Ve la luz el manuscrito de Delibes con el discurso por el Premio Cervantes
La Fundaci¨®n que preserva el legado del escritor entrega al Instituto Cervantes por 10 a?os las cuatro hojas del texto ¡®Una vida vivida¡¯
Miguel Delibes escribi¨® en un cuaderno de anillas con hojas de cuadros: ¡°Heme aqu¨ª, en esta hist¨®rica ciudad de Alcal¨¢ de Henares, tratando de decir mi ¨²ltima palabra unas palabras, trescientos setenta y ocho a?os despu¨¦s de que don Miguel de Cervantes Saavedra, nacido en ella, dijera discretamente la ¨²ltima suya antes de enmudecer para siempre. ?Para siempre? El simple hecho de que hoy nos reunamos aqu¨ª, en esta prestigiosa Universidad, para honrar su memoria, demuestra lo contrario, esto es que don Miguel de Cervantes Saavedra no ha enmudecido, que su palabra sigue viva a trav¨¦s de los tiempos del tiempo, de acuerdo con el anhelo de inmortalidad que mueve la mano y el coraz¨®n de todo del artista¡±.
Fueron las primeras frases, escritas con tinta azul en una letra muy apretada, tachones incluidos, del discurso que pronunci¨® el lunes 25 de abril de 1994, en el Paraninfo de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares, con motivo del Premio Cervantes de 1993, y que titul¨® La vida vivida. Esas tachaduras para cambiar algunas palabras, y algunas otras a?adidas, est¨¢n en las cuatro hojas, no vistas p¨²blicamente hasta ahora, que la Fundaci¨®n Miguel Delibes, de donde salen por primera vez, ha depositado este viernes en la Caja de las Letras n¨²mero 1.683 del Instituto Cervantes, a trav¨¦s de su presidenta, Elisa Delibes de Castro, hija del autor.
Son solo unas cuartillas de los 15.000 documentos que tiene digitalizados la Fundaci¨®n y que est¨¢n a disposici¨®n de investigadores. Elisa Delibes record¨® que, al igual que esas hojas, su padre ¡°escribi¨® toda su obra a mano¡±. El Premio Cervantes fue la culminaci¨®n a una trayectoria en la que fue galardonado tambi¨¦n con el Nadal (1948), el Premio de la Cr¨ªtica (1953), el Pr¨ªncipe de Asturias (1982) y el Nacional de las Letras Espa?olas (1991).
Aquel discurso en Alcal¨¢ de Henares, para el que segundos antes de hablar, Delibes se ajust¨® las gafas y bebi¨® un sorbo de agua, tuvo como idea central ¡°que ¨¦l hab¨ªa vivido a trav¨¦s de sus personajes y que estos, a su vez, le hab¨ªan quitado algo de la suya¡±, ha dicho a EL PA?S el director gerente de la Fundaci¨®n Miguel Delibes, Fernando Zam¨¢cola. Esos personajes a los que hab¨ªa dedicado tantas horas, ¡°eran tambi¨¦n ¨¦l, como Daniel el Mochuelo¡±, el chaval protagonista de El camino, ¡°que era un trasunto de su infancia¡±. ¡°Por eso Delibes era reacio en las entrevistas a hablar de ¨¦l, ya lo hac¨ªan sus personajes¡±. Quien quiera disfrutar de la prosa que ley¨® Delibes ese d¨ªa, puede hacerlo en el libro He dicho (Destino), una recopilaci¨®n de sus discursos. Zam¨¢cola se?al¨® que, precisamente, uno de los pr¨®ximos objetivos de la fundaci¨®n es reunir en un volumen todos los discursos de Delibes, desde el que pronunci¨® cuando lo hicieron hijo predilecto de Valladolid, hasta los m¨¢s importantes, como el de aceptaci¨®n del Cervantes.
Este legado in memoriam de Delibes (Valladolid, 1920-2010), al que acudieron cinco de sus siete hijos, entre otros familiares, llega justo el d¨ªa en que se cumplen 11 a?os de su fallecimiento, y en los coletazos de su centenario, celebrado, cuando se pudo, en 2020 y que se prev¨¦ finalice en junio de este a?o. Sin embargo, debido a lo que la pandemia ha impedido, Zam¨¢cola declar¨® que han solicitado al Ministerio de Cultura que se prorroguen los actos hasta finales de 2021.
Minutos antes, Elisa Delibes de Castro hab¨ªa introducido en un cajet¨ªn de la antigua c¨¢mara acorazada de lo que fue un banco, una cajita naranja con las cuartillas, protegidas por un pl¨¢stico y atadas con un cord¨®n. Ah¨ª estar¨¢n los pr¨®ximos 10 a?os, junto a otros legados de figuras de la cultura hispana: literatos, artistas, cient¨ªficos... ¡°?l supo de esta Caja de las Letras en 2007 [cuando se abri¨®] porque le mand¨® una carta el entonces director del Cervantes, C¨¦sar Antonio Molina, en la que le ped¨ªa un legado para esta instituci¨®n¡±, dijo Elisa Delibes. Sin embargo, ¡°¨¦l pensaba que lo que no hab¨ªa querido decir en vida, no lo iba a decir una vez fallecido, cuando se abriera a?os despu¨¦s ese legado, as¨ª que rechaz¨® el ofrecimiento¡±.
El director del Cervantes, Luis Garc¨ªa Montero, se refiri¨® a Delibes como ¡°una referencia internacional de la cultura espa?ola, como novelista y como periodista, que adelant¨® debates actuales, como el de la Espa?a rural o el respeto por la naturaleza¡±. Mientras que la directora general del libro, Mar¨ªa Jos¨¦ G¨¢lvez, record¨® al autor de Los santos inocentes con una frase suya: ¡°Cumplir con lo que estimamos nuestro deber es tambi¨¦n una recompensa¡±.
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