Sobre la inmoralidad del arte
En 'Las cosas como son y otras fantas¨ªas', ¨²ltimo Premio Anagrama de Ensayo, Pau Luque tiene la osad¨ªa de adentrarse en una cuesti¨®n tan ambigua y espinosa como la autonom¨ªa moral de los creadores
![Dominique Swain, en 'Lolita' (1997), de Adrian Lyne.?](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/IZWMGUV4QKHQOKSRIUKV4UXMY4.jpg?auth=f7ec102e57aef44c1b683552d10a157730b35101ee3cd80a0599b6d2c094d141&width=414)
Pau Luque es un joven fil¨®sofo que ha cometido la osad¨ªa de adentrarse en la investigaci¨®n sobre dos conceptos cuya ambig¨¹edad suele provocar serios dolores de cabeza: el arte y la moral. Si ya es dif¨ªcil definir con un sentido un¨ªvoco cualquiera de los dos vocablos, la combinaci¨®n de ambos genera un mar de dudas e incertidumbres, que por lo mismo incitan nuestra capacidad de asombro. ?Debe el arte someterse a principios morales? ?Y qu¨¦ persona o instituci¨®n determina en ese caso cu¨¢les deben ser? ?Podemos imponer la censura a nuestra imaginaci¨®n? ?Y a nuestra fantas¨ªa? Durante siglos la autoridad religiosa, pol¨ªtica o militar ha ejercido una cauci¨®n moral e ideol¨®gica sobre las manifestaciones art¨ªsticas, cubriendo genitales de estatuas, silenciando letras de canciones, tachando frases malsonantes, prohibiendo blasfemar y censurando incluso el mal gusto, cualquier cosa que eso signifique. Ahora, cuando las jerarqu¨ªas tradicionales ven debilitada su capacidad represora, la sedicente voluntad popular y los sentimientos identitarios vienen a reemplazarlas. La protecci¨®n de la infancia, la igualdad de g¨¦nero o el respeto a las creencias religiosas son, por ejemplo, valores democr¨¢ticos en los que se ampara una cierta oleada de correcci¨®n pol¨ªtica e incluso de nuevo puritanismo. Lo que equivale a sugerir la imposici¨®n de l¨ªmites morales a la exhibici¨®n y distribuci¨®n de determinadas obras.
La Manchester Art Gallery se permiti¨® hace un par de a?os esconder una pintura que representaba a unas j¨®venes adolescentes desnudas porque no quer¨ªa contribuir a la cosificaci¨®n de la imagen de la mujer; por las mismas fechas la feria Arco ordenaba descolgar la obra de Salvador Sierra Presos pol¨ªticos en la Espa?a contempor¨¢nea, y se iniciaban acciones judiciales contra un par de raperos por incitar al odio con sus canciones. Ni la obra de Sierra ni los raps censurados habr¨ªan tenido mayor repercusi¨®n en la opini¨®n p¨²blica, pero la bulimia censora logr¨® lanzarlos a la fama.
Luque hace al respecto un excurso inteligente, bas¨¢ndose en la ciencia (?o el oficio?) de la apicultura para describir lo que denomina el arte himen¨®ptero, en el que el n¨²cleo de su mensaje es la miel de la imaginaci¨®n. Frente a ¨¦l estar¨ªan las obras en las que la realidad lo invade todo y la inventiva se utiliza solo para rellenar los huecos que aquella deja. Eso le permite analizar de qu¨¦ manera pueden oponerse o no reparos morales a hechos despreciables reproducidos por la literatura. Se apoya en las canciones de Nick Cave y en la obra de Iris Murdoch, pero muchas p¨¢ginas del libro son en realidad un debate en torno a un art¨ªculo de Laura Freixas en EL PA?S bajo el t¨ªtulo de ?Qu¨¦ hacemos con Lolita? Este gener¨® no poco revuelo en su d¨ªa, pues en ¨¦l se dec¨ªa que la novela de Nabokov ¡°impl¨ªcitamente justifica la violaci¨®n de una ni?a, la reducci¨®n del ser humano femenino a la condici¨®n de objeto para el placer masculino, la ridiculizaci¨®n y burla de cualquier mujer no sometida¡±.
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/UKIRB3O4GBWS2AWIXXSQZ6ZDSQ.jpg?auth=44b3ae23cc76c6263853c1e48e70547fd4697b4398e6a2745829f1325b611bea&width=414)
Cuando en su d¨ªa le¨ª el articulo lament¨¦ que una lectora inteligente como Freixas confundiera la descripci¨®n de unos hechos inventados o imaginados con la justificaci¨®n moral de ellos. Mi perplejidad es paralela a la que expresa el autor, que supone que la cr¨ªtica se refiere nada m¨¢s y nada menos que a la ausencia de una reprobaci¨®n de ese abominable hecho en la novela misma. ?Y por qu¨¦ habr¨ªa de producirse? La Iglesia cat¨®lica redact¨® en su d¨ªa un ¨ªndice de libros prohibidos y Men¨¦ndez Pelayo narr¨® la historia de los heterodoxos. A ambas obras les debo gran parte de mi formaci¨®n autodidacta pues me descubrieron los autores cuya existencia pretendieron hurtarme en nombre de la correcci¨®n social, pol¨ªtica o espiritual.
Luque parece inc¨®modo al debatir sobre una cuesti¨®n que afecta a la autonom¨ªa moral de los artistas y de su obra, pero se muestra indulgente cuando da una respuesta casi moralizante a la pregunta de qu¨¦ hacer con Lolita. Propone usar el libro de Nabokov ¡°como una voz de alerta¡±, aunque no sabemos qui¨¦n ni a qui¨¦nes debe darse. Es de agradecer, en cualquier caso, que se adentre en la intrigante investigaci¨®n de la libertad del arte, que Baudelaire juzgaba pareja a la de la prostituci¨®n. El autor de Las flores del mal defini¨® la belleza como ¡°un monstruo enorme, horroroso e ingenuo¡±. Si acab¨¢ramos con los libros y las obras pl¨¢sticas que reproducen la inmundicia y la indignidad, las bajas pasiones de la condici¨®n humana, Shakespeare y Cervantes, Picasso y Goya, no formar¨ªan parte del canon. Tampoco Griffith en lo que respecta al cinemat¨®grafo.
Fil¨®sofo del derecho, Luque hace sobre cuestiones como esta las preguntas acertadas, pero se guarda muchas respuestas, escud¨¢ndose en la ambig¨¹edad de los conceptos y la complejidad de los hechos. El libro carece adem¨¢s de unidad en el discurso, como si estuviera compuesto a base de diversos ensayos en torno a los cuales se ha pretendido hilar un argumento no siempre coherente. Sus limitados an¨¢lisis sobre las fake news y la libertad de expresi¨®n, en los que nuevamente merodea en torno a un art¨ªculo de EL PA?S, esta vez de Francisco Rico en defensa del tabaco, son menos brillantes que sus observaciones sobre Iris Murdoch. En ellas sobresale una cita de la autora de El mar, el mar: ¡°El arte y la moral son una y sola misma cosa: el amor¡±. Y contra la creencia com¨²n el amor es, como el arte, el descubrimiento de la realidad.
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/FHCYPQGFCGJA2ZSETGUFDXXW5M.jpg?auth=128706ec18794c832911c428fb2583972bf184dbd034b4a28ce60e138e347aec&width=414&height=414&smart=true)
Las cosas como son y otras fantas¨ªas
Pau Luque
Anagrama, 2020
256 p¨¢ginas. 16,90 euros
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