¡°O la tauromaquia se organiza en una federaci¨®n nacional o le queda poca vida¡±
Alberto Garc¨ªa, gestor de 15 plazas y apoderado de seis toreros, analiza el momento actual
Natural de Teruel, ¡°donde la afici¨®n al toro se mama desde chico¡±, Alberto Garc¨ªa Buj fue recortador profesional antes que un respetado empresario taurino que a sus 35 a?os gestiona 15 plazas de toros y la carrera de seis toreros.
La pandemia lo ha golpeado con fuerza. Este a?o solo ha organizado nueve festejos de los 90 que ten¨ªa previstos entre populares y mayores. La foto de la oficina de Tauroemoci¨®n, la empresa que dirige desde 2009, es elocuente: est¨¢ vac¨ªa, y sus nueve trabajadores, en ERTE.
Pero el empresario no pierde el ¨¢nimo. Acaba de volver de Colombia, donde ha firmado la gesti¨®n de la plaza de Cali, de primera categor¨ªa, porque dice estar convencido que la temporada pr¨®xima ser¨¢ diferente.
Mientras tanto, este joven emprendedor analiza con desaz¨®n el presente de la tauromaquia, y afirma tajante que el sector taurino se debate en una disyuntiva capital: o se organiza o le quedar¨¢ poca vida.
¡°Ser empresario taurino no es rentable¡±
¡°La pandemia ha puesto de relieve la ausencia de estructura de la tauromaquia actual¡±, afirma el empresario. ¡°El sector est¨¢ dividido¡±, contin¨²a, ¡°y carece de una organizaci¨®n que lo defienda y lo promocione. De ah¨ª nace la necesidad de una federaci¨®n nacional con m¨²sculo econ¨®mico, credibilidad y autoridad que la represente ante las administraciones, la publicite ante la sociedad, sea inflexible con los profesionales en el cumplimiento de las normas y no dude en sancionar a quien las incumpla¡±.
Alberto Garc¨ªa cre¨® Tauroemoci¨®n con 24 a?os, dedicada especialmente a la celebraci¨®n de festejos populares, enraizados en su provincia; con 26 accedi¨® a la gesti¨®n de plaza de Teruel en compa?¨ªa de los Hermanos Lozano, ¡°con quienes hice un master intensivo y aprend¨ª a ser un empresario honesto¡±.
Hoy, reconocido como savia nueva del taurinismo moderno, la experiencia le ha mostrado su cara m¨¢s ¨¢cida.
¡°Ser empresario taurino no es rentable¡±, confiesa. ¡°Los costes son abismales y m¨ªnimos los ingresos. Asumes muchos riesgos y son muy escasas las opciones de beneficios. Esta situaci¨®n obliga a los empresarios a entrar en el campo del apoderamiento para adquirir fuerza y obtener ingresos. Por ello, insisto en la urgencia de la federaci¨®n¡¡±
Alberto Garc¨ªa considera trascendental este asunto y toda la conversaci¨®n gira en torno a ¨¦l, convencido el taurino de que es la ¨²nica soluci¨®n para la tauromaquia moderna.
¡°Esa federaci¨®n estar¨ªa por encima de la Fundaci¨®n Toro de Lidia, que debe seguir existiendo para defender la tauromaquia, pero no entra en asuntos profesionales. La organizaci¨®n que propugno debe ser profesional, mantenida con cuotas o porcentajes de la venta de entradas, constituida por toreros, ganaderos y empresarios, y dirigida por personas ajenas al sector. Una federaci¨®n al estilo de la del f¨²tbol, que lidere, gestione, negocie y represente a todo el sector¡±.
No son muchos los empresarios j¨®venes que intentan hacer fortuna en el mundo de los toros, y Alberto Garc¨ªa lo tiene claro: ¡°El empe?o para hacer rentable una empresa taurina es muy dif¨ªcil¡±, afirma.
¡°El problema en las plazas grandes suele radicar en la competencia desleal de nosotros mismos y en las condiciones leoninas de los contratos de arrendamiento, y, en las peque?as, los costes elevados de los impuestos, la Seguridad Social (se pagan 9.000 euros por dos horas de espect¨¢culo) y el convenio colectivo de los toreros. No se puede cobrar lo que no se genera, situaci¨®n que conduce a la eliminaci¨®n del espect¨¢culo y a optar por otros m¨¢s competitivos¡±.
Garc¨ªa Buj entiende que no se deber¨ªa licitar cuando un concurso no se rija por normas l¨®gicas, y se deben eliminar los c¨¢nones de arrendamiento de las plazas p¨²blicas ¡°ya que el Estado no ayuda como a otras industrias culturales, e invertir ese dinero en el propio sector¡±. ¡°Por otra parte, una corrida en una plaza de tercera no puede costar 75.000 euros, y una novillada, 45.000. Creo que el convenio nacional taurino es una barbaridad, y hay que buscar f¨®rmulas para reducir costes¡±.
¡°Propugno una federaci¨®n que lidere, gestione, negocie y represente a todo el sector¡±
¡°Lo que es inadmisible¡±, insiste Alberto Garc¨ªa, ¡°es que cada Comunidad Aut¨®noma se rija por un reglamento taurino diferente, que los toros dependan de quien gobierne -ah¨ª est¨¢ el caso de Catalu?a- y que est¨¦n sometidos a un f¨¦rreo intervencionismo por parte de las administraciones p¨²blicas. No es normal que desde que llega el toro a la plaza todo dependa del equipo presidencial, y ni el empresario ni el ganadero tengan nada que decir. El espect¨¢culo taurino debe estar regulado por el propio sector, y no bajo la sospecha constante de que pretende enga?ar al p¨²blico¡±.
Es cr¨ªtico con ANOET, la patronal de los grandes gestores taurinos, a la que alaba por su trabajo y reprende por su oscurantismo informativo. ¡°Ha pecado de falta de unidad en el caso de Jos¨¦ Mar¨ªa Garz¨®n, que actu¨® como lo hubiera hecho yo, y falta comunicaci¨®n, hasta el punto de que no vende nada, y ah¨ª radica una parte de la mala prensa del sector empresarial¡±.
¡°Tengo muy claro que el futuro pasa por una nueva estructura para toda la tauromaquia¡±, asegura. ¡°Las circunstancias nos obligan a reinventarnos; hace unos a?os no hac¨ªan falta nuevas ideas, pero ahora s¨ª; cada vez m¨¢s acorralados, sin ingresos por patrocinios y sin subvenciones, no es f¨¢cil encontrar la sostenibilidad econ¨®mica del espect¨¢culo¡±.
A su juicio, esa ¡®reinvenci¨®n¡¯ pasa hoy por combinar la labor de empresario con la de apoderado. Alberto Garc¨ªa dirige los destinos profesionales de seis toreros: los matadores Emilio de Justo, El Cordob¨¦s, Rub¨¦n Pinar y Joselito Adame; el rejoneador Leonardo, y el novillero El Rafi.
¡°Si yo no fuera apoderado no podr¨ªa mantener la estructura de mi empresa¡±, confiesa.
¡°Esa actividad es el negocio m¨¢s rentable del mundo del toro porque no asumes riesgo econ¨®mico y obtienes un beneficio. Lo paso mal, claro que s¨ª, porque veo lo duro que es ser torero y alcanzar los objetivos. Hoy solo hay hueco para los superestrellas. Disfruto m¨¢s siendo empresario, aunque este a?o he padecido angustia por no saber si el festejo se celebrar¨¢ hasta ¨²ltima hora, porque te est¨¢n mirando con lupa, y porque sabes que el m¨¢s m¨ªnimo brote de la epidemia lo achacar¨¢n a los toros. Ha habido noches que lo he pasado mal¡± .
¡°Considero que el empresario solo debe ser apoderado de sus abonados¡±, prosigue, ¡°pero no tengo m¨¢s remedio que equilibrar los intereses de mis clientes con los de mis representados; no por llevar a un torero tengo obligaci¨®n de anunciarlo en mis ferias. Ellos est¨¢n advertidos, y, hasta ahora no he tenido problemas con ninguno de ellos¡±.
¡°Necesitamos un sector taurino sostenible y gestionado por gente seria¡±, termina Alberto Garc¨ªa.
¡°Todos debemos ser generosos; de lo contrario, nos quedar¨¢ poca vida¡¡±
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