Zabou Breitman: ¡°En Afganist¨¢n las lapidaciones salvajes siguen existiendo¡±
La cineasta francesa, codirectora de ¡®Las golondrinas de Kabul¡¯, habla sobre la producci¨®n de la pel¨ªcula, nominada a los Premios C¨¦sar, y las condiciones de las mujeres en el cine
En 1998, Zinedine Zidane fue campe¨®n del mundial de f¨²tbol con la selecci¨®n de Francia. Su figura, famosa en todo el planeta, es un hilo que conecta el bienestar europeo de ese a?o con la situaci¨®n del Afganist¨¢n asediado por los talibanes. ¡°?Zidane, Zidane!¡±, dice emocionado el narrador del partido mientras le escuchan tres hombres sentados frente a la radio en una casa oscura, en medio de un paisaje ruinoso y opaco, en Las golondrinas de Kabul, dirigida por las francesas Zabou Breitman y ?l¨¦a Gobb¨¦-M¨¦vellec. El largo, que llega a los cines de Espa?a este viernes, 21 de febrero, est¨¢ nominado a mejor pel¨ªcula de animaci¨®n en los Premios C¨¦sar, que entrega la Academia de Cine Franc¨¦s el d¨ªa 28.
La pel¨ªcula est¨¢ inspirada en el libro hom¨®nimo (Alianza Editorial, 2002) del escritor argelino Yasmina Khadra. Aunque de Breitman (Par¨ªs, 60 a?os) fue la decisi¨®n de ubicar la historia en 1998. ¡°Al comparar lo que sucedi¨® en ambos pa¨ªses ese a?o, tenemos una idea m¨¢s amplia del mundo¡±, explica en la sede del Instituto Franc¨¦s, en Madrid. La manera de equiparar las dos realidades fue el balompi¨¦, popular tanto en Afganist¨¢n como en Europa. ¡°El f¨²tbol une de una manera muy simple distintos puntos¡°, asegura la directora antes de recordar una frase que atribuye a su padre y que fue clave en la concepci¨®n de la pel¨ªcula: ¡°La historia de los dem¨¢s siempre es muy dif¨ªcil de comprender desde nuestro lugar¡±.
En 1998, Afganist¨¢n est¨¢ bajo el control casi completo de los talibanes, dos a?os despu¨¦s de que tomaran Kabul, la capital, depusieran al Gobierno sin apenas resistencia del ej¨¦rcito y capturaran al expresidente Mohamed Najibul¨¢ y a su hermano. A los dos los ejecutaron y colgaron sus cad¨¢veres en una plaza. Ese es el contexto en el que se desarrolla la pel¨ªcula, que a trav¨¦s de acuarelas aborda temas como el amor, la educaci¨®n, la religi¨®n, la miseria y la b¨²squeda de la libertad en una ciudad casi reducida al polvo, donde la tragedia y el terror son pan de cada d¨ªa y la muerte, a veces, se convierte en un espect¨¢culo.
Hoy en d¨ªa, m¨¢s de 20 a?os despu¨¦s, el pa¨ªs parece alejarse del foco medi¨¢tico. Sin embargo, seg¨²n Breitman, la situaci¨®n no ha mejorado. ¡°En Afganist¨¢n los talibanes siguen ah¨ª. Est¨¢n escondidos, no est¨¢n visibles¡±, asegura. Sigue habiendo autobuses que explotan y atentados en fiestas, abunda la cineasta. ¡°Y las lapidaciones salvajes siguen existiendo¡±. Contra las mujeres, como muestra la pel¨ªcula, obligadas ellas tambi¨¦n a usar un burka que les cubre todo el cuerpo y que les arrebata lo b¨¢sico y lo obvio: desde la dignidad como personas hasta la capacidad de ver el mundo con normalidad.
La cineasta habla tambi¨¦n de la presencia de las mujeres en la industria del cine en la actualidad. Dice que, en el campo de la animaci¨®n, son m¨¢s mujeres que hombres quienes asisten a las escuelas de formaci¨®n. ¡°Despu¨¦s no s¨¦ a d¨®nde van¡±, asegura. Y explica que la poca presencia femenina en la industria est¨¢ vinculada a los presupuestos que se destinan a las producciones: ¡°En las pel¨ªculas tradicionales, cuanto m¨¢s caro sea el proyecto, menos mujeres hay. Como si ellas fueran a gastarse el dinero de cualquier manera¡±. Sin embargo, reconoce que generar un cambio a fondo en la industria es muy dif¨ªcil y, sobre todo, lento: ¡°Creo que cuando las mujeres est¨¦n en paridad, el planeta ya no existir¨¢¡±.
En esa misma l¨ªnea, Breitman se refiere a la crisis de paridad por la que pasa la Academia de Cine franc¨¦s, y que ha generado una ola de protestas ciudadanas y renuncias en la instituci¨®n: ¡°Hay que poner mujeres en cargos extremadamente importantes, esa es la soluci¨®n. Mujeres que hagan pel¨ªculas de m¨¢s de 10 millones de euros¡±. De esa manera, opina, se dar¨¢ un buen ejemplo a las nuevas y futuras generaciones de ni?as: ¡°Eso les har¨¢ decir: ¡®Yo, cuando sea grande, har¨¦ una pel¨ªcula de Batman¡ o de Batwoman¡±.
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