨ªa mucho tiempo. ¡°Ah, ?por qu¨¦, con qu¨¦ prop¨®sito le hab¨ªa despertado el gong? Ojal¨¢ pudiera quedarse en ese id¨ªlico sue?o eternamente, siempre dormido. Entonces morir¨ªa feliz¡±.

Nikolaus Wachsmann es profesor de historia en el Birkbeck College de Londres y autor de ¡®KL. Historia de los campos de concentraci¨®n nazis¡¯ (Cr¨ªtica).

Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo

?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?

Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.

?Por qu¨¦ est¨¢s viendo esto?

Flecha

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.

En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
_
_
seductrice.net
universo-virtual.com
buytrendz.net
thisforall.net
benchpressgains.com
qthzb.com
mindhunter9.com
dwjqp1.com
secure-signup.net
ahaayy.com
tressesindia.com
puresybian.com
krpano-chs.com
cre8workshop.com
hdkino.org
peixun021.com
qz786.com
utahperformingartscenter.org
worldqrmconference.com
shangyuwh.com
eejssdfsdfdfjsd.com
playminecraftfreeonline.com
trekvietnamtour.com
your-business-articles.com
essaywritingservice10.com
hindusamaaj.com
joggingvideo.com
wandercoups.com
wormblaster.net
tongchengchuyange0004.com
internetknowing.com
breachurch.com
peachesnginburlesque.com
dataarchitectoo.com
clientfunnelformula.com
30pps.com
cherylroll.com
ks2252.com
prowp.net
webmanicura.com
sofietsshotel.com
facetorch.com
nylawyerreview.com
apapromotions.com
shareparelli.com
goeaglepointe.com
thegreenmanpubphuket.com
karotorossian.com
publicsensor.com
taiwandefence.com
epcsur.com
southstills.com
tvtv98.com
thewellington-hotel.com
bccaipiao.com
colectoresindustrialesgs.com
shenanddcg.com
capriartfilmfestival.com
replicabreitlingsale.com
thaiamarinnewtoncorner.com
gkmcww.com
mbnkbj.com
andrewbrennandesign.com
cod54.com
luobinzhang.com
faithfirst.net
zjyc28.com
tongchengjinyeyouyue0004.com
nhuan6.com
kftz5k.com
oldgardensflowers.com
lightupthefloor.com
bahamamamas-stjohns.com
ly2818.com
905onthebay.com
fonemenu.com
notanothermovie.com
ukrainehighclassescort.com
meincmagazine.com
av-5858.com
yallerdawg.com
donkeythemovie.com
corporatehospitalitygroup.com
boboyy88.com
miteinander-lernen.com
dannayconsulting.com
officialtomsshoesoutletstore.com
forsale-amoxil-amoxicillin.net
generictadalafil-canada.net
guitarlessonseastlondon.com
lesliesrestaurants.com
mattyno9.com
nri-homeloans.com
rtgvisas-qatar.com
salbutamolventolinonline.net
sportsinjuries.info
wedsna.com
rgkntk.com
bkkmarketplace.com
zxqcwx.com
breakupprogram.com
boxcardc.com
unblockyoutubeindonesia.com
fabulousbookmark.com
beat-the.com
guatemala-sailfishing-vacations-charters.com
magie-marketing.com
kingstonliteracy.com
guitaraffinity.com
eurelookinggoodapparel.com
howtolosecheekfat.net
marioncma.org
oliviadavismusic.com
shantelcampbellrealestate.com
shopleborn13.com
topindiafree.com
v-visitors.net
djjky.com
053hh.com
originbluei.com
baucishotel.com
33kkn.com
intrinsiqresearch.com
mariaescort-kiev.com
mymaguk.com
sponsored4u.com
crimsonclass.com
bataillenavale.com
searchtile.com
ze-stribrnych-struh.com
zenithalhype.com
modalpkv.com
bouisset-lafforgue.com
useupload.com
37r.net
autoankauf-muenster.com
bantinbongda.net
bilgius.com
brabustermagazine.com
indigrow.org
miicrosofts.net
mysmiletravel.com
selinasims.com
spellcubesapp.com
usa-faction.com
hypoallergenicdogsnames.com
dailyupdatez.com
foodphotographyreviews.com
cricutcom-setup.com
chprowebdesign.com
katyrealty-kanepa.com
tasramar.com
bilgipinari.org
four-am.com
indiarepublicday.com
inquick-enbooks.com
iracmpi.com
kakaschoenen.com
lsm99flash.com
nana1255.com
ngen-niagara.com
technwzs.com
virtualonlinecasino1345.com
wallpapertop.net
casino-natali.com
iprofit-internet.com
denochemexicana.com
eventhalfkg.com
medcon-taiwan.com
life-himawari.com
myriamshomes.com
nightmarevue.com
healthandfitnesslives.com
androidnews-jp.com
allstarsru.com
bestofthebuckeyestate.com
bestofthefirststate.com
bestwireless7.com
britsmile.com
declarationintermittent.com
findhereall.com
jingyou888.com
lsm99deal.com
lsm99galaxy.com
moozatech.com
nuagh.com
patliyo.com
philomenamagikz.net
rckouba.net
saturnunipessoallda.com
tallahasseefrolics.com
thematurehardcore.net
totalenvironment-inthatquietearth.com
velislavakaymakanova.com
vermontenergetic.com
kakakpintar.com
begorgeouslady.com
1800birks4u.com
2wheelstogo.com
6strip4you.com
bigdata-world.net
emailandco.net
gacapal.com
jharpost.com
krishnaastro.com
lsm99credit.com
mascalzonicampani.com
sitemapxml.org
thecityslums.net
topagh.com
flairnetwebdesign.com
rajasthancarservices.com
bangkaeair.com
beneventocoupon.com
noternet.org
oqtive.com
smilebrightrx.com
decollage-etiquette.com
1millionbestdownloads.com
7658.info
bidbass.com
devlopworldtech.com
digitalmarketingrajkot.com
fluginfo.net
naqlafshk.com
passion-decouverte.com
playsirius.com
spacceleratorintl.com
stikyballs.com
top10way.com
yokidsyogurt.com
zszyhl.com
16firthcrescent.com
abogadolaboralistamd.com
apk2wap.com
aromacremeria.com
banparacard.com
bosmanraws.com
businessproviderblog.com
caltonosa.com
calvaryrevivalchurch.org
chastenedsoulwithabrokenheart.com
cheminotsgardcevennes.com
cooksspot.com
cqxzpt.com
deesywig.com
deltacartoonmaps.com
despixelsetdeshommes.com
duocoracaobrasileiro.com
fareshopbd.com
goodpainspills.com
hemendekor.com
kobisitecdn.com
makaigoods.com
mgs1454.com
piccadillyresidences.com
radiolaondafresca.com
rubendorf.com
searchengineimprov.com
sellmyhrvahome.com
shugahouseessentials.com
sonihullquad.com
subtractkilos.com
valeriekelmansky.com
vipasdigitalmarketing.com
voolivrerj.com
zeelonggroup.com
1015southrockhill.com
10x10b.com
111-online-casinos.com
191cb.com
3665arpentunitd.com
aitesonics.com
bag-shokunin.com
brightotech.com
communication-digitale-services.com
covoakland.org
dariaprimapack.com
freefortniteaccountss.com
gatebizglobal.com
global1entertainmentnews.com
greatytene.com
hiroshiwakita.com
iktodaypk.com
jahatsakong.com
meadowbrookgolfgroup.com
newsbharati.net
platinumstudiosdesign.com
slotxogamesplay.com
strikestaruk.com
trucosdefortnite.com
ufabetrune.com
weddedtowhitmore.com
12940brycecanyonunitb.com
1311dietrichoaks.com
2monarchtraceunit303.com
601legendhill.com
850elaine.com
adieusolasomade.com
andora-ke.com
bestslotxogames.com
cannagomcallen.com
endlesslyhot.com
iestpjva.com
ouqprint.com
pwmaplefest.com
qtylmr.com
rb88betting.com
buscadogues.com
1007macfm.com
born-wild.com
growthinvests.com
promocode-casino.com
proyectogalgoargentina.com
wbthompson-art.com
whitemountainwheels.com
7thavehvl.com
developmethis.com
funkydogbowties.com
travelodgegrandjunction.com
gao-town.com
globalmarketsuite.com
blogshippo.com
hdbka.com
proboards67.com
outletonline-michaelkors.com
kalkis-research.com
thuthuatit.net
buckcash.com
hollistercanada.com
docterror.com
asadart.com
vmayke.org
erwincomputers.com
dirimart.org
okkii.com
loteriasdecehegin.com
mountanalog.com
healingtaobritain.com
ttxmonitor.com
nwordpress.com
11bolabonanza.com