Kit de supervivencia cultural para el encierro (d¨ªa 26)

UN LIBRO: Los r¨ªos profundos, de Jos¨¦ Mar¨ªa Arguedas

El boom latinoamericano termin¨® teniendo cierto efecto de tierra quemada en los lectores europeos, pero durante a?os, adem¨¢s de para promocionar a sus j¨®venes estrellas, sirvi¨® tambi¨¦n para llamar la atenci¨®n sobre sus maestros. Fue el caso de Juan Rulfo, Jorge Luis Borges, Juan Carlos Onetti o Alejo Carpentier. Fue tambi¨¦n el de Jos¨¦ Mar¨ªa Arguedas. Solo su suicidio en 1969, tantas veces anunciado en sus diarios, impidi¨® la posterior explotaci¨®n promocional de su figura y su hipot¨¦tico ingreso en el palmar¨¦s del Premio Cervantes.

Incluso un autor como su paisano Vargas Llosa, que no comparte sus ideas sobre el indigenismo, no ha parado de decir a quien quisiera o¨ªrlo que Los r¨ªos profundos (1958) es una obra maestra. La actualidad obliga a a?adir que es una novela de confinamiento y epidemia. El confinamiento es el que sufre Ernesto, un adolescente que termina interno en un colegio religioso de Abancay, una ciudad en el sur de los Andes peruanos sobre la que se cierne la peste. All¨ª llega el muchacho despu¨¦s de recorrer la sierra acompa?ando de pueblo en pueblo a su padre, un abogado itinerante de medio pelo con cierto pasado familiar pero ning¨²n futuro. En el internado descubre la violencia, el desarraigo, el racismo y el choque entre sus dos mitades: la blanca y la ind¨ªgena. Tambi¨¦n la rebeli¨®n y la represi¨®n. ¡°El mundo¡±, dice, ¡°nunca fue m¨¢s triste¡±.

Mezclando magistralmente imaginaci¨®n y memoria ¨Chay mucho de ¨¦l en Ernesto¨C, su autor arma una historia que tiene algo de texto so?ado. Y sagrado. En Los r¨ªos profundos ¡°la lengua de Arguedas, un castellano de sintaxis quechua (absolutamente inventado y no por ello menos aut¨¦ntico), llega a una suerte de perfecci¨®n cl¨¢sica¡±. Lo ha escrito C¨¦sar Aira, poco dado a la hip¨¦rbole. Qu¨¦ m¨¢s se puede decir. Javier Rodr¨ªguez Marcos

Los r¨ªos profundos. Jos¨¦ Mar¨ªa Arguedas. C¨¢tedra y Linkgua Digital. Disponible en edici¨®n impresa y electr¨®nica en Todos tus libros, Amazon y Fnac.

UN DISCO:?Long Player Late Bloomer, de Ron Sexsmith

El mejor pop es aquel que nos habla de lo cotidiano, pero con la posibilidad siempre de hacerlo trascendente. Como si decir que ¡°estoy triste¡± es verse derrumbar el mundo. En este mundo, precisamente, en el que, como dec¨ªa Billy Wilder con respecto al cine, es m¨¢s f¨¢cil rodar un final triste que uno feliz, quiz¨¢ tenga m¨¢s m¨¦rito que Ron Sexsmith apenas componga dramas y tragedias. Quiz¨¢ haya que reconocerle que lo suyo es hacer de la felicidad cotidiana todo un muestrario de pop de alto calibre. Este convencional padre de familia, que tuvo el primero de sus dos hijos a los 20 a?os, se encarga de las labores dom¨¦sticas del hogar y reconoce que a veces compone mientras lava platos, dejando el papel y el boli junto a la pila, es un creador de delicias pop. Canadiense y seguidor desde chaval de Neil Young, Sexsmith se fij¨® como adolescente talentoso en todo ese perfil ac¨²stico y emotivo de Young, capaz de derribar cualquier muralla, pero acab¨® por desarrollar un lenguaje propio como m¨²sico que le termin¨® colocando como un nuevo Paul McCartney, un orfebre de melod¨ªas pop que parten por la mitad. El propio beatle es uno de sus admiradores reconocidos, como tambi¨¦n lo son otros colosos de la melod¨ªa pop como Brian Wilson o Elvis Costello.

Publicado en 2011, Long Player Late Bloomer es el ¨¢lbum n¨²mero 11 de su carrera y un ejemplo como cualquiera de los diez anteriores ¨Cy los cuatro posteriores que ha publicado hasta la fecha¨C de la belleza de su pop preciosista. Siempre ¨¢gil en la composici¨®n y sencillo en las formas, Sexsmith no tiene disco malo. Gracias a gemas como Get Line, The Reason Why o Eye Candy, entre otras, Long Player Late Bloomer puede que sea el m¨¢s luminoso en un autor que destaca por encima de todo por los medios tiempos melanc¨®licos, esas r¨¢fagas emocionales y transcendentales de no m¨¢s de cuatro minutos. Aqu¨ª esos medios tiempo, marca de la casa Sexsmith, con los que decorar una vida se recogen en composiciones como Miracles, Not Help at All, Late Bloomer y Every Time I Follow. El pop de Ron Sexsmith es un regalo, que nos recuerda que la felicidad cotidiana, en estos d¨ªas tan da?ada, es tambi¨¦n una importante conquista. Fernando Navarro

Long Player Late Bloomer. Ron Sexsmith. Cooking Vynil, 2011. El disco est¨¢ disponible en Spotify y otras plataformas.

UNA PEL?CULA:?Lady Halc¨®n, de Richard Donner

Richard Donner ha alegrado la vida de varias generaciones de espectadores. El neoyorquino es el responsable de?Superman,?Conspiraci¨®n, de la saga?Arma letal¡­ Incluso de la delirante?Sal y pimienta. Y de esta?Lady Halc¨®n (1985), el drama de una pareja a la que le ca¨ªdo una maldici¨®n encima. Literalmente. Cuando se hace de noche, ¨¦l se convierte en un gran lobo negro y ella deja de ser halc¨®n para recuperar su forma humana. Esto en el siglo XIV deb¨ªa de ser hasta habitual. As¨ª no hay manera de mantener una relaci¨®n. Poca comunicaci¨®n puede haber si no es trav¨¦s de terceras personas, y una de ellas es un ladronzuelo, Phillipe Gast¨®n, ejemplo de c¨®mo Donner ha sido un maestro en lo de introducir la comedia en las tramas de aventura, porque?Lady Halc¨®n es una pel¨ªcula cl¨¢sica de lucha de un h¨¦roe por lograr su propia haza?a que le sit¨²e a la altura de sus ancestros y adem¨¢s resolver el entuerto en el que se haya metido por culpa del amor: la imposible comunicaci¨®n con su pareja (la justificaci¨®n para sacarla en esta colecci¨®n de pel¨ªculas).

Michelle Pfeiffer, que ven¨ªa de rodar?El precio del poder y?Cuando llega la noche, y Rutger Hauer, que despu¨¦s protagonizar¨ªa?Los se?ores de acero encarnan a esta pareja. No eran los actores elegidos inicialmente: a Etienne de Navarra le iba a interpretar Kurt Russell, que se baj¨® del proyecto a d¨ªas de empezar el rodaje, y fue sustituido por Hauer, contratado para un personaje secundario. Donner, que siempre sabe alegrar un par de horas de la existencia de cualquier cin¨¦filo, a?adi¨® como plusval¨ªa en?Lady Halc¨®n el rodaje en escenarios naturales de Italia (tres de los castillos que aparecen en pantalla pertenec¨ªan a la familia Visconti). En definitiva, otra manera de mostrar a parejas que no se hablan entre s¨ª. Gregorio Belinch¨®n

Lady Halc¨®n. Richard Donner. 1985. La pel¨ªcula est¨¢ disponible en Movistar +.

Un hijo lo cambia todo. De repente, abre un mundo de amor infinito e incondicional. Pero tambi¨¦n un mundo de mil dudas, de emociones extremas, de desesperaci¨®n. Lo mejor y lo peor al mismo tiempo. Berto Romero tiene experiencia en ese ruedo con tres hijos, dos de ellos melllizos. Esa monta?a rusa de la paternidad, vista desde un punto de vista humor¨ªstico y metaficcional, es el centro de las dos temporadas disponibles (la tercera est¨¢ en preparaci¨®n) de Mira lo que has hecho. La vida real alimenta a la serie desde diferentes ¨¢ngulos. Por un lado, est¨¢n algunas vivencias reales tanto de Romero como de los otros dos guionistas, Enric Pardo y Rafel Barcel¨®. Pero adem¨¢s, y sobre todo en la segunda temporada, lleva a cabo un interesante juego de metaficci¨®n: no solo Berto Romero interpreta a una versi¨®n ficticia de s¨ª mismo (que tambi¨¦n se llama Berto Romero, tambi¨¦n es c¨®mico y tambi¨¦n tiene tres hijos), sino que seg¨²n avanza la historia, el personaje se propone hacer una serie sobre su vida. Una serie sobre la vida ficticia de Berto Romero. Mira lo que has hecho sale victoriosa de este triple salto mortal con tirabuz¨®n mientras combina el humor m¨¢s bestia con momentos muy emotivos capaces de provocar alguna l¨¢grima.

Buena parte de la responsabilidad de que esta sea una de las propuestas de Movistar + m¨¢s aplaudidas la tiene, adem¨¢s del guion, la qu¨ªmica entre Berto Romero y la coprotagonista, Eva Ugarte, que interpretan con naturalidad a dos personas normales sepultadas en ocasiones por el aluvi¨®n de la paternidad. Natalia Marcos

Mira lo que has hecho. Berto Romero. Movistar +. 2018. Las dos temporadas de la serie se pueden ver en Movistar +.

UN C?MIC: Cruzando el bosque, de Emily Carroll

Todo cuento cl¨¢sico esconde una historia de terror primordial. R¨ªanse ustedes del se?or Lovecraft y la corte de Chulthu y Nyarlathotep al completo comparado con la escabrosa realidad de Caperucita Roja o la Bella Durmiente en sus versiones originales. Historias de perversidad que infund¨ªan el horror en los m¨¢s peque?os ¨Cy los no tan infantes¨C para implantar en las j¨®venes mentes mensajes de aviso entremezclados con ense?anzas morales b¨¢sicas. Si Caperucita no quer¨ªa ser vejada y posiblemente asesinada, mejor evitarse el bosque, as¨ª que nada mejor que describir con pelos y se?ales los posibles horrores y ultrajes que pudiera sufrir. Y no digamos lo poco encantador de un Pr¨ªncipe Azul que consegu¨ªa que su amada dormida despertara¡­con los dolores del parto. Espantados con la crudeza de los cuentos infantiles, Perrault y los hermanos Grimm recopilaron los cuentos de tradici¨®n oral con una buena carga de edulcorante que limaba las asperezas m¨¢s macabras para quedarse con amables mensajes de pudorosa did¨¢ctica, que Disney convertir¨ªa en imaginer¨ªa popular.

Los relatos que componen Cruzando el bosque, demuestran que la joven Emily Carroll conoce bien el g¨¦nero de terror y los or¨ªgenes de los cuentos cl¨¢sicos, mezcl¨¢ndolos para conseguir modernos cuentos que, desde una apariencia candorosa e infantil, recorren los lugares comunes del horror moderno. Monstruos y esp¨ªritus se inmiscuyen en la vida humana en unas historias que la autora dirige con precisi¨®n, con una narrativa curtida en el webc¨®mic que esquiva reglas no escritas para imponer las suyas. Dirige la mirada del lector entre los contrastes de funesto negro y rojo sangriento, creando composiciones de p¨¢gina de extra?a perfecci¨®n y coherencia, con serpenteantes trazos que traspasan la vi?eta para generar en el lector un impacto visual de tenebrosa belleza a ritmo de Saint-S?ens o Mussorgsky. Tan estremecedor como adictivo. ?lvaro Pons

Cruzando el Bosque. Emily Carroll. Sapristi C¨®mics, 2014. El c¨®mic est¨¢ disponible en la web de Roca Libros.

UN VIDEOJUEGO: Mario Kart 8

Los videojuegos, como todos los medios culturales, tienen un cat¨¢logo de sentimientos, una serie de piezas emocionales con las que tramar su arte. Muchos de ellos, evidentemente, los comparten con otros medios. Hablamos de la sorpresa, la empat¨ªa, la tristeza o la alegr¨ªa. En otros, como el terror (la capacidad inmersiva de juegos como Alien Isolation o Resident Evil 7 es mayor que la de cualquier pel¨ªcula o serie) los juegos se van imponiendo a cualquier otro medio. Y otros, como, por ejemplo, la competitividad (nadie puede ser competitivo viendo un cuadro o escuchando una melod¨ªa) son terreno exclusivo del mundo interactivo. De los videojuegos competitivos, una de las series m¨¢s sanas, divertidas y entra?ables es la de Mario Kart. Surgida por primera vez en 1992 para la S¨²per Nintendo, el juego se ha ido refinando y puliendo cada generaci¨®n preservando su mec¨¢nica inicial (los personajes m¨¢s famosos de Nintendo se enfrentan en carreras y se torpedean con objetos del mundo del videojuego) hasta llegar a la ¨²ltima entrega, Mario Kart 8 (2014), para Wii U y Nintendo Switch. Un juego adictivo en el mejor sentido de la palabra y divertido como ninguno. Jorge Morla

Mario Kart 8. Nintendo, 2014. El juego est¨¢ disponible para Wii U y Nintendo Switch.