Jos¨¦ Luis G¨®mez: ¡°La pandemia ha sido una ocasi¨®n de oro de ir hacia adentro¡±
El actor y director, fundador del Teatro de La Abad¨ªa, reflexiona sobre la educaci¨®n o los efectos del coronavirus en la sociedad y reclama una lucha m¨¢s intensiva contra la desigualdad
Ha sido Pascual Duarte, Miguel de Unamuno, la Celestina y ahora es tambi¨¦n el M¨ªo Cid. En estos tiempos de pandemia va hacia adentro, en busca del Jos¨¦ Luis G¨®mez que naci¨® en Huelva hace 80 a?os y que amold¨® su personalidad hasta ser uno de los grandes actores de su ¨¦poca. Ahora que el inventor de La Abad¨ªa y acad¨¦mico de la lengua reflexiona, en el estudio que tiene en su casa, rodeado de los mitos que ha interpretado, parece que responde hacia adentro mientras escucha las preguntas del periodista sobre las distintas tormentas de la vida.
Pregunta. ?C¨®mo se ha portado este tiempo con usted?
Respuesta. Pandemia, nevada, consecuencias derivadas¡ Ha sido una ocasi¨®n de oro de ir hacia adentro. Cuando el tiempo es muy clemente y todo parece que va sobre ruedas, uno no presta atenci¨®n a cosas esenciales. O s¨ª, algunos son capaces de hacerlo. En mi caso, el viaje ha sido as¨ª. No puedo sino agradecer esta ocasi¨®n que ha habido; estaba en el camino, pero no hubiera sido de esta manera si no hubiera sido impulsado por estas circunstancias. Ha sido una ocasi¨®n para pensar y sentir cosas, porque no solo hay que pensar sintiendo y sentir pensando, como dir¨ªa Don Miguel. Me ha servido para crecer, si no en altura, que eso es imposible, pero s¨ª quiz¨¢ en profundidad. Ser m¨¢s consciente, m¨¢s atento. M¨¢s paciente. Aguantar la inconveniencia, aceptar que todo cambia permanentemente, lo que dec¨ªa Her¨¢clito. Una ocasi¨®n de oro. Cambiar h¨¢bitos, tendencias. Tomar nota de nuestra inmensa fragilidad.
P. ?Qu¨¦ defectos le ha revelado en usted esa autocr¨ªtica?
R. Impaciencia, mucha impaciencia. Sobre todo eso, impaciencia. He aprendido a ser m¨¢s paciente, m¨¢s consciente de mi total dependencia de los dem¨¢s y de la dependencia que, de alguna manera, otros tienen de m¨ª. Y que tengo que ser justo y hacer honor a esa dependencia. No era yo consciente a?os atr¨¢s. Y ahora tambi¨¦n he tomado a¨²n m¨¢s conciencia de la desigualdad que existe. Es una de las tareas m¨¢s urgentes que tenemos, paliar esa desigualdad. Me he le¨ªdo la ley Cel¨¢a. Me han asustado las protestas en contra. Con todo el respeto a los que las expresan, pienso que propugna la igualdad de oportunidades. Hay que hacer todo lo posible para que tengamos una educaci¨®n p¨²blica generalizada y accesible a otros. Lo que hace la ley es simplemente reducir el apoyo a la concertada. Muchas personas, muy afortunadas por la vida, consideran que eso que reciben es insuficiente. Me parece que est¨¢n en un grave error. La desigualdad es una de las tareas m¨¢s graves que tenemos ante nosotros. Lo vemos continuamente en el mundo. Seguramente, lo que ha ocurrido en Estados Unidos es tambi¨¦n fruto de la creciente desigualdad, y lo que ocurre en otros sitios. Urgente necesidad de atajar la desigualdad.
He aprendido a ser m¨¢s paciente, m¨¢s consciente de mi total dependencia de los dem¨¢s y de la dependencia que, de alguna manera, otros tienen de m¨ª.
P. ?C¨®mo ha afrontado este pa¨ªs este a?o de miedo?
R. Nos ha transmitido una informaci¨®n real de lo que somos. Quiz¨¢ no somos tanto como cre¨ªamos, ni tan capacitados, aunque tampoco estamos poco capacitados. Pero hay muchas urgencias que paliar en nuestro Estado. Si queremos ser mejores tenemos que trabajar en ello. El Gobierno tiene que hacer su tarea, y los ciudadanos la nuestra: trabajar para ser mejores en todo, en ciudadan¨ªa, en comportamiento, en ayuda mutua.
P. Conoce desde Pascual Duarte a La Celestina, al Quijote o a Unamuno¡ ?Eso ayuda a conocer Espa?a tambi¨¦n?
R. A veces creo que somos un pa¨ªs que, en much¨ªsimos aspectos, muestra una capacidad solidaria alt¨ªsima, extraordinaria. Sin embargo, esa es una capacidad solidaria hacia unos y otros, pero en el trabajo com¨²n esa solidaridad no se manifiesta con una eficiente educaci¨®n para la ciudadan¨ªa. Siempre me viene a la memoria aquella ley que derog¨® el ¨ªnclito ministro Wert. ?En qu¨¦ estar¨ªa pensando! Somos un pa¨ªs solidario, que hace que el vivir pueda ser grato entre humanos, pero con una deficiente organizaci¨®n para la cooperativa y el comportamiento humano.
Aqu¨ª sigue siendo un sue?o el laicismo. Por eso la relaci¨®n con Europa es esencial.
P. Este tiempo subraya la importancia de estar en Europa¡
R. Me he sentido muy europeo antes de tiempo, de muy joven, valorando pa¨ªses en los que he aprendido. Somos Europa. La Ilustraci¨®n llega aqu¨ª muy tarde, no penetra la reforma luterana, y esta reforma ha sido muy buena para todo el continente y para toda la humanidad porque la Iglesia cat¨®lica, con mi respeto, no iba por un buen camino. La religi¨®n es un tema aparte, pero a muchas personas les moldea la vida y la huella cat¨®lica pesa todav¨ªa en la historia espa?ola. Aqu¨ª sigue siendo un sue?o el laicismo. Por eso la relaci¨®n con Europa es esencial. Y aprender sus lenguas tambi¨¦n nos ayudar¨ªa a ver que el sufrimiento que nos trae esta pandemia es el padecimiento que tambi¨¦n tienen ellos. Cualquier aventura o desvar¨ªo que lleve a sentir que estar¨ªamos mejor sin Europa es un puro disparate.
P. Es una ¨¦poca de miedo. ?Tiene usted razones para el miedo?
R. No. Tengo cierta sorpresa de por qu¨¦ no me he contagiado. He rodado una pel¨ªcula con much¨ªsima gente, he ensayado con mis compa?eros de trabajo. Estoy dispuesto a aceptar lo que sea, pero no tengo miedo.
P. Hace diecisiete a?os interpret¨® El rey se muere de Ionesco y le dijo aqu¨ª a Andrea Aguilar: ¡°Trabajar sobre la muerte nos ha dado mucha vida¡±.
R. S¨ª, evidentemente. Trabajar para entender eso se ha convertido en una tarea urgente, saco un tiempo del d¨ªa para dedicarlo a eso. No podr¨ªa vivir de otra manera ya. Incluso cuando estoy en periodos llamados de descanso me retiro al campo. All¨ª practico mi relaci¨®n con las cosas, con el jard¨ªn, todo me trae recuerdos vivos, y todo va tejiendo una extraordinaria alfombra de gratitud, compacta, por lo que no s¨¦ si tan merecidamente la vida me ha dado. Muchas veces estoy sobrepasado por la gratitud. Personas, objetos. Todo viene a trav¨¦s de las personas.
Toda una b¨²squeda se concentra en qui¨¦n soy, qu¨¦ soy. Una inmensa fortuna que haya podido llegar este momento.
P. Durante a?os a los entrevistadores nos hablaba de la gratitud a sus padres. Ha abierto el espectro.
R. Los padres, la puerta de entrada a la vida. Afortunadamente, en el curso de los a?os esto ha formado una enorme bola de nieve c¨¢lida de gratitud. Me conmueve nombrarlo.
P. A lo largo de la vida ha hecho un viaje en busca de los personajes. Ahora parece estar en busca de una persona que se llama Jos¨¦ Luis G¨®mez.
R. Decididamente s¨ª. Toda una b¨²squeda se concentra en qui¨¦n soy, qu¨¦ soy. Una inmensa fortuna que haya podido llegar este momento. Es curioso: cuando se mira la vida con 80 a?os y se llega con una situaci¨®n razonablemente agradable uno lo tiene que ver como un don.
P. Un don apacible.
R. S¨ª, es un don. Y sentir otra vez el sentimiento de gratitud, que es de las mejores cosas que uno puede sentir, porque hace tanto bien a los dem¨¢s, a las circunstancias de la vida, que han venido casi siempre de la mano de otras personas.
Babelia
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