Algunas historias de la Historia
Desde que el primer hom¨ªnido hablante partiera el f¨¦mur de b¨²falo sobre la cabeza del rival, se han dicho (y, luego, escrito) millares de frases memorables sobre la guerra
1. Cruzadas
Desde que el primer hom¨ªnido hablante partiera el f¨¦mur de b¨²falo que utilizaba como maza sobre la cabeza del rival que le disputaba una pieza, se han dicho (y, luego, escrito) millares de frases memorables sobre la guerra. Quiz¨¢s una de las m¨¢s repetidas sea la famosa de Von Clausewitz acerca de que la guerra es (la continuaci¨®n de) la pol¨ªtica por otros medios, aunque hay que reconocer que tambi¨¦n tiene largo recorrido la inversi¨®n a la que la someti¨® Foucault convirtiendo al predicado en sujeto y viceversa. De todas las frases sobre la guerra, la que prefiero es, sin embargo, la que les espeta a sus pretendientes Scarlett O¡¯Hara en Lo que el viento se llev¨® (1939), una peli que se estren¨® cuando la opini¨®n p¨²blica de EE UU empezaba a plantearse intervenir en Europa: ¡°Bla, bla, bla. Guerra, guerra, guerra. Esta ch¨¢chara sobre la guerra est¨¢ echando a perder toda la diversi¨®n de las fiestas esta primavera¡±. La bibliograf¨ªa sobre las guerras ¡ªuna de las ocupaciones de la humanidad que, como la b¨²squeda de alimento, ha permanecido constante¡ª crece cada segundo (y cr¨¦anme que no exagero). En esta extra?¨ªsima rentr¨¦e, a la vez pos y preconfinada, han aparecido importantes libros sobre las guerras y sus batallas. Alianza, por ejemplo, acaba de publicar 1064, Barbastro, de Philippe S¨¦nac y Carlos Laliena, un notable trabajo sobre la c¨¦lebre toma de la ciudad oscense a cargo de un ej¨¦rcito internacional convocado por los obispos y el papa Alejandro II, y que puede considerarse, 30 a?os antes de la Primera Cruzada, el primer intento colectivo europeo de poner coto a la expansi¨®n isl¨¢mica en el continente. La conquista de la ciudad culmin¨® en una salvaje represi¨®n de los vencidos, acompa?ada de torturas y violaciones a las mujeres musulmanas. Sobre las cruzadas ¡ªlas guerras internacionales contra el islam que movilizaron m¨¢s efectivos entre 1095 y 1296¡ª recomiendo vivamente Los cruzados: La ¨¦pica historia de las guerras por Tierra Santa (?tico de los Libros), de Dan Jones, un relato historiogr¨¢ficamente puesto al d¨ªa que, sin ser tan riguroso como la referencial Historia de las Cruzadas (Alianza), de Runciman, tiene la ventaja de que puede leerse como si se tratara de una novela.
2. Vencible / Invencible
No hay nada tan ¨²til para un pol¨ªtico como disponer de un buen equipo de comunicaci¨®n: un grupo de expertos, identificados plenamente con los deseos de sus l¨ªderes y capaces de transformar los fracasos en victorias, y ¨¦stas en ¨¦xitos pregonados urbi et orbi. Los ejemplos de la eficacia de dichos equipos son evidentes: ah¨ª tienen, por fijarme en un ejemplo cercano, la eficacia con la que, en pleno tardorajoyato decadente, el bien engrasado aparato de propaganda del independentismo catal¨¢n consigui¨® vender internacionalmente su versi¨®n de los sucesos del 1 de octubre de 2017. Un ejemplo bastante anterior de la eficacia de la propaganda tuvo lugar a partir del aciago verano de 1588, tras el desastre de la llamada armada ¡°invencible¡± ante la escuadra inglesa. El aparato de propaganda de Isabel I consigui¨® que el eco de la derrota de los espa?oles llegara hasta el ¨²ltimo rinc¨®n del planeta: la orgullosa naci¨®n hab¨ªa sido puesta de rodillas; sus poderosos barcos, destruidos. Panfletos, canciones populares, poemas sat¨ªricos, monedas, grabados, cuadros que celebraban la derrota espa?ola y la victoria inglesa circularon por todas las cortes europeas. El contraste con aquella eficac¨ªsima exhibici¨®n de propaganda lo ofrece el escaso eco, tanto en su momento como despu¨¦s ¡ªincluso en los libros de texto de los escolares: a m¨ª nunca me hablaron de ello¡ª, que obtuvo el de la tambi¨¦n catastr¨®fica derrota (superior en t¨¦rminos de barcos destruidos) de la expedici¨®n inglesa que en 1589, tan solo un a?o despu¨¦s, hab¨ªa lanzado contra Espa?a Isabel I con el prop¨®sito de aprovechar la debilidad moment¨¢nea de su hist¨®rico rival; los ingleses se las arreglaron para ocultar o edulcorar su fracaso, y los circunspectos bur¨®cratas filipinos no supieron aprovechar el ¨¦xito. De todo ello ¡ªy, sobre todo, del contexto hist¨®rico y militar de la batalla¡ª se ocupa el profesor Luis Gorrochategui en Contra Armada: La mayor victoria de Espa?a sobre Inglaterra, publicado por Cr¨ªtica. En cuanto a Felipe II, rey de Espa?a (y de Portugal) durante esos acontecimientos, recomiendo tambi¨¦n la nueva biograf¨ªa de Enrique Mart¨ªnez Ruiz Felipe II: Hombre, rey, mito (La Esfera de los Libros), que, m¨¢s all¨¢ de la de Geoffrey Parker (Felipe II, llamada pretenciosamente ¡°la biograf¨ªa definitiva¡±; Planeta, 2010), presta particular atenci¨®n, integr¨¢ndolas en su reinado, a las tres facetas que enuncia su subt¨ªtulo. Me han resultado particularmente esclarecedores los cap¨ªtulos dedicados a las fiestas, a la devoci¨®n del rey, a su faceta de mecenas y coleccionista de arte y libros, as¨ª como a la formaci¨®n de su muy escogida y asesorada biblioteca.
3. M¨¹ntzer
En el estupendo relato La guerra de los pobres (Tusquets), que ?ric Vuillard ha dedicado a Thomas M¨¹ntzer y a las revueltas en el sur de Alemania en 1524, la lucha de los campesinos adquiere ¡ªa partir de la libertad novelesca¡ª una perspectiva universal, en la que quiz¨¢s tambi¨¦n pensaba Ernst Bloch cuando compuso su Tomas M¨¹ntzer, te¨®logo de la revoluci¨®n, un ensayo (Antonio Machado, 2002) que fue publicado en espa?ol por primera vez en la ya m¨ªtica Ciencia Nueva (1965-1970). Merece un recuerdo aquella editorial pionera que se col¨® por las grietas de la censura del tardofranquismo, y que hab¨ªa fundado un grupo de universitarios progresistas, entre los que estaban Pepe Esteban, Javier Gallifa, Lourdes Ortiz, Mar¨ªa Teresa Bort, Carlos Piera, Jes¨²s Mun¨¢rriz, Rafael Sarr¨®, Alberto M¨¦ndez y otros, como Jaime Ballesteros, uno de los l¨ªderes interiores del PCE. Era en la prehistoria de la edici¨®n democr¨¢tica de la Espa?a de posguerra, antes de Anagrama, antes de Tusquets.
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