Julio Zachrisson, el paname?o que sucumbi¨® ante Goya
El Museo de Arte Contempor¨¢neo del Conde Duque despliega la obra mestiza y multidisciplinar del artista a trav¨¦s de 300 piezas
La vida de Julio Augusto Zachrisson (Panam¨¢, 1930) hubiera sido muy diferente si a comienzos de los 60 no hubiera recalado en Madrid de vuelta de un tiempo de estudio en Italia. Ya entonces gozaba de un s¨®lido reconocimiento adquirido en M¨¦xico trabajando con los nuevos muralistas. En Madrid se matricul¨® en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde sucumbi¨® ante la obra gr¨¢fica de Francisco de Goya, su mayor referente a lo largo de toda su vida, se convirti¨® en un visitante incansable del Museo del Prado y conoci¨® a la que se convertir¨ªa en su mujer, Maris¨¦ Torrente. Sus originales grabados, cargados de simbolog¨ªa ind¨ªgena y occidental, lograron r¨¢pidamente importantes premios y han sido motivo de numerosas exposiciones. Pero a la vez, Zachrisson desarroll¨® una intensa y original actividad como pintor y escultor que ha permanecido en su taller. Bajo el t¨ªtulo de Un artista entre dos orillas, la antol¨®gica de 300 obras se podr¨¢ ver en las salas del Conde Duque a lo largo de todo el a?o, hasta finales de 2021.
El escritor Marcos Giralt Torrente, sobrino del artista, ha comisariado una exposici¨®n en la que, sin orden cronol¨®gico se muestran grabados desde sus comienzos en M¨¦xico hasta los dibujos realizados en 2012, a?o en el que Zachrisson perdi¨® la vista a consecuencia de la tensi¨®n ocular que le produc¨ªa su meticuloso trabajo sobre las planchas. A sus 91 a?os sigue viviendo en el barrio de Ventas de Madrid junto a su esposa, tambi¨¦n enferma.
La exposici¨®n surge a partir de la donaci¨®n que el artista ha querido hacer a varios museos. Al Conde Duque, de propiedad municipal, don¨® 50 grabados. El centro de arte madrile?o consider¨® que era una oportunidad excelente para mostrar la obra completa del artista en un momento en el que est¨¢n pendientes de obras de rehabilitaci¨®n y que les permite mantener su actividad durante este tiempo de pandemia. La mayor parte de las obras proceden de la colecci¨®n personal del artista y de algunos coleccionistas particulares.
Los grabados, pinturas y esculturas se mezclan en el amplio recorrido de las salas. Las series gr¨¢ficas plasman escenas de monstruos y brujas goyescas, pero tambi¨¦n personajes caricaturescos en la estela del alem¨¢n George Grosz. Los temas de sus estampas y pinturas tienen como temas predominantes la mitolog¨ªa, el colonialismo, el indigenismo, la magia, el circo o la tauromaquia siempre recreada a partir del toro, un animal que le fascinaba.
Los ¨®leos, sobre papel o sobre lienzo, son siempre muy coloridos. Amarillo, verde o azul a?il le sirven para dar forma a im¨¢genes procedentes de su regi¨®n de origen Panam¨¢. Esas representaciones surgen tamizadas por d¨¦cadas vividas en un Madrid en el que ¨¦l ha vivido el paso de la dictadura a la democracia en relaci¨®n con artistas como Alfredo Alca¨ªn o Jos¨¦ Luis Alexanco.
La escultura, su actividad menos conocida, tiene en el hierro y en el cart¨®n sus materiales favoritos. ¡°Durante todos los d¨ªas de su vida, mi t¨ªo ha trabajado sin descanso¡±, cuenta Marcos Giralt. ¡°Dese la ma?ana hasta la noche. Puede que con el grabado se sintiera en su elemento, pero con la escultura experimentaba formas y materiales poco comunes¡±. Como ejemplo se?ala grupos escult¨®ricos en los que la materia base son pinzas de tender ropa, restos de hueveras de cart¨®n o cilindros de papel duro. Hechas las formas proced¨ªa a oscurecerlas con bet¨²n y a extender sobre ellas un fijador que evitara la p¨¦rdida de color.
La exposici¨®n cierra con una pel¨ªcula documental en la que Julio Zachrisson habla de su vida, de sus referentes art¨ªsticos y de su amor por la m¨²sica. Marcos Giralt precisa que a su t¨ªo le gusta toda la m¨²sica, aunque los sonidos latinos de la cumbia, el bolero, el danz¨®n o la rumba, son la banda sonora de su vida. ¡°En el patio de este edificio, cuando en los 80 y 90 se celebraban tantos conciertos, ¨¦l no se perd¨ªa ninguno y sol¨ªa acabar trepando al escenario¡±. En el documental hay una una preciosa escena en la que ¨¦l baila y a base de gestos y sonrisas consigue que Maris¨¦ se enlace con ¨¦l bailando un bolero.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.