Ren¨¦e Zellweger... y poco m¨¢s
Hay algo que no se le puede reprochar a 'Judy', este 'biopic' dedicado a Judy Garland. Y es que no hay vocaci¨®n por embellecer nada
Tengo la sensaci¨®n de que existe un patr¨®n fijo en casi todas las pel¨ªculas que se hacen sobre grandes mitos de la m¨²sica. Suelen funcionar comercialmente. Para ello es conveniente edulcorar un poquito la muy accidentada existencia que llevaron la mayor¨ªa de ellos, contar que fueron muy drogatas y estuvieron mucho tiempo en el filo del abismo pero que finalmente se redimieron. Y si se murieron de un pasote, como ha ocurrido con tantos y tantas, finalizar la historia narrando que despu¨¦s de tanta gloria y tragedia esta gente tan legendaria como torturada encontr¨® un ¨²ltimo y grandioso momento de gloria, un momento de redenci¨®n, un amor final. O sea, que los espectadores no acaben excesivamente deprimidos.
JUDY
Direcci¨®n: Rupert Goold.
Int¨¦rpretes: Ren¨¦e Zellweger, Finn Wittrock, Rufus Sewell, Michael Gambon.
G¨¦nero: biopic. EE UU, 2019.
Duraci¨®n: 108 minutos.
Hay excepciones, por supuesto. Como la grandiosa Amadeus, la historia de Mozart, aquel m¨²sico genial que muri¨® pobre y solo, aunque Leo Ferr¨¦ matiz¨® que fue enterrado en la fosa com¨²n acompa?ado por un perro y sus fantasmas. O Bird, el hermoso, sentido y escalofriante homenaje que le hizo Clint Eastwood al incomparable Charlie Parker. Pero el g¨¦nero en la modalidad blanda est¨¢ de moda y rompe taquillas. Que se lo pregunten a Bohemian Rhapsody y a Rocketman.
Hay algo que no se le puede reprochar a Judy, este biopic dedicado a Judy Garland. Y es que no hay vocaci¨®n por embellecer nada. Todo es sombr¨ªo. Los ¨²nicos respiros que se le ofrecen a esta mujer eternamente colocada, enganchada al pastilleo y al alcohol, insomne, en prolongada ruina profesional y sentimental, buscando la ¨²ltima oportunidad econ¨®mica y art¨ªstica en Londres, son el fugaz refugio que le ofrece una pareja homosexual enamorada de lo que representa la antigua diva y un momento m¨¢gico cuando todo es derrumbe en el que interpreta la celeb¨¦rrima canci¨®n Over the Rainbow, ante un p¨²blico enfervorizado. El resto es fracaso y desolaci¨®n.
Guardo escasa memoria y poco fervor por la triunfante carrera cinematogr¨¢fica de la ni?a, adolescente y joven prodigiosa Judy Garland, incluida El mago de Oz, que adora tanta gente. S¨ª me interes¨® la actriz adulta y dram¨¢tica, conmovedora en Ha nacido una estrella y en ?Vencedores o vencidos? En Judy, se describe los ¨²ltimos a?os de este juguete roto, pero tambi¨¦n nos cuentan la barbarie que cometi¨® a?o tras a?o la productora Metro Goldwyn Mayer con la cr¨ªa Judy Garland, poni¨¦ndola hasta arriba de anfetas para que no desfalleciera en un ritmo de trabajo agotador que generaba inmenso negocio para el estudio. Le impidieron hasta extremos brutales tener un m¨ªnimo de vida propia. La hicieron adicta a las drogas y a los f¨¢rmacos para el resto de su existencia. El personaje de Louis B. Mayer act¨²a como un sofisticado monstruo, alguien que vend¨ªa sue?os al p¨²blico ceb¨¢ndose con la juvenil transmisora.
Todo es angustia y crep¨²sculo en esta pel¨ªcula, pero no logro sentirme c¨®mplice de tanto sentimiento desbordado. El trabajo del director Rupert Goold es correcto y tambi¨¦n fr¨ªo. Ninguno de los personajes me apasiona. Contemplo esta tragedia desde fuera, sin entrar en ella. Y Ren¨¦e Zellweger, una buena actriz que nunca me despierta pasiones, est¨¢ perfecta. Con el amor que siente Hollywood por los personajes con taras f¨ªsicas o emocionales, es casi imposible que no le concedan el Oscar al meritorio trabajo de Zellweger.
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