Rosal¨ªa y Billie Eilish: la historia y la escucha de ¡®Lo vas a olvidar¡¯, su canci¨®n para ¡®Euphoria¡¯

El no va m¨¢s de la generaci¨®n Z remando juntas: las cantantes Rosal¨ªa (Barcelona, 27 a?os) y Billie Eilish (California, 19 a?os), dos carism¨¢ticos referentes del nuevo pop, y Euphoria (HBO), la serie que mejor y m¨¢s crudamente ha escenificado las ansiedades de los adolescentes de hoy. Las cantantes interpretan Lo vas a olvidar, la canci¨®n estrella de la nueva temporada de la ficci¨®n, un tema et¨¦reo, con apenas instrumentaci¨®n, sinuoso, que tiene la novedad de escuchar a Billie Eilish cantando en espa?ol.

Han sido dos a?os para unos pocos minutos de canci¨®n, porque las cosas entre las j¨®venes estrellas del pop llevan su tiempo. La historia de Lo vas a olvidar es la de un relato repleto de ¡°me gustas¡± y altamente escrupuloso, seguramente dos de las caracter¨ªsticas que definen los tiempos en los que vivimos. Hace dos a?os, en febrero de 2019, Billie Eilish ofrec¨ªa una entrevista a Annie Mac, DJ irlandesa y presentadora de la BBC 1 Radio. Eilish estaba a punto de publicar su primer disco, When We All Fall Asleep, Where Do We Go? (Cuando nos quedamos dormidos, ?d¨®nde vamos?), pero ya ten¨ªa al mundo en su bolsillo con la publicaci¨®n de varias canciones donde tanto por imagen como por discurso conectaba con las aflicciones juveniles.

En un momento de la charla Mac pregunta a Eilish (con solo 17 a?os en ese momento) sobre la evoluci¨®n de su voz. La cantante apunta (sorpresa) que ha estado recientemente en un estudio de grabaci¨®n con Rosal¨ªa, y a?ade: ¡°Ella me ha ayudado a conseguir notas a las que jam¨¢s hab¨ªa llegado¡±. Seguidamente, Mac pinch¨® la canci¨®n de Rosal¨ªa Malamente. Un vistazo a las cuentas de las redes sociales de las artistas confirmaban que llevaban tiempo intercambi¨¢ndose ¡°likes¡±. Ya tenemos el primer encuentro entre las cantantes, que surge de una admiraci¨®n mutua y de la proyecci¨®n internacional de Rosal¨ªa, que en ese momento empezaba a despegar, ya que en noviembre de 2018 se hab¨ªa publicado El mal querer, su segundo disco (y ¨²ltimo).

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En marzo de 2019, un mes despu¨¦s de aquella entrevista en la BBC y coincidiendo con la actuaci¨®n de la californiana en el Sant Jordi Club de Barcelona, Rosal¨ªa publicaba en sus redes sociales una imagen de ella con Billie Eilish. El texto mezclaba el ingl¨¦s con el espa?ol: ¡°Can¡¯t wait to finish our song. Compartir contigo en el estudio o verte actuar me inspira soo much. Love you B¡±.

Ah¨ª estaba la confirmaci¨®n de que hab¨ªa grabado juntas: ¡°No puedo esperar para terminar nuestra canci¨®n¡±. El plan segu¨ªa. En un entorno donde lo visual no deja de procurar lecturas, la foto compartida, una Polaroid, tambi¨¦n emite las suyas. La californiana, desparramada en el sof¨¢, con una pose emo resacosa, el cabello bicolor, su pierna apoyada en una silla y toda vestida de negro; la barcelonesa, erguida, los ojos bien abiertos, con un top y una minifalda ajustada, todo en blanco. La oscuridad y la luz, la angustia y lo racial. Una imagen que define a las dos artistas. ?Casualidad?

A mediados de 2019 la internalizaci¨®n de Rosal¨ªa se hab¨ªa disparado. Era amiga de Drake, las Kardashian recomendaban sus canciones a sus millones de seguidores, la pillaron de copas con Dua Lipa, dej¨® un cari?oso posado en su Instagram junto a Hunter Schafer, una de las protagonistas de Euphoria¡­ y ten¨ªa una canci¨®n sin acabar con Billie Eilish. En esto, llegaron los tiempos escrupulosos. La pandemia pill¨® a Rosal¨ªa en Estados Unidos, con su representante, y decidi¨® quedarse all¨ª. Trabaj¨® la canci¨®n desde su casa, conect¨¢ndose por videoconferencia con Eilish.

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En abril de 2020 se puede ver a Rosal¨ªa en Espa?a en una imagen proyectada desde su port¨¢til, concediendo entrevistas. Es parte de la estrategia: trata de transmitir una imagen cercana, sabiendo que el monstruo del ¨¦xito tambi¨¦n lleva a sus espaldas un saco lleno de detractores. ¡°Durante estas semanas he estado intentado terminar mi colaboraci¨®n con Billie Eilish. Est¨¢ casi acabada. Tan solo necesito que Billie me mande las voces y las ideas que quiera a?adir¡±.

La californiana cumpli¨® y ya se puede escuchar el resultado. Lo vas a olvidar es una canci¨®n de atm¨®sfera tenue, con escasa participaci¨®n instrumental, apenas un manto de teclados y sonidos electr¨®nicos para crear ambiente. Un 70% de la pieza est¨¢ interpretada en espa?ol. ¡°Dime si me echas de menos a¨²n¡±, arranca Rosal¨ªa, con una voz tratada con autotune. ¡°Dime si no me perdonas a¨²n¡±, contin¨²a Eilish, tambi¨¦n en castellano. Esta vez Rosal¨ªa no explota su flamencura. A pesar de ser en castellano, es una canci¨®n m¨¢s Eilish que Rosal¨ªa.

Lo vas a olvidar se encuadra dentro de una tendencia asentad¨ªsima en los ¨²ltimos tiempos: las canciones colaborativas. De las diez m¨¢s vendidas en Espa?a, solo tres tiene un solista. Las dem¨¢s son comunales: Bad Bunny y Jhay Cortez (D¨¢kiti), Myke Towers y Juhn (Bandido), Bad Bunny y Rosal¨ªa (La noche de anoche)... En Estados Unidos, igual. No es algo nuevo: empez¨® sobre todo con la expansi¨®n comercial del hip-hop a finales de los ochenta. En los ¨²ltimos tiempos el pop comercial ha jugado esta baza para dotar de un toque callejero a su m¨²sica: un rapero malhumorado inyecta autenticidad a artistas, a veces, con un perfil blando. Existen colaboraciones que se establecen por una admiraci¨®n mutua entre los implicados y otras con tintes puramente comerciales. Hay incluso raperos que tiene tarifas seg¨²n las estrofas que canten. La pandemia, con sus confinamientos, y el avance de la tecnolog¨ªa, han acentuado este proceder de grabar cada uno en su casa, a miles de kil¨®metros de distancia, una f¨®rmula tan fr¨ªa como pr¨¢ctica.