Un libro sobre los ¡®nadie¡¯ que hicieron la guerra en Colombia

X: el Francotirador rebelde (Tusquets) es un libro de preguntas. No solo es la historia de un an¨®nimo que hizo la guerra en Colombia, una inmersi¨®n a la vida de un exguerrillero que desert¨® de las FARC, sino tambi¨¦n el veh¨ªculo para narrar la incertidumbre que vive el pa¨ªs andino despu¨¦s de que miles de hombres entregaran sus armas.

Usando su mirada de periodista y extranjero en Colombia -y burl¨¢ndose permanentemente de ella-, el reportero Jos¨¦ Fajardo se pregunta c¨®mo un muchacho algo m¨¢s joven que ¨¦l y con quien compart¨ªa el gusto por el punk termin¨® en las selvas colombianas como un francotirador. Necesitaba saber- dice en di¨¢logo con EL PA?S- las razones que llevan a una persona a empu?ar las armas. ¡°Necesitaba saber por qu¨¦ abandon¨® a sus compa?eros y decidi¨® desertar. Y, por encima de todo, me preocupaba saber c¨®mo estaba tras regresar a la sociedad¡±.

Pero la historia le permiti¨® a Fajardo cerrar un c¨ªrculo familiar propio. Hab¨ªa llegado a Colombia por amor y, una vez en el pa¨ªs, decidi¨® buscar la historia de su t¨ªo, tambi¨¦n llamado Jos¨¦ Fajardo, que vivi¨® en Colombia en la d¨¦cada de los 80, termin¨® enrolado en la guerrilla urbana del M-19, escribi¨® un libro sobre un comandante y muri¨® en circunstancias no claras en Brasil. Andaba sumergido en esa b¨²squeda cuando un joven que hab¨ªa conocido en una cobertura period¨ªstica en la X Conferencia de las FARC, el Woodstock de la guerrilla, y con quien hab¨ªa creado un lazo de amistad, le escribi¨® para pedirle que contara su historia. Con una ¨²nica petici¨®n: no divulgar su nombre.

"Colombia ha sido el pa¨ªs de los nadie, del que mata y no quiere que su nombre se sepa, del que muere y nadie se acuerda. Esta reflexi¨®n es del cronista Alberto Salcedo Ramos. Se le ocurri¨® cuando le cont¨¦ que estaba escribiendo esta historia un d¨ªa que almorzamos juntos. El protagonista de este libro a partir de ahora ser¨¢ X, porque la din¨¢mica de la guerra lo impone. La violencia en Colombia convierte a sus ciudadanos en gente an¨®nima. Poner en riesgo sus vidas no tiene sentido".

De ah¨ª se desprende la historia de X, un relato honesto en el cual el lector va descubriendo las preguntas y dudas que tiene su autor y pone sobre las 170 p¨¢ginas. Su mirada sobre la burocracia, las ¨¦lites y otros aspectos de la colombianidad as¨ª como las autocr¨ªticas a los ¡°periodistas y su ego¡±. ¡°No creo en periodistas con grandes verdades que se retratan como h¨¦roes y en este caso en un pa¨ªs ajeno. Colombia es un pa¨ªs muy complejo, no me hubiera atrevido a hacer un retrato de este pa¨ªs, eso ya lo han hecho grandes como Salcedo o Alfredo Molano. Pero s¨ª trato de hacer una aproximaci¨®n a trav¨¦s del personaje¡±, cuenta el autor a este diario.

Y aunque predominan dos voces: la de Fajardo y la de X, es un libro coral que intenta mostrar la diversidad de las voces de la guerra en Colombia. Y esa es una de las cosas m¨¢s destacables del libro. Habla con sus psic¨®logas, con su familia, con expertos del gobierno y militares que durante a?os fueron los enemigos de X, con otros periodistas. ¡°En el contexto de polarizaci¨®n que vive el pa¨ªs creo que es importante encontrar voces diversas y que se puede reivindicar la palabra, que decir cualquier cosa sea mucho mejor que usar las armas¡±.

Si bien narrar la historia de un francotirador puede ser pol¨¦mico en un contexto de una guerra tan larga y dolorosa, lejos de ser una oda o un escarche a un francotirador, intenta abordarlo en su dimensi¨®n m¨¢s compleja. Al tiempo que muestra su faceta de asesino y calculador se acerca a una persona que se enamora y sufre. Y ah¨ª es cuando el autor se lanza con una pregunta crucial del libro, ?puede X ser tambi¨¦n una v¨ªctima?

¡°Era otro punto que quer¨ªa explorar en el libro. Y era plantear c¨®mo es que este chico que era considerado el verdugo y que carga con un estigma en la sociedad colombiana, tambi¨¦n pudiera ser una v¨ªctima en cierto modo. Me interesaba, por lo menos tratar de entender sus circunstancias y explicar qu¨¦ le llev¨® a hacer lo que hac¨ªa y qu¨¦ consecuencias ha tenido eso¡±, agrega Fajardo. No avizora respuestas. ¡°Tiene que d¨¢rselas cada uno, sobre la necesidad de la violencia en una sociedad tan desigual, sobre qui¨¦n es v¨ªctima y verdugo. Para m¨ª, la ¨²nica certeza es que no hay cosas absolutas en un conflicto tan largo¡±, dice el periodista que buscaba el fantasma del pasado que era su t¨ªo y se encontr¨® con el pasado de Colombia.