El segundo secreto de Fuente Obejuna
El municipio cordob¨¦s adquiere 25 hect¨¢reas de suelo para facilitar la excavaci¨®n de la ciudad turdetana de Mellaria
Fuente Obejuna (Fuente Ovejuna en el texto de Lope de Vega) siempre guard¨® dos secretos. Uno ¨D¡±?Qui¨¦n mat¨® al comendador?¡±. ¡°Fuenteovejuna, se?or¡± ¡ª, que jam¨¢s revelar¨¢, y otro que s¨ª est¨¢ dispuesta a contar: c¨®mo era Mellaria, la ciudad fortificada t¨²rdula erigida sobre su cerro del Masatrigo y que hab¨ªa atra¨ªdo por su riqueza minera y su posici¨®n estrat¨¦gica a las legiones de Roma hacia esta zona del noroeste de la actual provincia de C¨®rdoba. El Ayuntamiento ha adquirido por 340.000 euros las 23 hect¨¢reas sobre las que se levantaba el oppidum (lugar elevado) para facilitar la labor de los arque¨®logos, que llevan desde 2013 investigando el terreno. De hecho, las fotograf¨ªas t¨¦rmicas y las restituciones orogr¨¢ficas en tres dimensiones han mostrado ya el rastro de una ciudad presidida en la cima por un ¡°edificio principal¡± y bajo ella, un entramado urbano. Pero todo son interrogantes.
La conquista del valle del Guadiato ¨Dun ¨¢rea de unos 2.500 kil¨®metros cuadrados¨D siempre fue prioritaria para Roma porque era la puerta de entrada al territorio de los belicosos lusitanos, cuyo caudillo Viriato pon¨ªa en jaque a los ej¨¦rcitos de la Rep¨²blica. En el 145 a.C. clav¨® su lanza a las puertas de C¨®rdoba. A ello se a?ad¨ªa la profusi¨®n de todo tipo de explotaciones mineras de cobre, plomo, plata o hierro, en unas tierras que los romanos llamaban Beturia.
La Beturia del pueblo prerromano de los t¨²rdulos la conformaban ciudades fortificadas como Arsa, Mellaria, Mirobriga, Regina, Sosintigi, Sisapo, algunas de ellas a¨²n sin explorar arqueol¨®gicamente. La localizaci¨®n de Mellaria ¨Dsu top¨®nimo significa tierra de dones¨D fue posible ¡°por el proceso de arado¡± de sus tierras durante siglos, que fue devolviendo a la luz ¡°numerosas cer¨¢micas y restos arqueol¨®gicos¡±, seg¨²n el cat¨¢logo Mellaria. Romanos en el Alto Guadiato, dirigido por Antonio Monterroso-Checa, profesor de Arqueolog¨ªa de la Universidad de C¨®rdoba.
Con estos datos, el equipo investigador (Monterroso-Checa, Massimo Gasparini, Juan Carlos Moreno, Manuel Moreno Alcaide, M¨ªriam Gonz¨¢lez, J. L. Dom¨ªnguez, Buenaventura Castilla, Alejandro Conejo, Santiago Rodero y Jes¨²s Mu?oz) ha empezado a vislumbrar la sorprendente ciudad. Las compa?¨ªas Telespazio Ib¨¦rica (dependiente de la Agencia Espacial Italiana), Znir Sensing Solutions (teledetecci¨®n por sat¨¦lite) y Urbeproorbe (an¨¢lisis de patrimonio hist¨®rico), adem¨¢s del Laboratorio de Teledetecci¨®n Quantalab-IAS-CSIC, el Departamento de Ingenier¨ªa Civil de la Universit¨¢ Politecnica delle Marche (Italia), CETEMET y la Escuela Polit¨¦cnica de Belmez, han prestado la tecnolog¨ªa y asesoramiento necesarios.
Monterroso admite que ¡°nada concreto se conoc¨ªa de la configuraci¨®n urbana de la Mellaria primitiva y del posterior Municipium Flavium Mellariensium; es decir, la Mellaria ya adoptada por el derecho latino de ciudadan¨ªa, otorgado a partir del a?o 74 d.C. La puesta en marcha de proyectos de investigaci¨®n en dichas tierras es, sin embargo, el paso necesario: un marco excepcional para trabajar que se debe afrontar. Est¨¢ todo por hacer y estamos en el mejor momento de la historia para hacerlo¡±.
Las minas de Hispania
El cerro del Masatrigo es una loma ¨Da unos ocho kil¨®metros de Fuente Obejuna¨D sostenida con muros a los que se adosaban casas en ladera. Estas viviendas ocupaban casi todo el desnivel de la ¡°pir¨¢mide¡°. Y a los pies de esa colina, se extend¨ªa la ciudad, cuyos l¨ªmites urbanos todav¨ªa se desconocen. Posiblemente disfrutaba de una muralla, ¡°dado el car¨¢cter b¨¦lico de esta zona sobre todo en los siglos II y I a.C¡±. Los expertos est¨¢n convencidos de que la urbe contaba con ¡°edificios p¨²blicos que incorporaban el m¨¢rmol a su decoraci¨®n, a sus fachadas o a sus estructuras internas; templos, bas¨ªlicas o curias¡±. La conservaci¨®n de tres columnas romanas, con capiteles corintios, en la iglesia parroquial de Nuestra Se?ora del Castillo lo demuestra. Fueron trasladadas desde Mellaria a Fuente Obejuna.
Las fotograf¨ªas t¨¦rmicas financiadas por el Ministerio de Econom¨ªa y Competitividad han permitido localizar tambi¨¦n el tramo perif¨¦rico de la v¨ªa C¨®rdoba-M¨¦rida, junto a la que se alzaba la ciudad t¨²rdula, y que un¨ªa las dos grandes capitales romanas de la Hispania Ulterior. Mellaria era, por tanto, uno de los ¡°jalones m¨¢s significativos del trayecto¡±, a unos 73,6 km de la capital cordobesa.
El entorno de Mellaria es, adem¨¢s, muy rico en restos arqueol¨®gicos de notable entidad. Al noroeste del cerro se sit¨²a la mina de La Loba, excavada por J. M Bl¨¢zquez, C. Domergue y P. Sillieres. Se trata de una de las c¨¦lebres minas de la Hispania republicana, cuya explotaci¨®n comenz¨® hacia el 118 a.C y se vio interrumpida por otro episodio b¨¦lico que vivi¨® la zona, como fueron las revueltas sertorianas. Igualmente, el proyecto de investigaci¨®n Ager Mellariensis ha localizado numerosos emplazamientos en el entorno de Mellaria, como las oficinas metal¨²rgicas de Sierra Boyera, villas r¨²sticas o aglomeraciones urbanas menores, que configurar¨ªan y articular¨ªan el territorio administrado por Mellaria.
La alcaldesa de Fuente Obejuna, Silvia Mellado, lo explica as¨ª: ¡°Mellaria es una prioridad para Fuente Obejuna, para atraer turismo, para revitalizar la Espa?a despoblada que tanta inversi¨®n necesita¡±. De hecho, el Ayuntamiento ha invertido casi el 10% de su presupuesto anual en comprar unos terrenos que guardan un secreto que esta vez los vecinos s¨ª quieren contar, todos a una.
Babelia
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