El w¨¦stern cambia de piel

Surge en el cine contempor¨¢neo una discreta mutaci¨®n del w¨¦stern que cuestiona, una vez m¨¢s, los relatos trillados que suele vehicular el g¨¦nero estadounidense por antonomasia, incluso en su versi¨®n m¨¢s revisionista y crepuscular. J¨®venes directoras como Annie Silverstein ¡ªcon Bull (Amistad en el ruedo), estrenada esta semana en streaming sin pasar por los cines¡ª y Chlo¨¦ Zhao ¡ªcon The Rider, que se sumar¨¢ este mes al cat¨¢logo de Filmin¡ª acercan esas rancias convenciones a la realidad social de hoy, irrig¨¢ndolas de preocupaciones propias de las pol¨ªticas de identidad. Las dos directoras tienen mucho en com¨²n. Ambas fueron descubiertas en recientes ediciones del Festival de Cannes con pel¨ªculas que transcurren en el circuito actual de los rodeos, filmadas con un claro af¨¢n documental y protagonizadas por personajes mal¨¦ficos en los relatos can¨®nicos: un cowboy negro, en el caso de Bull, y otro que es nativo americano, en The Rider.

Las dos directoras se distancian del arco narrativo de los w¨¦sterns del siglo pasado para acercarse a otro tipo de tropos, los del relato de iniciaci¨®n te?ido de realismo sucio. Bull se centra en la relaci¨®n entre una preadolescente conflictiva y su vecino, un jinete afroamericano y con el cuerpo en las ¨²ltimas, que se aferra obstinadamente al mundo de la competici¨®n porque no tiene otro destino al que agarrarse. The Rider tambi¨¦n habla de un cowboy herido: una joven promesa que vive en una reserva sioux de Dakota del Sur, obligado a prejubilarse tras una ca¨ªda que pudo ser letal, aunque siga so?ando con el d¨ªa en que le dejen volver al ruedo. En ambos casos, las relaciones de dominaci¨®n tienen una ra¨ªz m¨¢s econ¨®mica que racial: blancos, negros e indios, por utilizar la terminolog¨ªa cl¨¢sica, conviven en paisajes decadentes, act¨²an ante grader¨ªas semivac¨ªas y malviven de id¨¦ntica manera al margen de su color de piel.

Las dos ficciones est¨¢n impregnadas de realismo. El protagonista de The Rider, Brady Jandreau, encarna a un personaje inspirado en su propia historia, mientras que Bull fue rodada en el llamado soul circuit de Texas, heredero de los shows que protagonizaron, en el siglo XIX, antiguos esclavos liberados tras la guerra civil, que se mudaron al Oeste en busca de una oportunidad y fueron relegados a rodeos para negros por las leyes de segregaci¨®n. Seg¨²n el historiador Kenneth Porter, uno de cada cuatro vaqueros del Far West fue negro, pese a que la versi¨®n oficial que pregon¨® Hollywood decidiese ignorar sus historias.

En estas nuevas pel¨ªculas, el cowboy ya no es aquel personaje heroico que reinaba en el mito de la frontera. En estos territorios desclasados, una nueva calibraci¨®n econ¨®mica ha dejado al opresor en una posici¨®n subalterna, lo que le acerca a su antiguo oprimido. Zhao, directora nacida en Pek¨ªn en 1982 y a quien acaban de fichar los estudios Marvel en su sed indiscriminada por las mujeres cineastas ¡ªrecordemos que intentaron contratar a Lucrecia Martel¡ª, va a¨²n m¨¢s all¨¢ al presentar la etnicidad como una noci¨®n brumosa: en una escena, la hermana del protagonista entona unos versos en castellano, mientras que su antih¨¦roe lleva un apellido asimilado, digno de un w¨¦stern cl¨¢sico (Blackburn), y nunca hace una alusi¨®n expl¨ªcita a sus or¨ªgenes lakotas. Barack Obama situ¨® a The Rider, en un gesto posracial definitivo, en su lista de pel¨ªculas favoritas del a?o 2017.

Como todo w¨¦stern que se precie, las dos pel¨ªculas son cuentos morales, aunque sus c¨®digos de honor tambi¨¦n sean distintos a los tradicionales. Los ¨²ltimos minutos de The Rider son una enmienda a la totalidad del modelo de masculinidad de John Wayne, igual que Bull esboza en su emotivo final una alternativa al autosacrificio como motor existencial, insinuando que los llaneros solitarios tambi¨¦n necesitan una red de solidaridad. Ambas pel¨ªcu?las circulan por la senda ideol¨®gica abierta por Kelly Reichardt en Meek¡¯s Cutoff, relato revisionista donde mujeres y nativos americanos forjaban una alianza circunstancial para derrocar a un nauseabundo patriarca, rodada en aquel tiempo no tan lejano en que feminista todav¨ªa era un insulto y la interseccionalidad no llenaba todas las bocas. Quentin Tarantino la coloc¨®, en otro gesto tan significativo como el de Obama, en su lista de pel¨ªculas m¨¢s odiadas del a?o 2010.

Bull (Amistad en el ruedo) (2019). Annie Silverman. Disponible en Rakuten TV.

The Rider (2017). Chlo¨¦ Zhao. Disponible en Filmin a partir del 23 de abril.