¡°La gente nos dice que le encanta ¡®Verg¨¹enza¡¯ pero no aguanta verla: ese es el meollo de todo¡±
Juan Cavestany sabe cu¨¢nto miedo da el rid¨ªculo y cu¨¢nto puede triunfar una serie que lo explote, como la suya en Movistar +
Verg¨¹enza, la primera y m¨¢s longeva serie de ¨¦xito de Movistar +, se basa en una imagen. Podr¨ªa ser la de Jes¨²s (Javier Guti¨¦rrez), su supuestamente normal protagonista, el hombre con el que el pobre espectador est¨¢ condenado a identificarse, intentando cubrir una humillante metedura de pata con una serie de largas e infructuosas mentiras. O podr¨ªa ser el gesto de N¨²ria (Malena Alterio), su esposa en la ficci¨®n, a su lado, humanizando el desastre con su mirada.
Pero Juan Cavestany tiene otra. Para el hombre que, junto con ?lvaro Fern¨¢ndez-Armero, ide¨®, escribi¨® y dirigi¨® la serie, la clave de todo est¨¢ en el otro lado: ¡°Es el contraplano¡±, anuncia en una sala en lo alto del edificio Telef¨®nica, en el centro de Madrid: no el encuadre de quien habla sino su reverso, el de qui¨¦n escucha. ¡°Algo que buscamos desde la primera temporada [en 2017] es ese plano de gente mirando fijamente, con una cara impasible, como una m¨¢scara, a alguien. Los kaurismakis, los llamamos [en referencia al cineasta finland¨¦s de gesto est¨¢tico Aki Kaurism?ki]. Tres, cuatro, 12 personas mirando. Nuestra consigna a los actores en ese papel era: no hagas nada. Ni un gesto de incomodidad, ni fruncir el entrecejo. Nada. Solo mant¨¦n la mirada¡±.
As¨ª es como Jes¨²s ha sufrido durante dos temporadas las peores pesadillas de la vida en sociedad, de airear por error un calzoncillo con manchas de mierda a mirar delante de todos las tetas de tu suegra. Pero en la nueva temporada, que se estrena el viernes, se encuentra en un mundo nuevo: ¡°Quer¨ªamos hacer ese plano a escala nacional. Que quien devuelve la mirada fuera el pa¨ªs entero¡±, explica Cavestany. Gracias a los m¨®viles y las redes sociales, Jes¨²s se hace famoso en su nueva metedura de pata, en el primer cap¨ªtulo y, a partir de ah¨ª, inicia un periplo que rompe con lo que hasta ahora ha sido Verg¨¹enza. La serie abandona las escenas bochornosas levemente hiladas y se enzarza en una larga trama que acaba jugando al thriller.
¡°Despu¨¦s de dos temporadas, se nos acababan las ideas de situaciones estrictamente vergonzosas, acumulables en formato gag. Hab¨ªa que ir a un sitio¡±, admite Cavestany. En cuanto al tonteo con otros g¨¦neros, el cineasta y dramaturgo, ganador del premio Max en 2010 por Urtain, a?ade: ¡°A m¨ª, como escritor, siempre me han dado envidia los actores. Tocan todos los palos. Como guionista, siempre he querido hacer eso¡±.
La historia es m¨¢s grande, pero Cavestany y Fern¨¢ndez-Armero mantienen, para desgracia del espectador sensible, su mismo objetivo: explorar el mundo exclusivamente a trav¨¦s de la sensaci¨®n de verg¨¹enza, la que se intenta ocultar en pantalla y que siente inevitablemente el espectador. ¡°Es relacionarse con las cosas sin infantilismos ni prejuicios y desde el miedo. Miedo a que te vean, o a que no lo hagan¡±, explica ¨¦l. Desde ese prisma se ve toda el alma humana. No es revelador que alguien sufra verg¨¹enza, pero s¨ª ver qu¨¦ se la provoca. ¡°Esos son los temas de la serie¡±, prosigue Cavestany. ¡°La autoestima, las relaciones con los dem¨¢s, lo que uno fantasea sobre s¨ª mismo, con los dem¨¢s¡±. Si algo nos conecta con Jes¨²s es que le mueven deseos que jam¨¢s admitir¨ªa en p¨²blico, de avaricia, vanidad, complejo de clase y, especialmente, el pecado capital espa?ol, como dec¨ªa Josep Pla: la soberbia.
¡°La confianza ciega¡±, enuncia el escritor, dedo ¨ªndice en alto. ¡°Uno de los recursos m¨¢s tratados de la literatura, sobre todo de la tragedia, es la ambici¨®n desmedida, la creencia de que uno no tiene l¨ªmites, que est¨¢ llamado a m¨¢s. Albert Rivera en los debates electorales sacando cosas, por ejemplo, mientras los dem¨¢s vemos desde fuera que no puede ser: eso en Grecia era la hybris, algo que siempre lleva al castigo. Un rasgo de la serie es ver a alguien que evidentemente conf¨ªa m¨¢s en s¨ª mismo de lo que la naturaleza le ha dado mientras todos ven c¨®mo es realmente¡±.
?Deber¨ªa sorprendernos que en un pa¨ªs cat¨®lico, tan de guardar los trapos sucios, como Espa?a esta serie haya sido un ¨¦xito? Aqu¨ª Cavestany recuerda que los ingleses tambi¨¦n tuvieron su The Office (2001-2003) y los estadounidenses, The Comeback (2005-2014), dos grandes entretenimientos del bochorno. Le encuentra su lado positivo. ¡°Todo el mundo nos dice que le encanta la serie, pero que no la puede ver. Esa contradicci¨®n visceral es el meollo de todo. Provoca verg¨¹enza ajena, porque simpatizas, sientes lo que crees que debe estar sintiendo el otro. Y eso es solidaridad. Un sentimiento muy noble. Muy humano. La verg¨¹enza es un sentimiento superinteresante¡±.
El hombre m¨¢s odiado tambi¨¦n tiene sus fans
Consecuencia de la fama de Jes¨²s, convertido ya en "el hombre m¨¢s odiado de Espa?a", es que le surge un grupo de admiradores, precisamente porque va contra "lo pol¨ªticamente correcto". Cavestany recuerda una idea de Los asquerosos, de Santiago Lorenzo: "La reivindicaci¨®n de la mochufa, la gentuza", sostiene. "Es como El Peque?o Nicol¨¢s. Un fen¨®meno viral atrae siempre a unos freaks que te reivindican".
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