¡®There Is No Evil¡¯, del iran¨ª Mohammad Rasoulof, gana el Oso de Oro en la Berlinale

There Is No Evil, del iran¨ª Mohammad Rasoulof, ha ganado el Oso de Oro de la 70? Berlinale. El cineasta tiene prohibido salir de su pa¨ªs desde que volvi¨® a Teher¨¢n tras asistir al festival de Cannes de 2017, donde su pel¨ªcula Un hombre ¨ªntegro gan¨® el premio a mejor filme en la secci¨®n Una Cierta Mirada. La retirada de su pasaporte no le acobard¨®. Y en There Is No Evil ha aprovechado para hablar de dos temas muy pol¨ªticos: la pena de muerte y el coraje moral de la gente de la calle, a trav¨¦s de cuatro historias exclusivamente unidas por esas reflexiones. Rasoulof, obviamente, no pudo recibir en Berl¨ªn el Oso de Oro, ya que est¨¢ esperando que se ejecute la sentencia que le condena a un a?o de c¨¢rcel "por difundir propaganda contra la rep¨²blica isl¨¢mica". Justo el mismo d¨ªa en el que acab¨® el rodaje de la pel¨ªcula ganadora, el director, de 46 a?os, ley¨® un texto en la corte de apelaci¨®n, que no fue tenido en consideraci¨®n.

Con su decisi¨®n, el jurado presidido por Jeremy Irons ha priorizado la cuesti¨®n pol¨ªtica a la cinematogr¨¢fica. Hab¨ªa en la secci¨®n Competici¨®n de esta Berlinale tres pel¨ªculas por encima del resto: Rizi, del malayo Tsai Ming-Liang, y los trabajos de las estadounidenses Kelly Reichardt (First Cow) y Eliza Hittman (Never Rarely Sometimes Always). Solo Hittman, que ya ven¨ªa galardonada de Sundance, donde se proyect¨® por primera vez su tercer largo, ha sido recompensada en el palmar¨¦s: al menos, con el Gran Premio del Jurado. Su retrato de la dificultad y el dolor que conllevan abortar en EE UU, a trav¨¦s de una adolescente de un peque?o pueblo que viaja con su prima a Nueva York para poder realizar la operaci¨®n, es delicado, sin ning¨²n amaneramiento ni regodeo en el sufrimiento, con la c¨¢mara muy pegada al rostro de las chicas, que aguantan vejaciones machistas constantes. En el escenario, con el galard¨®n en la mano, Hittman se lo ha dedicado a "los trabajadores sociales y los m¨¦dicos que protegen la vida y los derechos de esas mujeres" y les agradeci¨® su trabajo.

En cambio, las cuatro historias de Rasoulof van a peor: destaca la primera, seca, envolvente, bien conducida hasta la sorpresa final; despu¨¦s le puede el mensaje por encima del cine. Rasoulof ha rodado a escondidas, con todos los permisos oficiales concedidos merced a una estratagema. Realizaron todo el papeleo como si fueran cuatro cortometrajes, cada uno con su propio equipo t¨¦cnico y art¨ªstico. Para las secuencias filmadas en espacios p¨²blicos, incluido el aeropuerto de Teher¨¢n, Rasoulof se qued¨® en casa, y sus ayudantes dirigieron las tomas siguiendo su listado de planos. Cuando las historias se desarrollaban fuera de la capital, Rasoulof pudo intervenir y trabajar con los actores. Acostumbrado a un cine m¨¢s aleg¨®rico, el director de La isla de hierro ha decidido en esta ocasi¨®n ser mucho m¨¢s directo. En la rueda de prensa de su pel¨ªcula, en la que particip¨® a trav¨¦s de una llamada por WhatsApp, Rasoulof explic¨® desde Teher¨¢n: "Un r¨¦gimen opresor como el nuestro presiona a los ciudadanos todos los d¨ªas, y vas cediendo poco a poco con peque?os sacrificios y mentiras, con cesiones a la hipocres¨ªa... Hasta que te conviertes en parte de la injusticia. Con la pel¨ªcula yo quer¨ªa mostrar que tambi¨¦n hay una posibilidad de oponerse". Con este Oso de Oro, el jurado ha realizado la misma cesi¨®n a la pol¨ªtica que la que se hizo en 2015, cuando Taxi Teher¨¢n, de otro iran¨ª perseguido, Jafar Panahi, se impuso a El club, del chileno Pablo Larra¨ªn.

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En el resto del palmar¨¦s, claras las elecciones a mejor actor y actriz. El italiano Elio Germano borda la reconstrucci¨®n de un cl¨¢sico del arte naif, Antonio Ligabue, en Volevo Nascondermi. Tiene transformaci¨®n f¨ªsica y construcci¨®n ps¨ªquica. A la alemana Paula Beer le ha tocado recrear el mito germano de las ondinas, antecedente de las sirenas, en la pel¨ªcula Undine, de Christian Petzold. Las ondinas, de agua dulce, tienen que asesinar a las parejas que les abandonan. Ese concepto, trasladado a siglo XXI, funciona a empujones en manos de Petzold, mejor en esta ocasi¨®n como director que como guionista. Sin embargo, su drama sentimental tambi¨¦n ha recibido el premio Fipresci de la cr¨ªtica internacional.

El nuevo Oso de Plata (antiguo premio Alfred Bauer, fundador de la Berlinale, que se ha quedado sin nombre tras las acusaciones de que Bauer hab¨ªa formado parte de la represi¨®n durante el nazismo) recay¨® en la ¨²nica comedia de la competici¨®n, Effacer l¡¯historique (Francia), de Benoit Del¨¦pine y Gustave Kervern. El surcoreano Hong Sangsoo, idolatrado por la cr¨ªtica con su larga exploraci¨®n de la masculinidad y el alcoholismo, y capaz de rodar hasta tres pel¨ªculas al a?o, recibi¨® el Oso de Plata a la mejor direcci¨®n con The Woman Who Ran, que esta vez se centra solo en las mujeres, a trav¨¦s de tres largas conversaciones que protagoniza su actriz fetiche, Kim Min-hee. Otras dos pel¨ªculas que han levantado polvareda en el certamen, la rusa DAU. Natasha y la francocamboyana Irradi¨¦s, tambi¨¦n han recibido un reconocimiento. Esta ¨²ltima, una apuesta muy arriesgada de Rithy Panh, cineasta de la memoria hist¨®rica, obtuvo el galard¨®n a mejor documental de cualquier secci¨®n.

Ha sido la primera edici¨®n dirigida por Mariette Rissenbeek, en la parte financiera, y Carlo Chatrian (exdirector de Locarno) en la art¨ªstica. Han sacado muy buena nota, aunque el aumento de las secciones y la dificultad de establecer claras fronteras entre unas y otras han jugado en su contra. Han buscado buen cine para la Berlinale, y lo han logrado.