M¨²sica, pol¨ªtica, y una capa: la Super Bowl vuelve a ser lo que era

Iba a salir bien. Estaba claro. No solo por la calidad de las artistas -una Shakira que no decae y una Jennifer Lopez que se ha levantado en pantalla y en escenario-, sino porque todo el mundo quer¨ªa que saliera bien. Aunque alguien tropezara, alguien hiciera una peineta al p¨²blico, o a alguien se le saliera un pecho, est¨¢bamos dispuestos a decir que hab¨ªa estado todo fenomenal. Cosas del directo. ?Y si no pasaba nada de eso, como finalmente sucedi¨®? Pues entonces ya pod¨ªamos decir, como hemos hecho durante toda la ma?ana del lunes, que este hab¨ªa sido el mejor show de la historia de la Super Bowl. ?Los hemos visto todos? No, ni falta que hace.?

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Vivimos en una ¨¦poca en que hay mucha, pero mucha, gente que cree que Joker es la mejor pel¨ªcula jam¨¢s rodada, que Juego de tronos la mejor serie de la historia de la televisi¨®n y que realmente entra al trapo cuando alguien se pone a comparar a Mozart y Bad Gyal en Twitter. Lo de Shakira y Jennifer Lopez no iba a escapar de este extra?o frenes¨ª que nos ha hecho, en poco m¨¢s de un lustro, pasar de glorificar todo lo que era cultura pret¨¦rita (la era de la nostalgia y el revival arranc¨® a mediados de los noventa y se extendi¨® hasta principios de la segunda d¨¦cada de este siglo) a padecer una end¨¦mica neofilia que nos ha llevado a justo lo contrario.?

Los 14 minutos anoche de Jennifer Lopez y Shakira jugaron por un lado con la ventaja de suceder ayer y no antes, pongamos, anteayer, cuando todo era feo y aburrido, y por otro, con el a?adido de que su espect¨¢culo era el siguiente al del funesto 2019. Aquel a?o (el pasado, para m¨¢s se?as), la NFL se top¨® con la negativa de artistas como Cardi B, Rihanna o Nicki Minaj a actuar en el descanso de su Super Bowl, por lo que tuvieron que subir al escenario a Maroon 5, rezar porque Adam Levine se quitase la camiseta antes del tercer minuto y, por si acaso, trufar la actuaci¨®n con la aparici¨®n de raperos, para que todo aquello no pareciera tan blanco y normativo como realmente era.?

Aquellas negativas hab¨ªan llegado como muestra de solidaridad con Colin Kaepernik, el quarterback de los San Frabncisco 49ers. Hab¨ªa sido apartado por su protesta hincando la rodilla mientras sonaba el himno americano, en lugar de ponerse en pie como mandan los c¨¢nones. Simpatizante del movimiento Black Lives Matter, esta era la forma que encontr¨® el jugador de manifestar su rechazo a la violencia policial y la desigualdad. La Liga le apart¨®. Trump le insult¨®. Luego, ninguno de los 32 equipos hizo ninguna oferta por hacerse por sus servicios, ignorando que el jugador, nacido hace 32 a?os en Wisconsin, en los cinco a?os que jug¨® en la NFL acumul¨® dos t¨ªtulo de divisi¨®n, uno de la Conferencia Nacional y lleg¨® a jugar la Super Bowl de 2013, aquella en que actu¨® Beyonc¨¦. Fue durante un rato, sin duda, el mejor show de la historia de estos shows. Hist¨®rico. Irrepetible.?

?Qu¨¦ ha pasado para que el espect¨¢culo del descanso de la Super Bowl pasara de perder todas las credenciales culturales y medi¨¢ticas entre gran parte de la comunidad musical y medi¨¢tica del mundo a volver a ser lo m¨¢s esperado? Pues aparte de que ahora lo gestiona la empresa liderada por el rapero Jay Z, nada. La NFL sigue saboteando la carrera de Kaepernick, y un d¨ªa antes del evento se supo que un anuncio de PETA -la principal organizaci¨®n de defensa de los animales en EE UU- con alusiones a sus protestas fue vetado por el organismo y la cadena Fox.

?Son Shakira y Jennifer Lopez colaboracionistas? No. Son artistas y la ¨²nica obligaci¨®n que se les pide que cumplan es que, si se han comprometido a actuar, act¨²en. Eso s¨ª, tambi¨¦n son gente concienciada. Si quedaba alguna duda, seguro que se la disip¨® la capa que Versace le hizo a JLo en la que por un lado se ve¨ªa la bandera estadounidense y por la otra, la puertorrique?a, adem¨¢s del coro de ni?os como puestos tras unas celdas de ne¨®n, los pasajes cantados en castellano y la lengua juguetona de Shakira homenajeando el carnaval de Barranquilla -este gesto en un entorno menos predispuesto hubiese sido hasta pol¨¦mico, pero ayer nada iba a amargar la fiesta y hablar de publicidad encubierta del Satisfyer.?

Todos estos momentos fueron bonitos y coloridos y la capa pronto a la venta en tiendas, que es lo que m¨¢s gusta de las protestas hoy: poder comprar el merchandising luego por Amazon. En una ¨¦poca en que nos quejamos si una huelga nos hace llegar media hora tarde a una cena, es normal que saciemos nuestras convicciones con gestos como el de JLo.

De hecho, si Rihanna hubiese aceptado el a?o pasado actuar, aparte de, seguramente, ofrecer el mejor show de la historia de la Super Bowl, no se le hubiese afeado el gesto. Como ha pasado este a?o con las dos divas latinas, la de Barbados habr¨ªa hecho un peque?o e inane gesto de solidaridad con los m¨¢s d¨¦biles sobre el escenario y hubiese seguido a lo suyo, actuando en directo para una audiencia formada por el grueso de quienes parece que podr¨ªan darle a Trump un segundo mandato, y a la ma?ana siguiente, v¨ªa YouTube, para millones de fans que no sabr¨ªan distinguir un bal¨®n de f¨²tbol americano de un tej¨®n.