Literatura a todo volumen, la industria editorial se la juega con el audiolibro
En las sociedades modernas de prisa y ruido, los ¨ªndices de lectura se tambalean. La industria editorial buscaba un remedio que aunara eficacia y seducci¨®n. Y lo ha encontrado. El audiolibro ha llegado para quedarse. Es la lectura que se escucha. El sonido que se lee.
EL FUTURO DEL libro aguardaba en el origen de las historias¡ Del m¨®vil sali¨® un sonido que convert¨ªa la promesa en realidad: la voz de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez le leer¨ªa su propio audiolibro de El amor en los tiempos del c¨®lera, la novela por la que quer¨ªa ser recordado. La inteligencia artificial acababa de obrar el milagro. Se sum¨® al de Jorge Luis Borges, Marguerite Yourcenar, Philip Roth o Miguel Delibes, cuyas voces estaban disponibles en cat¨¢logos. Un paso m¨¢s hacia la dimensi¨®n del libro total con las voces y acentos que prefiera el lector y, un nivel m¨¢s all¨¢ en este asomo al futuro, una sofisticada alianza con lo audiovisual.
El presente en esta aurora digital son los audiolibros en apps, canales o plataformas especiales como el Spotify o el Netflix de los libros. Es la gran apuesta editorial planetaria para competir con la oferta infinita de ocio en la Red, en la cual participan el sector tradicional y colosos tecnol¨®gicos como Amazon, Google y Apple. La proyecci¨®n de los expertos es que el audiolibro llegue a representar en los pr¨®ximos a?os entre el 10% y el 15% de la facturaci¨®n total del mercado editorial, que hoy es de unos 30.000 millones de euros anuales en el mundo.
Casi la mitad de los lectores de audiolibros en Espa?a tiene menos de 35 a?os.
En Espa?a el desembarco se produjo hace dos a?os. De los menos de 3.000 t¨ªtulos ofertados en espa?ol en 2016 se ha pasado a m¨¢s de 10.000. En 2018, el primer a?o que el audiolibro entr¨® en las estad¨ªsticas, represent¨® el 0,66% de la facturaci¨®n total del mercado, es decir, unos 16 millones de euros del total de 2.363 millones, seg¨²n la Federaci¨®n de Gremios de Editores de Espa?a. Las estimaciones para este 2019 son del 3%.
El audiolibro ha ampliado el ecosistema de la industria editorial al crear nuevos puestos de trabajo y, sobre todo, abrir la exploraci¨®n creativa a autores que ya escriben libros para ser escuchados, mientras las series de televisi¨®n y videojuegos est¨¢n a punto de convertirse en audiolibros.
La mitad de los lectores de audiolibros son menores de 35 a?os. Lo que m¨¢s escuchan en Espa?a, como en el resto de Europa y Estados Unidos, es ficci¨®n, mientras que en Latinoam¨¦rica son ensayos. En Espa?a la media de escucha anual por persona es de 20 audiolibros, frente a los 13,2 de libros electr¨®nicos y de 11,2 de quienes prefieren el papel.
Un informe de University College de Londres revela que el impacto emocional en un audiolector es m¨¢s alto frente a espectadores de medios como la televisi¨®n. La implicaci¨®n de esta experiencia sonora es mayor al involucrar casi todos los sentidos, explica Carmen Ospina, directora de Comunicaci¨®n y Marketing, Analytics y Desarrollo de Negocio de Penguin Random House en Espa?a. ¡°Escuchar una historia sin el apoyo de letra impresa o imagen potencia la imaginaci¨®n e intensifica las emociones del oyente ante las voces y sonidos de los personajes¡±, afirma Santos Palazzi, director de ?rea Mass Market & Digital del Grupo Planeta.
Todo favorece la expansi¨®n del audiolibro: desde la penetraci¨®n de tel¨¦fonos m¨®viles y los cambios de h¨¢bitos culturales, como la escucha de m¨²sica o el visionado de series y pel¨ªculas a trav¨¦s de la suscripci¨®n de plataformas, hasta la popularizaci¨®n de los podcasts y la confianza en el pago online. A diferencia del libro electr¨®nico, ¡°el audiolibro no ha sido percibido como un enemigo del libro ni del sector, sino como un aliado de la lectura y las historias¡±, explica Javier Celaya, responsable del desembarco de Storytel, la empresa sueca que impuls¨® este camino del audiolibro en 2017, y hoy miembro del equipo de expansi¨®n por Am¨¦rica Latina, con oficinas en M¨¦xico, Colombia y Brasil.
El audiolibro se abre paso en una zona fronteriza entre la voz que da el escritor a sus personajes o narrador, la voz del lector que suena en su cabeza con la lectura, el radioteatro y un rapsoda del siglo XXI digital.
Desembarco y visibilidad. El oto?o-invierno de 2017-2018 vio el renacer del audiolibro entre los hispanohablantes. Espa?oles y latinoamericanos descubrieron en medios de comunicaci¨®n, redes sociales y festivales literarios frases como ¡°escuchar audiolibros tambi¨¦n es leer¡±. La semilla la puso la empresa sueca Storytel con campa?as publicitarias casi nunca vistas alrededor del libro y la lectura en medios tradicionales y en autobuses, aeropuertos, estaciones de metro y en las marquesinas de las calles, sobre todo en las grandes ciudades. Hoy el eslogan es: ¡°Tengo tiempo para leer¡±. La estrategia, explica Alex Gibelalde, gerente de Storytel Espa?a, va dirigida, sobre todo, a un sector joven y urbano, que se mueve muy enfocado al entretenimiento mostrando una nueva forma de escuchar.
Storytel lleg¨® al mercado hispanohablante tras sus logros en pa¨ªses n¨®rdicos, Rusia, Polonia y la India en su doble funci¨®n de plataforma de venta y productora de audiolibros (Storyside). Empezaron por quitar los prejuicios alrededor del formato: no se trataba de casetes o CD-Rom de dudosa producci¨®n, sino que apostaban por la calidad y ten¨ªan un poderoso argumento: era otra forma de leer sin dejar de hacer otras actividades.
Una de las primeras cosas que Storytel hizo fue ver qu¨¦ libros en espa?ol estaban libres de derechos y hablar con sus autores, agentes literarios o editores para convencerlos de entrar en este formato, recuerda Maribel Riaza, responsable de la relaci¨®n con las editoriales y los autores de Storytel. As¨ª lograron poner voz a uno de los debuts literarios m¨¢s exitosos de los ¨²ltimos a?os: Tambi¨¦n esto pasar¨¢, de Milena Busquets. Al mismo tiempo, evangelizaron con muchos editores peque?os que no iban a poder asumir los gastos de una producci¨®n de alta calidad, pero que ellos s¨ª lo pod¨ªan hacer, adem¨¢s de garantizar su presencia en el mercado. Tras la apuesta de Storytel, los grandes grupos editoriales aceleraron las grabaciones de sus mejores t¨ªtulos para enriquecer sus cat¨¢logos.
Ninguna editorial se quiere quedar atr¨¢s. Como no todas las editoriales pueden asumir los altos costes de producci¨®n e infraestructura de audiolibros, hay v¨ªas de acuerdos, como la cesi¨®n de derechos. ¡°La producci¨®n de cada audiolibro de calidad cuesta alrededor de 5.000 euros, una inversi¨®n que se puede recuperar a partir del tercer o cuarto a?o¡±, explica Blanca Rosa Roca, de Roca Editorial, siempre atenta a la convivencia con los nuevos formatos del libro como cuando Elia Barcel¨® hace una presentaci¨®n de su novela El eco de la piel y luego da paso a la narradora.
Editoriales emblem¨¢ticas como Anagrama refuerzan su departamento de marketing y negocio digital con ¨¦nfasis en el formato audiolibro, para lo cual contratar¨¢n estudios, pero asumiendo la editorial la grabaci¨®n y el proceso de producci¨®n, explica Eva G¨¹ell. Ya lo dijo Carlo Feltrinelli, propietario del sello: "Para proteger esta industria del futuro es absolutamente necesario hacer que sea capaz de instaurar un di¨¢logo sano y a la par y una relaci¨®n estable con los sujetos que pueblan el nuevo ecosistema. Pasamos de la ¨¦poca Gutenberg a la ¨¦poca Zuckerberg".
Como otras editoriales medianas, Anagrama estudia su cat¨¢logo para saber sobre qu¨¦ t¨ªtulos tiene derechos, busca f¨®rmulas de comercializaci¨®n, modelos para hacer viable el negocio y prepara una selecci¨®n de las primeras obras que quiere sonorizar. ?Acaso obras contempor¨¢neas importantes como En la orilla, de Rafael Chirbes? O con preguntas como qui¨¦n ser¨¢ el narrador elegido para Lolita, de Vladimir Nabokov, una de las novelas con uno de los comienzos m¨¢s bellos y musicales: "Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entra?as. Pecado m¨ªo, alma m¨ªa. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos paladar abajo hasta apoyarse en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta.".
Voces, actores y directores. Como la voz de Jane Austen en la tierra entr¨® Nuria Mediavilla en el mundo de los audiolibros al narrar Orgullo y prejuicio: "Es una verdad universalmente conocida que al hombre soltero...".?Lleva la voz de doblaje en la sangre, su padre es el actor Pepe Mediavilla. Entr¨® en este mundo a los siete a?os como un juego. Luego estudi¨® arte dram¨¢tico y empez¨® a doblar pel¨ªculas dando voz a actrices de cine muy conocidas, como Nicole Kidman y Angelina Jolie. Los narradores de audiolibros proceden del doblaje o son actores de teatro, cine o televisi¨®n. El secreto para dar vida a personajes literarios consiste en ¡°relacionar la voz desde el lugar de juego¡±, desvela Nuria Mediavilla. No se trata de dramatizar, sino de ¡°meterse en la piel de ese personaje para reconocer los matices de su voz a la hora de hablar o de narrar y dar verosimilitud¡±.
En Espa?a se ha pasado de los menos de 3.000 t¨ªtulos disponibles en 2016 a m¨¢s de 10.000
Los actores frente al libro no leen, cuentan, para suscitar una experiencia llena de emociones. Necesitan de un director que los centre o los ayude a recuperar la personalidad del personaje despu¨¦s de largas jornadas de grabaci¨®n que pueden durar entre tres y cuatro meses por libro. Ese director ¡°tiene que saber c¨®mo guiar a su actor a trav¨¦s de una partitura emocional que es la novela o de pensamiento si es un ensayo¡±, asegura Juliana Rueda, fundadora y directora de la productora Miutbook, en Barcelona.
Una vez la editorial elige la obra, habla con el autor por si quiere involucrarse en el proyecto, se hace un casting de voces, hombre o mujer, tonos o acentos. ¡°Se busca una voz que te acoja, y que m¨¢s que interpretar no te saque de la lectura¡±, explica Ir¨ªa ?lvarez de Penguin Random House. Un asunto clave es el de los acentos de los pa¨ªses, se?ala Laura Guilera, responsable de Audiolibros y Libro Electr¨®nico del Grupo Planeta. Si el escritor del libro es latinoamericano, a?ade Guilera, ¡°intentamos que sea una voz del pa¨ªs del autor, donde transcurre la historia o una voz neutra. La voz es el coraz¨®n del audiolibro, es el reclamo para muchos lectores¡±. Ya hay personas que buscan un audiolibro por el narrador, admite Maribel Riaza.
Algunos escritores leen ellos mismos sus libros, pero no siempre funciona: prima la calidad de la voz y las jornadas son extenuantes. Entre las autoras que han le¨ªdo algunas de sus obras est¨¢n Rosa Montero que lee y cuenta su experiencia en este v¨ªdeo, Isabel Allende o Elvira Lindo, que dio voz a su cl¨¢sico Manolito Gafotas.
Si la historia es muy personal, como un diario o unas confesiones, se intenta que sea le¨ªda por el propio autor para transmitir la vivencia.
En el mundo grandes actores como Meryl Streep, Tom Hanks o Nicole Kidman, que ha prestado su voz para Al Faro, de Virginia Woolf, han empezado a leer audiolibros.
Escritores y sus actores-narradores. Ordesa estaba en la mesilla de noche de Israel Elejalde tras la lectura de unas cuantas p¨¢ginas porque le hab¨ªa tocado muy hondo. Sus padres hab¨ªan muerto hac¨ªa poco. Cuando de Penguin Random House lo llamaron para proponerle la lectura de esa novela de Manuel Vilas, el primer impulso fue decir no, pero confiesa: ¡°Me impliqu¨¦ sin querer. La voz de Vilas all¨ª es tan poderosa que es dif¨ªcil no entrar. Era como si hablara yo mismo¡±. Escritor y actor comentan en el bar Manolo de Madrid su satisfacci¨®n por el resultado. ¡°Poner voz a un libro conocido es dif¨ªcil de aceptar porque hay una especie de intromisi¨®n; por un lado, el autor ha creado una voz que a su vez suena en la cabeza de cada lector de manera diferente¡±, reconoce Elejalde, que tambi¨¦n ha grabado obras de Philip Roth, Javier Mar¨ªas y Benito P¨¦rez Gald¨®s.
Hay autores que proponen su narrador. Es el caso de Eduardo Mendoza con Jordi Brau. ?l es la voz de Mendoza en t¨ªtulos como El rey recibe y Sin noticas de Gurb. Hace dos o tres a?os los escritores eran reticentes a este formato, pero tras escuchar un fragmento del audiolibro quedan encantados.
Grabaci¨®n y producci¨®n. ¡°Masumi, se te ha ido la voz, vuelve a la de ni?o m¨¢s peque?o¡¡±. En la cabina de grabaci¨®n donde est¨¢ Masumi hay siete hombres y mujeres de diferentes edades que dan vida a diversos personajes frente a dos micr¨®fonos. Al otro lado, el estudio de grabaci¨®n est¨¢ en penumbra. Hay dos mujeres frente a unos equipos muy atentas a lo que aquellas siete personas leen en un ipad, para evitar el ruido del paso de las p¨¢ginas de un libro: son Juliana Rueda (fundadora de Miut, ingeniera de sonido y control t¨¦cnico) y Iolanda Ledesma Sagas, directora de audiolibros y de la Escuela Catalana de Doblaje. Graban uno de los proyectos de audiolibro m¨¢s ambiciosos: Voces de Chern¨®bil, de Svetlana Alexi¨¦vich. La obra de la Nobel bielorrusa es un coro conmovedor de 93 testimonios sobre la explosi¨®n de la central nuclear en 1986 que aqu¨ª es recreado en una veintena de voces.
Voces de Chern¨®bil
- Autor:?Svetlana Alexi¨¦vich
- Voces: 24 narradores?
- Editorial: Debate?
- Direcci¨®n: Iola Ledesma
Avance en primicia para El Pa¨ªs Semanal. El audiolibro estar¨¢ disponible a partir de enero 2020.
En Espa?a hay por lo menos una quincena de estudios de grabaci¨®n: Miut, Kilohercios, SoNido de Ideas o Voces de Cine. ¡°La voz indicada para cada libro¡±, dice Rueda, ¡°m¨¢s una buena direcci¨®n y una buena grabaci¨®n convierten el audiolibro en una experiencia ¨ªntima y placentera. No hay que olvidar que la voz nos distingue e identifica como humanos¡±.
Gran apuesta de las editoriales. Huele a nuevo. La cabina de grabaci¨®n tiene un aislamiento ac¨²stico de icopor de fibra de vidrio para que no haya reverberaci¨®n de la voz y dar un sonido claro. En la cabina un atril negro, los auriculares colgados, un micr¨®fono con el antipop y una luz cenital. Es una de las tres cabinas de los nuevos estudios de grabaci¨®n de Penguin Random House en Madrid, los primeros de una editorial en Espa?a, y en camino los de Barcelona. El grupo ya abri¨® otros estudios en Ciudad de M¨¦xico en 2018. Una prueba de la gran apuesta de los sellos por el formato del audiolibro. Aqu¨ª se grabar¨¢n algunos podcasts y libros sobre los que quieran tener el control absoluto. ¡°En cinco o siete a?os habr¨¢ m¨¢s audiolibros que e-books, ese es el futuro¡±, vaticin¨® Markus Dohle, m¨¢ximo responsable de PRH, el grupo editorial comercial m¨¢s grande del mundo. No se trata de crear cualquier audiolibro. "La calidad de producci¨®n te mete o te saca de la historia narrada. Son muchos los aspectos que se tienen en cuenta una vez se elige el libro, desde la preproducci¨®n con el casting de voces y dem¨¢s, hasta la revisi¨®n del audio definitivo. No hay que olvidar que de cuatro o cinco horas de grabaci¨®n pueden salir dos horas ¨²tiles", recalca ?ngela ?lvarez, responsable de Producci¨®n de Audiolibros de PRH Espa?a.??
¡°En el audiolibro de PRH nunca hay silencio absoluto porque se graba el silencio de cada estudio y la puntuaci¨®n de cada autor y los blancos que intentamos transmitir¡±, cuenta Antonio Mart¨ªnez Asensio, productor de audiolibros. Los estudios propios de PRH le permitir¨¢? aumentar las grabaciones de libros,? ampliar el cat¨¢logo y ofrecer m¨¢s novedades editoriales de manera simult¨¢nea: papel, e-book y audiolibro, como ha ocurrido este oto?o con t¨ªtulos como Sidi. Un relato de fronteras, de Arturo P¨¦rez-Reverte, y Tiempos recios, de Mario Vargas Llosa.
Terra Alta
- Autor: Javier Cercas
- Narrador: Luis Garc¨ªa M¨¢rquez?
- Editorial: Planeta
- Direcci¨®n: Iola Ledesma
Avance en primicia para El Pa¨ªs Semanal. El audiolibro estar¨¢ disponible a partir de enero 2020
Nuevas l¨ªneas de negocio y puestos de trabajo. Pasado ma?ana las series de televisi¨®n o pel¨ªculas exitosas se convertir¨¢n en audiolibros. Y el Grupo Planeta es pionero en el mundo hispanohablante en la exploraci¨®n de esta nueva l¨ªnea de negocio y creaci¨®n literaria. Su acuerdo con Netflix para trabajar de manera editorial algunas series abre la v¨ªa a todos los formatos. Eso no significa que los actores de la serie graben el audiolibro, aclara Laura Guilera, de Planeta. Una muestra de c¨®mo el audiolibro ha entrado con fuerza en la producci¨®n digital en todas las ¨¢reas es que grupos como Planeta y PRH producen libros aqu¨ª en Espa?a y en las filiales de M¨¦xico, Colombia y Argentina, as¨ª como en catal¨¢n.
Una vez la productora termina la grabaci¨®n, env¨ªa el audiolibro a la editorial. All¨ª un equipo de correctores lo escucha para comprobar que todo est¨¦ bien, si hay alg¨²n fallo lo devuelven al estudio, que lo corrige y lo manda de nuevo para despu¨¦s enviarlo a las cadenas o canales de distribuci¨®n. ¡°El objetivo inmediato del sector editorial¡±, dice Santos Palazzi, ¡°es la creaci¨®n de un gran cat¨¢logo de audiolibros donde el escuchante pueda satisfacer sus necesidades de entretenimiento, formaci¨®n e informaci¨®n¡±. Una vez esta inmensa biblioteca de contenidos sonoros est¨¦ disponible el escuchante estar¨¢ a expensas de las plataformas que comercializan estos cat¨¢logos.
Originales, escritura para audiolibro. Un nuevo territorio de creaci¨®n literaria se ha abierto: los autores empiezan a escribir para ser escuchados. Santiago Roncagliolo, que ley¨® uno de sus libros (Pudor), tambi¨¦n cre¨® otro para audiolibro en Storyside. ¡°Escrib¨ª la novela El accidente de manera visual y directa, como una conversaci¨®n. No hay muchos referentes al respecto; fui un poco a tientas, descubriendo las claves de algo que iba a ser escuchado y no le¨ªdo. La atenci¨®n del espectador es diferente, y la posibilidad de que del tono de voz se abran nuevas v¨ªas y caminos narrativos¡±. Hay una especie de plantilla con 10 cap¨ªtulos de una hora cada uno.
El escritor Jos¨¦ ?ngel Ma?as dice que es especialista en di¨¢logos literarios. ¡°Y estos, en el formato audiolibro, encajan como anillo al dedo¡±, a?ade. Se titula Extra?os en el para¨ªso. La experiencia de Renato Cisneros fue completa: escribi¨® el audiolibro Alg¨²n d¨ªa te mostrar¨¦ el desierto. Diario de paternidad (Storyside) y lo ley¨®. Y ahora ha salido en edici¨®n impresa.
Plataformas y audiolibrer¨ªas. Un minilibro de Don Quijote hace equilibrios en la esquina superior izquierda del ordenador del director de Google Play Books en Espa?a, Luis Collado. En la pantalla tiene desplegada su web de audiolibros donde solo hay ventas, Google Play no los produce. Es una gran audiolibrer¨ªa con estanter¨ªas organizadas por g¨¦neros, autores o por las m¨¢s populares, pero su p¨¢gina se abre con t¨ªtulos que solo ofrecen ellos. ¡°Buscamos mejorar la experiencia del usuario con obras muy bien grabadas, y estar al d¨ªa con las novedades que empiezan a salir de manera simult¨¢nea en papel, e-book y audiolibro¡±, cuenta Collado. El ¨¦xito del audiolibro, recalca Collado, ¡°es su ubicuidad y la posibilidad de la multitarea mientras se escucha¡±.
En Espa?a, los audiolectores tienen una media de lectura m¨¢s alta que los lectores de otros formatos: 20 libros al a?o, frente a los 13,2 de quienes leen libros electr¨®nicos y los 11,2 de los lectores en papel.
Google Play Books es solo una de las apps y canales con los que trabajan las editoriales para ofrecer los audiolibros (representan el 80% de la facturaci¨®n), adem¨¢s de que cada editorial o grupo editor tiene en sus webs su cat¨¢logo con pruebas para escuchar entre 5 y 10 minutos cada t¨ªtulo. Otros canales en Espa?a son Kobo, Storytel, Audioteka, Audiobooks, Tunein, Scribd y iTunes. Audible de Amazon, l¨ªder en el mercado mundial, est¨¢ a punto de desembarcar.
Hay diferentes modalidades para vincularse a una plataforma. El precio medio de un audiolibro est¨¢ entre los 15 y 18 euros. Tambi¨¦n existe la tarifa plana, un precio mensual, de entre 6 y 15 euros, para acceder a todos los t¨ªtulos disponibles.
Audiolectores. Desde 2018 Amalia de Gonzalo no va sola en su coche a recoger a su hija al colegio; incluso cuando va con ella, a veces, la acompa?an una o dos personas m¨¢s: los narradores del audiolibro que est¨¦ siguiendo en cada momento. ¡°Esa escucha es el remanso de paz que saco a mi jornada. Y cuando salgo del coche me pongo los auriculares hasta llegar a casa¡±, relata esta mujer de San Sebasti¨¢n, que se traslad¨® a Madrid por asuntos laborales de su esposo y porque su trabajo se lo permit¨ªa: una Escuela de Modelos Online. Al principio dud¨® del audiolibro, pero luego se suscribi¨® a una plataforma. Empez¨® por La magia del silencio, de Kankyo Tannier. Pronto su ni?a de 10 a?os la sigui¨®, pero con El diario de Greg.
El que Amalia de Gonzalo escuche no ficci¨®n no es lo habitual en Espa?a o los pa¨ªses m¨¢s desarrollados, donde lo preferido es la ficci¨®n. En Latinoam¨¦rica s¨ª es el ensayo y la autoayuda lo m¨¢s elegido. Las horas de escucha tambi¨¦n son diferentes: en Espa?a suele ser por la noche y antes de ir a la cama, y en Latinoam¨¦rica, en las horas punta del transporte de ma?ana y tarde-noche. Pero eso empieza a cambiar, seg¨²n Santos Palazzi y Laura Guilera.
El retrato planetario se aprecia en Audible, el mayor productor y distribuidor mundial de audiolibros y otros tipos de entretenimiento basados en la narraci¨®n y la voz. Su cat¨¢logo mundial es de m¨¢s de 470.000 t¨ªtulos en 38 idiomas. Son millones de miembros en 180 pa¨ªses que descargaron 3.000 millones de horas de contenido en 2018, revela un portavoz de Audible. Y asegura que quien escucha audiolibros tambi¨¦n compra libros en papel, lo cual desmonta la teor¨ªa de que es excluyente.
Ep¨ªlogo: amigos de la inteligencia artificial. ¡°Cientos de miles de a?os despu¨¦s, las narraciones orales se niegan a morir. En los audiolibros, las tecnolog¨ªas m¨¢s urgentes se ponen al servicio del eterno retorno de lo mismo y cierran un antiguo c¨ªrculo¡±, cuenta Irene Vallejo, escritora y fil¨®loga espa?ola que acaba de publicar El infinito en un junco. La invenci¨®n de los libros en el mundo antiguo (Siruela).
M¨¢s tarde o m¨¢s temprano alguien podr¨¢ escuchar en audiolibro o pedir a su asistente de voz que le lea cualquier libro en el acento que desee seg¨²n el cat¨¢logo de voces disponible. Es hora de "ir abandonando la neofobia o temor a lo nuevo y abonarnos decididamente a la neofilia, curiosos por descubrir cosas nuevas", invita Santos Palazzi.?Hay corrientes tecnol¨®gicas, seg¨²n Carmen Ospina, que har¨¢n que todos los usuarios consuman m¨¢s audio y acelere esos procesos de producci¨®n que son tan costosos.
Todo esto abre un horizonte inquietante de posibilidades: los metadatos permitir¨¢n a las empresas editoras saber qu¨¦ tipo de libros, temas, escenas o personajes son m¨¢s exitosos para el p¨²blico, para as¨ª crear libros al gusto de los lectores, que convivir¨¢n con las obras de siempre.
El audiolibro es la metamorfosis de los ecos milenarios de aquel pastorcito que cre¨® la primera historia al gritar ?el lobo, el lobo! Pero era mentira. Aunque insistiera en que s¨ª hab¨ªa visto aquel miedo insomne y amenazador merodeando. Es el big bang de los relatos que contaba Vlad¨ªmir Nabokov a sus alumnos. El surgimiento del ADN que hace que los humanos sientan debilidad por las historias orales.?
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