Marcos Giralt Torrente: ¡°La buena literatura nunca es maniquea¡±
El escritor madrile?o reaparece siete a?os despu¨¦s con 'Mudar de piel', un libro de relatos con el que regresa al mundo de la familia, las heridas y los afectos y los desafectos
La ¨²ltima vez que Marcos Giralt Torrente (Madrid, 1963) mud¨® de piel fue en 2009. Pod¨ªa haber sucedido dos a?os despu¨¦s, cuando gan¨® el Premio Nacional por Tiempo de vida (Anagrama), el relato luminoso de la reconciliaci¨®n con su padre, el pintor Juan Giralt, en sus ¨²ltimos meses de vida. Pero no. La causa de esa metamorfosis hay que buscarla en algo mucho m¨¢s personal, el nacimiento de su hijo, tambi¨¦n Juan Giralt, que revolucion¨® su ca¨®tica rutina de escritor nocturno y nada disciplinado y le abri¨® un horizonte nuevo de sentimientos, terrores, incertidumbres y preguntas desde el que seguir explorando el universo de la familia, su lugar en el mundo literario. ¡°Un libro tiene que nacer de un lugar ¨ªntimo muy profundo y cada dos a?os no mudas de piel, no tienes ese lugar nuevo desde el que escribir y plantear cuestiones que te ata?en como individuo, algo verdaderamente relacionado con la vida¡±, explica. ¡°Y en ese sentido, la paternidad est¨¢ siendo muy importante. Es la experiencia m¨¢s importante de mi vida. Me importa mucho m¨¢s mi hijo que cualquier libro, me es m¨¢s grato estar tirado jugando con ¨¦l en la alfombra que ir al ordenador a flagelarme a escribir. Ese es otro motivo de que me haya demorado m¨¢s de la cuenta en publicar¡±.
Siete a?os han pasado desde que Giralt Torrente, nieto del escritor gallego Gonzalo Torrente Ballester y sobrino de Gonzalo Torrente Malvido, public¨® El final del amor ¡ªun libro de cuentos galardonado con el II Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero¡ª, que est¨¢ precisamente en el origen de Mudar de piel (Anagrama), el volumen de relatos reci¨¦n publicados por el que se cita con este peri¨®dico en Zamora, a un desequilibrado medio camino entre Madrid y Corcubi¨®n (Galicia), donde el escritor se refugia con su familia en vacaciones. Giralt Torrente, fil¨®sofo de formaci¨®n, no conduce. Un amigo se ha prestado a traerlo en coche.
¡ªCon Mudar de piel vuelve al mundo de los afectos. ?Qu¨¦ ha encontrado en la familia que le tiene tan atrapado?
¡ªPor un lado, literariamente es un campo de exploraci¨®n perfecto. A trav¨¦s de un padre intolerante puedes hablar del totalitarismo igual de bien que si el protagonista fuera un dictador. La familia es una representaci¨®n del mundo a peque?a escala y te permite escribir sobre temas ambiguos de tiniebla, de penumbra, donde no solo hay una respuesta a una pregunta. Y eso me gusta. La buena literatura nunca es maniquea, nunca es blanco o negro, no hay una ¨²nica respuesta, sino que son varias. Eso es la vida, eso es la familia. Por otra parte, me gusta escribir historias que pueden suceder en cualquier tiempo y en cualquier lugar, que buscan a un lector desprendido y desapegado de las tradiciones nacionales m¨¢s rancias. Me gusta dirigirme a un lector que no tiene nacionalidad, y eso te lo da tambi¨¦n la familia de manera m¨¢s natural, te permite plantear historias m¨¢s universales.
Me importa mucho m¨¢s mi hijo que cualquier libro. Ese es otro motivo de que me haya demorado m¨¢s de la cuenta en publicar
Despu¨¦s de tanto tiempo conjugando el yo mi me conmigo con Tiempo de vida ¡ªhistoria personal¨ªsima en primera persona¡ª, despu¨¦s de soportar el peso del Premio Nacional ¡ªque ¨¦l entendi¨® como reconocimiento a una generaci¨®n ¡°que lleg¨® a destiempo¡± y tuvo en la anterior ¡°un tap¨®n de crecimiento¡±¡ª, tuvo la imperiosa necesidad de volver a la ficci¨®n. Lo hizo impulsiva y fulgurantemente con El final del amor. Tanto que se qued¨® con la sensaci¨®n de que no hab¨ªa logrado cuajar un volumen de cuentos unitario. ¡°Mudar de piel nace de esta frustraci¨®n¡±.
La ausencia del padre o la madre, el perd¨®n, la infidelidad, la traici¨®n, el tiempo, el azar, el clasismo, la pertinaz b¨²squeda de la aceptaci¨®n social, la condici¨®n de hijo ¨²nico¡ En este libro de nueve relatos asoman temas universales que el escritor madrile?o ya hab¨ªa tratado antes. Pero en esta ocasi¨®n se percibe un mayor apego a la familia, un permanente intento de comprensi¨®n de los personajes que ¨¦l atribuye a la transformaci¨®n que ha sufrido con la paternidad. En esta ocasi¨®n, a diferencia de libros anteriores, no importa lo duras que sean las historias, que los protagonistas siempre encuentran salida, una posibilidad de redenci¨®n.
En realidad, leyendo entre l¨ªneas, se puede ver mucho del autor, hijo ¨²nico de padres separados, una anomal¨ªa para los est¨¢ndares de la Espa?a de los setenta, cuando adem¨¢s tener una madre trabajadora era un exotismo. Hay una frase del ni?o protagonista de ¡®Un refugio imprevisto¡¯ que parece toda una confesi¨®n del escritor. ¡°Ni me ten¨ªa por valiente, ni era de los que discurr¨ªan las travesuras. Me sumaba a ellos para disimular mis miedos y no incrementar el riesgo de ser se?alado¡±.
¡ªYo siempre fui el raro ¡ªconfirma Giralt Torrente¡ª. Entonces, en determinados momentos de mi vida siempre he tenido la sensaci¨®n como de que ten¨ªa que camuflarme, apagar esas cosas que me hac¨ªan diferente para ser aceptado. Mi madre me cambi¨® muchas veces de colegio [siempre laicos] porque no acababa de encontrar mi lugar e iba abocado a una trayectoria escolar con posibilidades de ser abortada prematuramente, hasta que me enderezaron en el colegio Estilo de Josefina Aldecoa.
Antes de escribir debes saber mirar. No puedes pretender escribir un libro si no tienes una mirada propia sobre el mundo
Lo natural en ¨¦l hubiera sido que agarrara el pincel, como tantas veces vio hacer a su ausente padre cuando aparec¨ªa como el Guadiana en su vida y le llevaba a jugar a su taller de pintor o de visita a las mejores exposiciones art¨ªsticas. Pero en un acto que ¨¦l confiesa de ¡°rebeld¨ªa¡± opt¨® por el papel y la p¨¢gina en blanco. Lector hab¨ªa sido siempre y a los 13 a?os empez¨® a escribir ¡°por un impulso imitativo¡±. Ten¨ªa la ilusi¨®n de conseguir crear en un hipot¨¦tico lector las mismas sensaciones que le hab¨ªan causado a ¨¦l las lecturas de la colecci¨®n La Torre de Babel que dirigi¨® Jorge Luis Borges. ¡°Pertenezco a una generaci¨®n que nos formamos leyendo a autores latinoamericanos. Entonces, el debate pol¨ªtico contaminaba mucho la literatura espa?ola, de alguna manera ellos resultaban mucho m¨¢s cosmopolitas. As¨ª que realmente entr¨¦ a la literatura por el cuento, porque me form¨¦ leyendo cuentos, un g¨¦nero especialmente adecuado para estos tiempos de rapidez en los que hemos perdido la capacidad de concentraci¨®n y el tiempo de lectura¡±, explica.
Sus primeros textos ¡ªcuentos fant¨¢sticos¡ª estuvieron muy influenciados por aquella literatura y la de Arturo Barea y le brindaron el primer reconocimiento ¡ªun acc¨¦sit¡ª a sus 17 a?os. Luego lleg¨® la universidad y con ella un par¨®n en la escritura que concluy¨® en el momento en el que decidi¨® abandonar el doctorado. Su madre le dio un a?o. ?l se tom¨® un poco m¨¢s. En a?o y medio alumbr¨® Enti¨¦ndame, un libro de cuentos inicialmente rechazado por Beatriz de Moura en Tusquets y publicado por Jorge Herralde en Anagrama con el que empez¨® a abrirse camino en un oficio en el que, en sus inicios, tuvo que luchar con los prejuicios de quienes ve¨ªan en ¨¦l solo al nieto de su abuelo Torrente Ballester. Y eso que no es siquiera su referente moral o art¨ªstico ¡ªentre las posibilidades del abuelo biol¨®gico o sentimental, ¡°el ni?o f¨¦rreamente republicano y de izquierdas¡± eligi¨® a Jos¨¦ Bergam¨ªn¡ª. El niet¨ªsimo, le llamaban. La sombra del apellido desapareci¨® conforme su trabajo en solitario arroj¨® nuevos frutos y fue publicando libros de cuentos y novelas ¡ªPar¨ªs, Los seres felices, Nada sucede solo¡¡ª. ¡°No creo en el talento innato. Creo en el trabajo. Pero escribir bien requiere mucho trabajo en soledad, leer mucho, escribir mucho, romper much¨ªsimo y aprender a mirar. Antes de escribir tienes que saber mirar. No puedes pretender escribir un libro si no tienes una mirada propia sobre el mundo¡±. Y eso en los artistas nace, afirma, ¡°de la necesidad de reparar una herida primigenia¡±.
La suya ¡ªa la vista est¨¢¡ª supura ADN familiar. Mudar de piel, inspirada por el libro de cuentos Mi vida querida, de Alice Munro, es una intensa muestra de esa herida hecha ficci¨®n. La otra, la real, una autopsia de la familia Torrente Malvido, est¨¢ en camino.
Mudar de piel. Marcos Giralt Torrente. Anagrama, 2018. 240 p¨¢ginas. 17,90 euros.
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