Qu¨¦date con Pulp
La banda de Sheffield represent¨® la propuesta m¨¢s refinada y alejada del circo medi¨¢tico del 'brit-pop'
Sheffield no es Nueva York ni Londres ni Par¨ªs, pero ni falta que hace para que sea una ciudad con su propia m¨²sica. Enclavada en el coraz¨®n mismo de Reino Unido, Sheffield se ha colado en el imaginario de los amantes del pop y el rock por Arctic Monkeys, el que sin duda es el grupo brit¨¢nico m¨¢s importante del siglo XXI, pero antes estuvieron otros: Pulp. Una prodigiosa banda con un creador selecto como Jarvis Cocker, pero tambi¨¦n que acogi¨® durante su existencia a otro tipo de un talento descomunal como Richard Hawley.
En Filmin se puede ver el documental Pulp: vida, muerte y supermercados de Florian Habicht. La cinta es de 2014, pero est¨¢ bien rescatarla para poner en valor qu¨¦ elementos hacen posibles que una banda sea tan trascendental que, como por arte de magia, su m¨²sica qued¨¦ impregnada en toda una ciudad. Es decir, c¨®mo un grupo termina por convertirse en una cuesti¨®n emocional que ilustra al entorno de donde proceden con precisi¨®n cirujana. En el film, que se sale de las normas cl¨¢sicas de los documentales musicales, se rastrea en la poblaci¨®n de Sheffield a medida que se desliza todo el universo de Pulp, un grupo que desde primeros de los a?os ochenta emprendi¨® un gran camino de estupendas composiciones.
A partir de la llegada del ¨²ltimo concierto ingl¨¦s de Pulp, lugare?os de Sheffield de todo tipo y condici¨®n (ancianas, ni?os, adolescentes, fans¡) comentan qu¨¦ les parece un grupo que unos confunden con Queen (o a Jarvis Cocker con el sobrino de Joe Cocker) y otros dicen que es la banda de su vida o la que tiene ¡°mejores letras que Blur¡± o la que te hace bailar en la pista como un loco. Todos los comentarios, salpicados con entrevistas a los miembros de la formaci¨®n, sirven para demostrar que Pulp no se entiende sin Sheffield y viceversa.
Si Blur fueron los h¨¢biles estrategas del brit-pop y Oasis los working-class heroes, Pulp representaron la propuesta m¨¢s refinada y m¨¢s alejada del circo medi¨¢tico. Su l¨ªrica era m¨¢s rica y su universo, pivotando siempre alrededor de Sheffield y el sost¨¦n ideol¨®gico de Cocker, fue siempre un lugar reconocible como si de una pel¨ªcula fidedigna con la realidad se tratase. Las canciones de Pulp mostraban la vida de las gentes de Sheffield. De esas madres solteras, de esos vendedores de barrio y de esos adolescentes que aspiraban a un gramo de ilusi¨®n en la conocida ciudad del acero. Como afirma en el documental un especialista de la obra del grupo: ¡°Different Class ten¨ªa que ver con el acento de la zona, con sus modales, con su origen¡¡±.
Publicado en 1995, Different Class es una obra maestra de la m¨²sica brit¨¢nica, uno de esos ¨¢lbumes a los que se entra para quedarse en ellos. No solo se trata de himnos como Common People o Disco 2000, sino de todo ese costumbrismo ¨¢cido que guarda. Efusivo y melanc¨®lico, es la gran cota de una banda que desde sus comienzos en los ochenta con It y Freaks mezclaban colchones progresivos con homenajes a Leonard Cohen y Scott Walker. Jarvis Cocker, con su figura traviesa y su lenguaje mordaz, ten¨ªa un poder de seducci¨®n similar a esos crooners po¨¦ticos. El romanticismo era la gran baza de Pulp. Un romanticismo que, sin perder nunca la visi¨®n ¨¢cida, era en una clase media (esa gente com¨²n de su magn¨ªfica canci¨®n) sin ambiciosas aspiraciones vitales como revolcarse con un plet¨®rico amor fugaz en un hotelucho a medianoche. Algo ef¨ªmero, pero que no se olvida por alocado e imprevisible.
Tal y como se cuenta en el gran libro de Juan J. Vicedo, Calles que fueron nuestras (Silex), Sheffield pas¨® de ser en tan solo dos d¨¦cadas una ciudad destinada a la vanguardia a un refugio marginal. Edificios tapiados y demolidos, f¨¢bricas cerradas, barrios enteros desaparecidos¡ y j¨®venes como Cocker recordando aquellos carteles de las calles bajo el lema: ¡°Sheffield, la ciudad del futuro¡±. ¡°Carteles en los que se ve¨ªa a gente pintada con trajes espaciales. Les hicieron ver que viajar¨ªan a Marte en los a?os ochenta, pero la realidad, como canta en Glory Days, es que los ochenta han llegado y lo ¨²nico que ofrecen es limpiar letrinas¡±, escribe Vicedo. De Sheffield acabar¨ªa saliendo el taquillazo The Full Monty, pel¨ªcula de 1997 donde un grupo de hombres empobrecidos se convierten en estr¨ªperes para ganarse el pan.
Jarvis Cocker declar¨® al The Sheffield Star: ¡°El futuro ha sido cancelado por falta de inter¨¦s¡±. Y el grupo, tras el ¨¦xito de Different Class, supo incluso anticipar el final del brit-pop en This is Hardcore, una obra que deber¨ªa ser m¨¢s reivindicable. En ese disco, como explica Cocker en el documental, le dio por imaginar c¨®mo ser¨ªa su generaci¨®n cuando fueran jubilados. Hoy, el presente nos dice que ese futuro se llama Brexit, con todas las ¨¢speras causas y consecuencias de este terremoto para Reino Unido. Antes de mostrar ese futuro, This is Hardcore se dirigi¨® de forma inmediata al presente con solemnidad. ¡°Bergerac se acab¨® / la resaca se acab¨® / los hombres se acabaron / las mujeres se acabaron / el colesterol se acab¨® / las grabadoras se acabaron / la iron¨ªa se acab¨® / adi¨®s, adi¨®s¡±, canta Cocker en The Day After The Revolution.
Fue a Diego A. Manrique al primero que le le¨ª que, cuando se trataba elegir entre los Beatles y los Rolling Stones, ¨¦l siempre se quedaba con la tercera v¨ªa: los Kinks. Aplicada esta premisa a la ¨¦poca del brit-pop, un movimiento musical hinchado por la prensa brit¨¢nica sin la misma trascendencia art¨ªstica de la edad gloriosa del pop brit¨¢nico en los sesenta, cuando se trata de elegir entre Oasis y Blur, siempre digo: qu¨¦date con Pulp. Garant¨ªa segura.
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