¡®Post tenebras spero lucem¡¯
Los autores no tienen encargos, se paralizan o aplazan el pago de sus regal¨ªas y de sus liquidaciones, carecen en muchos casos de acceso a las ayudas estatales y casi nadie se acuerda de ellos
1. Autores
Algo habr¨ªa que hacer por ellos y, en consecuencia, por todos los que nos beneficiamos de su trabajo, tanto del que se jalea medi¨¢ticamente como del que permanece poco tiempo en las implacables mesas de novedades. Los autores ¡ªuna categor¨ªa proteica que incluye a todos los que constituyen el primer eslab¨®n y la piedra angular del negocio del libro¡ª est¨¢n siendo particularmente golpeados por el pandemonio general causado por la pandemia (un mill¨®n de contagiados en el mundo por quincena) y por un impacto econ¨®mico del que a¨²n no nos podemos hacer cabal idea. No tienen encargos, se paralizan o aplazan el pago de sus regal¨ªas y de sus liquidaciones, carecen en muchos casos de acceso a las ayudas estatales y casi nadie se acuerda de que este segmento esencial de la cadena del libro est¨¢ formado por bastantes m¨¢s autores que las tres o cuatro docenas cuyos nombres aparecen habitualmente en las listas de m¨¢s vendidos y que pueden vivir con m¨¢s o menos holgura de su trabajo.
De los datos proporcionados por una encuesta realizada en Francia sobre una muestra de 415 autores, de los que el 80,7% declaran que la ¡°creaci¨®n¡± es su ¨²nica o principal actividad profesional, se desprende que, entre los pr¨®ximos meses de junio y septiembre de este mismo a?o, su salario previsto no pasar¨¢ de 701 euros mensuales. Me pega que aqu¨ª la situaci¨®n no ser¨¢ mucho mejor. A los pol¨ªticos se les llena la boca afirmando que la crisis en la que nos ba?amos sobrepasar¨¢ a las de la Gran Recesi¨®n de 2008 e, incluso, a la Gran Depresi¨®n que se extendi¨® por el planeta tras el martes negro de 1929.
La verdad es que, con ¡°plan Marshall¡± o sin ¨¦l, ser¨ªa estupendo que se activara la imaginaci¨®n de las distintas Administraciones del Estado para ayudar tambi¨¦n a los autores y creadores m¨¢s vulnerables. Hay ejemplos hist¨®ricos; uno de ellos, el Federal Writer¡¯s Project (FWP), se puso en marcha en EE UU cuando la Administraci¨®n de Roosevelt comprendi¨® que hab¨ªa que hacer algo con tantos escritores (sobre todo j¨®venes) que se hab¨ªan quedado sin empleo o en situaci¨®n precaria; Abajo el tel¨®n (1999), la pel¨ªcula de Tim Robbins, permite hacerse una idea de c¨®mo la Gran Depresi¨®n afect¨® a los creadores (en este caso, a los dramaturgos). Del FWP surgi¨® la American Guide Series, que ha quedado como el m¨¢s completo (y mejor) corpus de gu¨ªas tur¨ªsticas y viajeras de EE UU que se haya realizado, y adem¨¢s dio trabajo (e ingresos) a unos 6.000 escritores y periodistas durante los a?os m¨¢s terribles; seguro que les suenan los nombres de algunos de los (entonces) j¨®venes redactores: Saul Bellow, Zora Neale, John Cheever, Dorothy West, Nelson Algren, Jim Thompson.
2. Teatro
Ayer, en el descuidado escaparate de una conocida librer¨ªa de la calle de Fuencarral que permanec¨ªa cerrada, tuve una especie de moment¨¢neo vislumbre de lo que significa el tiempo detenido en el vertiginoso mundo del libro. De alg¨²n modo, los t¨ªtulos que segu¨ªan expuestos (la mayor¨ªa publicados en febrero, hace ya un siglo) y cubiertos de una fina capa de polvo se me antojaban m¨¢s propios de una librer¨ªa definitivamente clausurada. Me sent¨ª un poco como el jovenc¨ªsimo Pip cuando entr¨® en el sal¨®n de la se?orita Havisham, en el que todo hab¨ªa permanecido igual (y sin limpiar) desde el mismo d¨ªa, muchos a?os atr¨¢s, en que la dama fue plantada ante el mism¨ªsimo altar (Dickens, Grandes esperanzas, 1860).
Y conste que me hab¨ªa preguntado con curiosidad cu¨¢l ser¨ªa el primer libro que los editores me enviar¨ªan a casa despu¨¦s de 60 d¨ªas sin recibir novedades. Ahora lo s¨¦: hace tres recib¨ª Tragedia del se?or Morn, de Vlad¨ªmir Nabokov, publicado por la modesta editorial segoviana La U?a Rota. Se trata de un drama en verso (Rafael Rodr¨ªguez, su traductor, ha trasladado a endecas¨ªlabos blancos la versificaci¨®n original) compuesto entre 1923 y 1924 por el entonces joven exilado. Claramente afectado por el clima revolucionario europeo, por la violenta muerte de su padre un a?o antes (cuando proteg¨ªa a un amigo de un intento de asesinato) y muy influido por el teatro de Shakespeare, Nabokov imagina un pa¨ªs regido por un rey enmascarado y enfrentado al revolucionario Ganus, de cuya mujer, Midia, se ha enamorado.
El teatro, primer entusiasmo literario de Nabokov, no es precisamente por lo que el autor de obras maestras como Lolita o Habla, memoria ha pasado a la historia de la literatura, pero los amantes de su obra (entre los que me cuento) encontrar¨¢n en esta tragedia (olvidada y no publicada hasta 1997), adem¨¢s de una lectura entretenida, estilemas, motivos y temas muy reconocibles en su obra posterior. Felicidades a La U?a Rota, cuyo cat¨¢logo depara sorpresas ignoradas por editores de m¨¢s relumbr¨®n.
3. Fundador
Se acerca el tiempo en que la urgencia de las novedades bibliogr¨¢ficas arrinconar¨¢ el comentario de lecturas que no lo sean. No quiero que se me pase recomendar un libro ya casi ¡°antiguo¡± (se public¨® en 2018 y obtuvo al menos dos reimpresiones el a?o siguiente) en el que me he sumergido, m¨¢s bien tard¨ªamente y en sendas ¡°vacaciones¡± editoriales de Semana Santa y confinamiento forzado. La invenci¨®n de Jes¨²s de Nazaret. Historia, ficci¨®n, historiograf¨ªa (Siglo XXI), del especialista en historia de las religiones Fernando Bermejo Rubio, es un estudio hist¨®rico y cr¨ªtico que no deber¨ªa dejar de leer nadie interesado en la fundaci¨®n y evoluci¨®n del cristianismo y la figura hist¨®rica y/o legendaria de su fundador jud¨ªo. Un libro riguroso y bien investigado que no se limita a responder preguntas, sino que las suscita de nuevas y m¨¢s sugerentes maneras, distinguiendo de modo radical creencia y fe de historia y tradici¨®n.
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