?rdago a las plataformas de audiolibros
Penguin Random House retira su cat¨¢logo de las plataformas de ¡®streaming¡¯ y provoca una sacudida en el sector
Vivimos en un mundo vol¨¢til y nada como la industria cultural para certificarlo. En esa din¨¢mica de prueba y error que provocan los nuevos tiempos de cara a los mercados digitales, el ¨²ltimo bandazo se ha producido en el mundo del audiolibro. Cuando apenas hace dos a?os, el mercado en espa?ol ve¨ªa todo bondades en el creciente negocio, la firma Penguin Random House (PRH) ha decidido retirar todo su cat¨¢logo a nivel internacional de las plataformas de streaming. ?Jaque a los Netflix de los libros? Veremos¡
Lo que result¨® un nuevo motor hace apenas dos temporadas se ha convertido en un freno para el grupo editorial. Desde la marca m¨¢s poderosa del mundo afirman que conf¨ªan m¨¢s que nunca en el negocio, pero que ofertar en paquetes y por suscripci¨®n sus libros resta valor a las obras: las abarata, en suma.
No es que Penguin Random House renuncie al audiolibro como una opci¨®n que genera grandes expectativas en la presente d¨¦cada. De hecho, Markus Dohle, consejero delegado del grupo, pronostic¨® en Espa?a en 2018 que a lo largo de los pr¨®ximos siete a?os -cinco, ahora- existir¨¢n m¨¢s audiolibros que t¨ªtulos electr¨®nicos para ser le¨ªdos en pantalla.
Sencillamente, desde este a?o, PRH quiere apostar por la venta de obras una a una y no descargar sus cat¨¢logos en plataformas. Ven tanto futuro en ese formato que desean reformular el negocio. Para ello, hace dos semanas anunciaron desde su sede en Estados Unidos su retirada de todo espacio con pago de acceso ilimitado a sus obras. Conf¨ªan m¨¢s en la tendencia que observan en mercados como el anglosaj¨®n que el que ha relanzado el sector en el ¨¢mbito hispano. En Espa?a y Am¨¦rica Latina, sencillamente, no existe demanda de t¨ªtulos individuales y s¨ª para las plataformas. Adem¨¢s, las experiencias de hace dos d¨¦cadas respecto a los audiolibros resultaron un fracaso.
Desde PRH creen que esto puede cambiar, sobre todo en la Am¨¦rica hispana. En Estados Unidos, hasta el momento, conviven las dos opciones de forma beneficiosa. Penguin Random House quiere apostar ¨²nicamente por la individual. Para ello piensan seguir produciendo t¨ªtulos en espa?ol. El pasado a?o lanzaron 1.000 y su intenci¨®n es aumentar la cifra. De hecho, los elaboran y producen ellos mismos. Asumen todos los gastos t¨¦cnicos y de contenido. Por el momento han instalado tres cabinas en su sede de Madrid y pretenden construir tres m¨¢s en Barcelona.
Pero la estrategia a seguir por parte del grupo es una inc¨®gnita. Los editores rechazan hacer declaraciones. El departamento de comunicaci¨®n se limita a decir: ¡°Penguin Random House ha decidido que en esta etapa no participar¨¢ en modelos de suscripci¨®n de acceso ilimitado. Esta decisi¨®n se ha tomado de manera un¨¢nime por el equipo de la compa?¨ªa a nivel internacional para preservar una diversidad de contenidos en el mercado y el valor real y percibido de la propiedad intelectual de nuestros autores a largo plazo¡±.
El ¨²ltimo informe de Deloitte publicado en diciembre de 2019 indica que la industria del audiolibro crecer¨¢ un 25% en 2020 y alcanzar¨¢ los 3.500 millones de d¨®lares a nivel mundial
La nueva estrategia a¨²n est¨¢ por marcar. En la sede espa?ola afirman que no comentan sus estrategias de negocio, pero el cambio de rumbo ha producido bastante desconcierto en un grupo que tom¨® la salida de audiolibros por suscripci¨®n con mucho empe?o y apoyo decidido a algunas plataformas. Una de las afectadas por la decisi¨®n es Storytel, cuyo cat¨¢logo contiene un 10% de t¨ªtulos de la editorial.
Desde la sede en Suecia, Dan Panas, responsable de comunicaci¨®n, asegura: ¡°Hace dos semanas, Storytel present¨® un ambicioso plan de expansi¨®n, muy amplio y realista, para los pr¨®ximos a?os. Y se mantiene en el mismo. Respecto a PRH, espec¨ªficamente, solo puedo decir que no contribuiremos a especulaciones sobre los negocios de la compa?¨ªa ni del desarrollo de sus planes futuros, tengamos o no acuerdos con ellos¡±.
Aun as¨ª, incluso con Penguin Random House fuera ya de la plataforma, Storytel prev¨¦ alcanzar 1,5 millones de suscriptores a finales de 2020. La cifra acompa?a un ¨ªndice de crecimiento del 36% anual. Las expectativas en ese modelo de negocio resultan imparables. La pregunta es: ?Hasta qu¨¦ punto se ver¨¢n afectadas por la salida del grupo editorial m¨¢s poderoso del mundo?
?Y los autores? ?En qu¨¦ medida se ven afectados? Las ventajas para los creadores, si tienen demanda, son evidentes. Por un solo t¨ªtulo conseguir¨¢n m¨¢s dinero por sus derechos. Pero la previsi¨®n es que la demanda ir¨¢ dirigida a t¨ªtulos muy vendidos y que la diversidad que los suscriptores encuentran en las ofertas y cat¨¢logos de streaming -donde por un precio ¨²nico puedes dedicarte a probar sin miedo a perder dinero- afectar¨¢n a autores m¨¢s desconocidos o a t¨ªtulos por descubrir.
En todo el sector del audiolibro la tendencia es tambi¨¦n de crecimiento. El ¨²ltimo informe de Deloitte publicado en diciembre de 2019 indica que la industria del audiolibro crecer¨¢ un 25% en 2020 y alcanzar¨¢ los 3.500 millones de d¨®lares a nivel mundial. Eso marca una importante diferencia con la salida del libro convencional, estancada con crecimientos anuales del 1%. Pero tambi¨¦n con otras opciones en el ¨¢mbito del entretenimiento, como la televisi¨®n, que aumenta a raz¨®n de un 4%. No parece una novedad esta tendencia en el audiolibro y otros campos con contenidos sonoros. Tanto estos como los podcast aumentan entre un 20% y 25% cada a?o los ¨²ltimos ocho. Adem¨¢s, han enganchado a un p¨²blico que confiesa no leer desde hace dos a?os.
Los podcasts generar¨¢n, por primera vez en su corta historia, una facturaci¨®n de m¨¢s de 1.000 millones de d¨®lares en 2020. La industria de los auriculares -el soporte- gener¨® m¨¢s de 20.000 millones de d¨®lares en facturaci¨®n, un 27% de crecimiento en comparaci¨®n con el a?o anterior.
Dentro del ranking internacional, China es el segundo pa¨ªs consumidor tras EE UU. Entre ambos pa¨ªses se reparten el 75% del mercado global. All¨ª la industria espera generar 1.000 millones de d¨®lares este a?o, lo que supone el doble que hace tres, cuando en 2017 consigui¨® 475 millones. Otros mercados con gran preponderancia son los pa¨ªses n¨®rdicos: solo ellos llegaron a los 100 millones en 2018 mientras que el Reino Unido hizo 85 de los 500 que genera Europa en total.
Los porcentajes de audiencia en este campo tambi¨¦n dejan datos llamativos. Un 18% de los estadounidenses afirmaba en 2018 haber utilizado el audiolibro. La suma de todos los ¨¢mbitos concluye que al menos 500 millones de personas han probado la experiencia. Este crecimiento, adem¨¢s, lo lideran los millennials. Son los j¨®venes entre 18 y 35 a?os quienes apuestan m¨¢s por este formato pero en streaming, no por unidad, seg¨²n un estudio de Nielsen presentado en la pasada feria del libro de Londres. Justo los que en gran n¨²mero abandonaban la copia impresa. Prefieren escuchar que leer. Pero al menos, disfrutan de un libro aunque impacte su imaginaci¨®n en vez de por los ojos, por el o¨ªdo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.