Suicidio, machismo, homofobia: no hay vetos en el teatro para j¨®venes
Dramaturgos de renombre conquistan los institutos con tem¨¢ticas adolescentes
La obra teatral #malditos16, de Nando L¨®pez, fue un exitazo cuando se estren¨® en 2017 en el Centro Dram¨¢tico Nacional y es el t¨ªtulo de la editorial Ant¨ªgona (especializada en teatro) m¨¢s vendido el a?o pasado. Y eso que su tema no es agradable: reconstruye la vida de cuatro j¨®venes que intentaron suicidarse cuando ten¨ªan 16 a?os. Por la boca, de Jose Padilla, est¨¢ protagonizada por una adolescente anor¨¦xica. El ¨²ltimo rom¨¢ntico, de Denise Despeyroux, presenta una situaci¨®n de maltrato en una pareja de chavales. Fiesta, fiesta, fiesta, de Luc¨ªa Miranda, recoge las preocupaciones de los habitantes de un instituto p¨²blico espa?ol, tanto los alumnos como sus familias y sus profesores. Nunca pasa nada, tambi¨¦n de Nando L¨®pez, repasa las vivencias (algunas traum¨¢ticas) de una pandilla de veintea?eros.
Estas obras forman parte de una nueva l¨ªnea de programaci¨®n que acaba de inaugurar el teatro Galileo de Madrid dedicada al p¨²blico juvenil. Suicidio, violencia machista, identidad sexual, amistad, frustraciones... no hay vetos. ¡°Por supuesto que no hay vetos ni debe haberlos, la comunidad docente es un¨¢nimemente contraria al veto parental en todos los ¨¢mbitos. Precisamente por eso gustan tanto estas obras a los chavales. Son temas que les preocupan, problemas que muchas veces no saben c¨®mo enfrentar. Encontrar reflejados en el teatro sus conflictos y sus miedos, poder hablar de ello a la salida o en los debates que suele haber despu¨¦s de las funciones, supone para muchos de ellos un desahogo tremendo¡±, explica Nando L¨®pez.
Hablamos de espectadores de 12 a 20 a?os, una franja de edad tradicionalmente ignorada por los dramaturgos ¡°de prestigio¡±, volcados m¨¢s bien en escribir obras para adultos, que dan m¨¢s renombre y visibilidad. En consecuencia, los j¨®venes tampoco suelen mostrar mucho entusiasmo por el teatro: no se ven reflejados en ese espejo que se le supone al g¨¦nero. Por suerte, eso est¨¢ cambiando, en buena parte porque ellos mismos lo est¨¢n demandando. L¨®pez, por ejemplo, escribi¨® su primera obra de teatro por encargo de LaJoven, compa?¨ªa especializada en este tipo de p¨²blico, que le pidi¨® que adaptara su novela La edad de la ira (finalista del Premio Nadal en 2010), que aborda el problema de la homofobia en los institutos. La novela va por su 12? edici¨®n y la versi¨®n teatral (estrenada en 2017) por la sexta. No es el ¨²nico best seller de este autor: sus novelas Nadie nos oye (2018), En las redes del miedo (2019) van de mano en mano en los institutos y est¨¢ a punto de publicar Hasta nunca, Peter Pan.
Jose Padilla, autor de ¨¦xitos entre el p¨²blico adulto como Las cr¨®nicas de Sanchidri¨¢n, tambi¨¦n se acerc¨® a los j¨®venes por encargo. En 2016 la productora Ventr¨ªculo Veloz, especializada en esa franja, le pidi¨® que escribiera una obra sobre el acoso escolar. Con completa libertad, sin cortapisas. La titul¨® Papel y tuvo tan buena acogida que le pidieron una segunda al a?o siguiente, que result¨® ser Por la boca, sobre el acoso escolar, y otra m¨¢s la temporada siguiente, Dados, sobre la identidad sexual. Las tres conforman la Trilog¨ªa veloz y todav¨ªa hoy los institutos se las rifan para sus campa?as de teatro escolar. ?El secreto? ¡°No escribir con condescendencia. Si ellos notan que les quieres adoctrinar, se alejan. Tienes que intentar ponerte en su piel, volver t¨² mismo a la adolescencia, por muy inc¨®modo que eso resulte, pues es una etapa de la vida dif¨ªcil que en general todo el mundo quiere olvidar. Quiz¨¢ por eso nos cuesta tanto escribir sobre ella¡±, responde Padilla.
M¨¢s reciente es la experiencia de Denise Despeyroux, otro nombre importante de la dramaturgia contempor¨¢nea en espa?ol, que ha llegado al teatro para j¨®venes de la misma manera que Padilla, por encargo de Ventr¨ªculo Veloz. Y como Padilla, su m¨¢xima ha sido evitar el adoctrinamiento. ¡°Me pidieron que escribiera sobre la violencia de g¨¦nero. Un tema delicado, no quer¨ªa presentarles una situaci¨®n t¨ªpica, sino una m¨¢s sutil. Lo bueno es que en general todos han sabido reconocerla en la obra, aunque en algunos debates posteriores a la funci¨®n se han o¨ªdo argumentos preocupantes, como que las mujeres tambi¨¦n pueden ser violentas con los hombres, posiblemente o¨ªdos a algunos pol¨ªticos¡±, comenta la autora.
Luc¨ªa Miranda es un caso aparte. Lo suyo fue por iniciativa propia. ¡°Estuve trabajando en programas de teatro aplicado unos cuantos a?os en EE UU y all¨ª descubr¨ª proyectos incre¨ªbles. En Espa?a estamos retrasad¨ªsimos, es como si di¨¦ramos por perdida esa franja de edad de antemano porque es muy dif¨ªcil. No es tan dif¨ªcil, simplemente hay que intentar ponerse en su lugar, reconectar con esa edad, escuchar sus preocupaciones. Y luego llevarlas al escenario de una manera art¨ªstica, no pensando en ser pedag¨®gico¡±, advierte. Tras recorrer institutos de toda Espa?a con su obra Fiesta, fiesta, fiesta, la dramaturga acaba de estrenar un nuevo trabajo, La chica que so?aba, que invita a las j¨®venes a conquistar profesiones cient¨ªficas o tradicionalmente ¡°masculinas¡±.
Babelia
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