La luz al final del brote epid¨¦mico
La literatura fant¨¢stica que llega a las librer¨ªas, escrita antes de la crisis sanitaria, le da vueltas al absurdo del mundo contempor¨¢neo y apuesta por nuevas voces al margen del sistema
El mundo, como suele decir Margaret Atwood y suscribir¨ªa Stefan Zweig, puede cambiar en cualquier momento. Y a principios de marzo, lo hizo. Para entender lo que suced¨ªa ¨Cel asalto a los supermercados, la indefinici¨®n democr¨¢tica, la futura nueva normalidad¨C, por una vez, la autoficci¨®n ¨Ctan en boga y aparentemente totalitaria en la era precoronav¨ªrica¨C era poco m¨¢s que papel mojado. Algo que parec¨ªa haber sido escrito desde otro mundo y para otro mundo, el espejismo al que sustituy¨® el nuevo espejismo de mascarillas, guantes y geles desinfectantes. De ah¨ª que lo fant¨¢stico, incluido todo cl¨¢sico que se atreviera a aventurarse en su ind¨®mito territorio, se convirti¨®, en cuanto estall¨® la pandemia, en un posible mapa o, cuanto menos, un lugar de consuelo: conten¨ªa pistas sobre qu¨¦ sentir ante una incertidumbre, por primera vez en mucho tiempo, verdaderamente apocal¨ªptica.
A sabiendas de que todo lo que se se?ale en el presente puede servir en el futuro, y a la vez, no dejar de radiografiar ese mismo presente, lo m¨¢s destacable de la vuelta del g¨¦nero a librer¨ªas, no se ha rebajado a dar ning¨²n volantazo en busca del hit del momento. S¨ª, se ha reeditado Los ojos de la oscuridad, de Dean Koontz (RBA), suced¨¢neo instrumental del enorme Apocalipsis de Stephen King (Plaza & Jan¨¦s), porque dio en el clavo en 1984 o, m¨¢s bien, porque la realidad parece haberse inspirado en ¨¦l ¨Ces la novela en la que un virus que provoca neumon¨ªas mortales escapa de un laboratorio de Wuhan e infecta al mundo entero¨C. Pero, por el momento, nada m¨¢s. La historia paralela de lo fant¨¢stico sigue su curso exactamente en el punto en el que lo dej¨®. Un punto en el que, a nivel nacional, crece industria y talento, y a nivel internacional, China manda.
Una buena muestra de esto ¨²ltimo es que, a finales de mes, Runas edita Estrellas rotas, antolog¨ªa bruj¨²la que permite conocer de qu¨¦ manera se est¨¢ expandiendo el g¨¦nero en China tratando los temas cl¨¢sicos desde puntos de vista, m¨¢s cercanos, por motivos obvios, a la ciencia-ficci¨®n sovi¨¦tica que a la occidental. Una ciencia-ficci¨®n sovi¨¦tica te?ida de un orientalismo marcado por lo norteamericano. Contiene Estrellas rotas, colecci¨®n a cargo de Ken Liu, la estrella, junto a Cixin Liu (El problema de los tres cuerpos), del fant¨¢stico asi¨¢tico, relatos de hasta 14 autores ¨Centre ellos, el propio Cixin Liu, y otros igual de destacados, como el de Anna Wu, Tang Fei, Xia Jia y Cheng Jingbo¨C, que ofrecen desde una historia china alternativa hasta s¨¢tira con aspecto de space opera, viajes espaciales ¨Ca lo ciencia-ficci¨®n hard¨C y hasta cyberpunk. El volumen incluye adem¨¢s tres interesant¨ªsimos ensayos sobre el por qu¨¦ del auge del g¨¦nero en China.
Tres son este mes, por otro lado, los ejemplos de hasta qu¨¦ punto el fant¨¢stico espa?ol se renueva y batalla por evidenciar el absurdo de la sociedad contempor¨¢nea. Empezaremos por el inteligent¨ªsimo pastiche pulp que es mucho m¨¢s que un pastiche pulp, es alta y juguetona literatura, de La musa fingida, de Max Besora (Orciny Press), un Quentin Tarantino que hubiera le¨ªdo m¨¢s de la cuenta a James Joyce y se atreviera a llevarlo al terreno del grindhouse bizarro, uno en el que conviven metaficci¨®n y h¨¢msters mutantes. En una l¨ªnea similar, una integrante del misterioso Colectivo Juan de Madre, responsable de los existencialistas a la par que pulp La ins¨®lita reuni¨®n de los nueve Ricardo Zacar¨ªas y El barbero y el superhombre, Manuela Buriel, se desintegra y ofrece Animales feroces (Aristas Mart¨ªnez), el despertar de la conciencia de clase (y especie) del adolescente Arcas, que exige una nueva Tierra insumisa.
Una cosa tienen en com¨²n la ¨²ltima de las novedades nacionales con la principal de las internacionales: le dan vueltas a la idea de la ciudad. En el caso de Ciudad n¨®mada, reba?o miseria (Ins¨®lita), de Pablo Loperena, la idea de ese ente con calles en el que nos almacenamos al que llamamos ciudad nos absorbe toda la energ¨ªa, porque la novela est¨¢ construida en torno al binomio gran ciudad-cosechadora y reba?o-miseria, es decir, aquellos que son explotados en nombre de un capitalismo feroz. Ocurre lo contrario en la primera entrega de una nueva trilog¨ªa, la trilog¨ªa de Las Grandes Ciudades, de la tres veces ganadora del Hugo a mejor novela, N. K. Jemisin. En La ciudad que nos uni¨® (Nova), la ciudad de Nueva York respira a trav¨¦s de sus protagonistas ¨Cuna estudiante de posgrado, la directora de una galer¨ªa de arte, una pol¨ªtica¨C, que son capaces de o¨ªr voces que vienen de muy lejos en el tiempo, porque a trav¨¦s de ellas se manifiesta el alma antigua de la ciudad, que reclama, evidentemente, otro lugar.
Y como adelanto sabros¨ªsimo de lo que vendr¨¢ ¨Cporque los derechos ya los tiene una editorial espa?ola¨C, un vistazo al inminente The Southern Book Club's Guide to Slaying Vampires ¨Calgo as¨ª como La gu¨ªa matavampiros del Club de Lectura del Sur¨C, de Grady Hendrix, un divertid¨ªsimo cruce entre Tomates Verdes Fritos, Mujeres Desesperadas y Dr¨¢cula. Es decir, ¨¦rase una vez un suburbio riqu¨ªsimo en el que, cada cierto tiempo, las amas de casa celebran un club de lectura, en el que acostumbran a charlar sobre las novelas rom¨¢nticas y negras que leen ¨Caunque sobre todo se cuentan chismes¨C, hasta que un d¨ªa llega un apuesto desconocido y lo pone todo lo rev¨¦s. Para empezar, porque es un vampiro. ?Que qui¨¦nes van a tener que librarse de ¨¦l? Las integrantes del club, claro. Otra curiosidad de este mes, los casi 30.000 euros que lleva recaudados en Verkami Sergio S. Mor¨¢n para continuar con la saga de la detective paranormal Ver¨®nica Guerra que arranc¨® (en Fantascy, la desaparecida colecci¨®n de Penguin Random House) con El dios asesinado en el servicio de caballeros. As¨ª que ¨¦ranse un vez un mont¨®n de nuevos y prometedores principios.
Lista de novedades
Estrellas rotas. Antolog¨ªa de escritores chinos, editada por Ken Liu. Traducci¨®n: Mar¨ªa Pilar San Rom¨¢n. Runas, 2020. 480 p¨¢ginas. 24 euros.
La musa fingida. Max Besora. Orciny Press, 2020. 170 p¨¢ginas. 16,95 euros.
Animales feroces. Manuela Buriel. Aristas Mart¨ªnez, 2020. 224 p¨¢ginas. 21 euros.
Ciudad n¨®mada, reba?o miseria. Pablo Loperena. Ins¨®lita, 2020. 368 p¨¢ginas. 19 euros.
La ciudad que nos uni¨®. N. K. Jemisin. Traducci¨®n: David Tejera Exp¨®sito. Nova, 2020. 464 p¨¢ginas. 21,90 euros.
The Southern Book Club's. Guide to Slaying Vampires. Grady Hendrix. Quirk Books, 2020. 352 p¨¢ginas. 22,99 euros.
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