¡®Granta¡¯ consagra la literatura del espa?ol diverso
La revista brit¨¢nica publica, una d¨¦cada despu¨¦s, su segunda lista con 25 apuestas de narradores menores de 35 a?os en espa?ol, que rompen con el paradigma geogr¨¢fico y ling¨¹¨ªstico
Vladimir Nabokov sol¨ªa decir que el ruso se habla con una ¡°amplia y constante sonrisa¡±, porque las vocales rusas eran como una naranja y las inglesas como un lim¨®n. Siguiendo la analog¨ªa, a Valerie Miles, directora editorial de la revista brit¨¢nica Granta, las vocales espa?olas le recuerdan m¨¢s a las semillas de una granada o a los proyectiles de una metralleta: ¡°Algo corto y muy r¨¢pido¡±. Despu¨¦s del japon¨¦s, el espa?ol es el idioma m¨¢s veloz del planeta, el que m¨¢s s¨ªlabas pronuncia por segundo y poseedor adem¨¢s de uno de los vocabularios m¨¢s amplios y exuberantes, gracias sobre todo a Latinoam¨¦rica. Granta ha querido certificar esa riqueza y exuberancia en su nueva lista de 25 narradores j¨®venes menores de 35 a?os en la lengua de Cervantes, abriendo la puerta a m¨²ltiples variantes del espa?ol. La lista se ha presentado esta ma?ana en la sede del Instituto Cervantes en Madrid.
¡°Una de las diferencias sustanciales entre esta selecci¨®n es que muchos de estos j¨®venes escritores prestan una especial atenci¨®n a las cualidades sonoras del lenguaje escrito. Tienen un o¨ªdo agud¨ªsimo para captar la entonaci¨®n y los giros idiom¨¢ticos m¨¢s sutiles de las diferentes zonas geogr¨¢ficas. Y no solo para el di¨¢logo, sino que lo incorporan a la voz del narrador¡±, apunta Miles para marcar territorio con respecto a la generaci¨®n de la lista anterior, publicada en 2010, y la primera dedicada a los narradores j¨®venes en espa?ol por la edici¨®n barcelonesa de la prestigiosa revista brit¨¢nica. Como en la anterior, en esta nueva lista hay autores con premios y varios a?os de carrera como la ecuatoriana M¨®nica Ojeda, el cubano Carlos Manuel ?lvarez, el costarricense Carlos Fonseca o la espa?ola Cristina Morales, y otras voces muy j¨®venes con apenas una obra reci¨¦n publicada, como Andrea Abreu (Tenerife, 1995).
El perfil de hace 10 a?os en Granta era el del escritor urbano, cosmopolita y, en el caso de los latinoamericanos, con parada casi obligatoria en Europa. Ah¨ª estaban Santiago Roncagliolo, Andr¨¦s Neuman, Alejandro Zambra o Patricio Pron. Un patr¨®n con l¨ªnea de continuidad con las biograf¨ªas de los t¨®tems del boom que se va quebrando. ¡°Ese canon se est¨¢ rompiendo con esta generaci¨®n. Quiz¨¢ por la mayor democratizaci¨®n al acceso editorial. Pero ahora se escribe desde lugares muy diferentes y no sienten esta necesidad de lenguaje urbano. Han perdido el complejo que dictaba que escribir bien en espa?ol era escribir as¨ª¡±, a?ade Miles.
¡°Internet tambi¨¦n nos ayud¨® a romper esa hegemon¨ªa de tener que ir a las grandes ciudades para leer otras cosas¡±, dice el chileno Diego Z¨²?iga, uno de los 25 escritores de la lista que ubica sus novelas en Iquique, su ciudad natal, al norte de Chile. Su cuento Una historia de mar es un peque?o homenaje a la ciudad olvidada por la literatura chilena donde vive un ganador mundial de caza submarina, Chungungo Mart¨ªnez. ¡°Ya no tengo miedo a utilizar palabras que otros quiz¨¢s no entienden. La misma palabra ¡°Chungungo¡± por ejemplo, es una palabra que no tiene por qu¨¦ saber todo lector, pero tiene una sonoridad que me interesa que aparezca en el texto¡±, dice Z¨²?iga.
¡°Eso es la literatura: la palabra que, como en un conjuro, transforma la materia porque la atraviesa. No apostar por esa dimensi¨®n de la escritura ser¨ªa desperdiciar su potencial¡±, dice la escritora ecuatoriana M¨®nica Ojeda
La colecci¨®n de relatos de cada uno de los seleccionados que incluye la edici¨®n 23? de la revista es una prueba del cambio de paradigma geogr¨¢fico y ling¨¹¨ªstico. El colombiano Jos¨¦ Ardila escribe desde un pueblo en las profundidades rurales de Antioquia. Miluska Benavides, de la costa minera peruana. O Mart¨ªn Felipe Castagne desde una monta?a argentina. La musicalidad y la b¨²squeda sonora tambi¨¦n est¨¢ presente en ¡°el pizzicato canario¡± de Andrea Abreu (como lo define la editora de la revista), o en el tono declamatorio de la oda a las mujeres karatecas de Cristina Morales. Consultada por este diario, la premio Nacional de Narrativa 2019 deja muy clara su posici¨®n a favor de la ruptura con el espa?ol neutro: ¡°Doy gracias a Dios y a la Virgen si efectivamente mis colegas y yo hemos superado esa exigencia can¨®nica. Ojal¨¢ sea as¨ª y los textos de 2021 sean salvajemente localistas, orales y caminen por la gloriosa senda de la ilegibilidad¡±.
M¨®nica Ojeda, que presenta en la nueva edici¨®n un cuento basado en una ceremonia inca, dice que la palabra es ¡°sensorial, musical, r¨ªtmica, atmosf¨¦rica... Cuando uno escribe est¨¢ componiendo una cadencia espec¨ªfica que se siente con todo el cuerpo. Eso es la literatura: la palabra que, como en un conjuro, transforma la materia porque la atraviesa. No apostar por esa dimensi¨®n de la escritura ser¨ªa desperdiciar su potencial¡±.
Hace 10 a?os en la lista de ¡®Granta¡¯ fueron 17 escritores por 5 escritoras. Esta vez el equilibrio de g¨¦nero es de 14 por 11
La nueva lista de Granta tambi¨¦n se?ala que son muchas las autoras como Ojeda las que lideran estos cambios en la literatura en espa?ol. La introducci¨®n de la edici¨®n espa?ola se?ala: ¡°Son en buena medida las mujeres las que est¨¢n llevando las preocupaciones formales por nuevos derroteros¡±. ¡°Hemos recibido m¨¢s nominaciones de mujeres que de hombres en pa¨ªses como Espa?a y Argentina, e igual n¨²mero en Chile¡±. Hace 10 a?os en la lista de Granta fueron 17 escritores por 5 escritoras, con Espa?a y Argentina acaparando posiciones. Esta vez el equilibrio de g¨¦nero es de 14 por 11, con Espa?a (seis autores) y M¨¦xico (cuatro) como los pa¨ªses con m¨¢s autores y Cuba (tres) creciendo en representaci¨®n.
Aniela Rodr¨ªguez cree que muchas est¨¢n intentando experimentar con el lenguaje, como lo hace Fernanda Melchor, o con los g¨¦neros, como lo hacen Samanta Schweblin o Mar¨ªa Fernanda Ampuero. Rodr¨ªguez (Chihuahua, 1992) es una de las autoras m¨¢s j¨®venes en la lista y cuyo cuento sobre un pescador cargando un ni?o muerto es una versi¨®n nueva de la oralidad en Juan Rulfo (¡°Caminaste y caminaste, Carmelo, repiti¨¦ndote las mismas pinches palabras que no ten¨ªan sentido¡±, dice la historia). ¡°Se quedaron atr¨¢s los tiempos en los que las escritoras ¨¦ramos asociadas a un solo g¨¦nero, o a temas como lo familiar, lo dom¨¦stico o la intimidad¡±, dice Rodr¨ªguez.
Aunque Roberto Bola?o sigue siendo uno de los referentes claves de muchos de estos escritores y escritoras, una de las autoras m¨¢s citadas por los seleccionados de Granta es la poeta estadounidense Sylvia Plath. ¡°Pese a no ser una figura de referencia para m¨ª, me llama la atenci¨®n y me parece muy emocionante que la figura que aparezca como referencia sea una mujer, una poeta en una lista de narradores, que venga del ingl¨¦s¡±, cuenta a El PA?S Andrea Chapela, otra de las narradoras en la lista. ¡°Dice mucho de cosas como poner los afectos m¨¢s en el centro de la obra, del cuidado del lenguaje y de una escritura m¨¢s encarnada¡±, a?ade.
Pero la presencia de Plath tambi¨¦n puede ser reflejo de las preocupaciones actuales por visibilizar la violencia de g¨¦nero en la ficci¨®n en espa?ol. Aura Garc¨ªa-Junco se sorprendi¨® al saber lo de Sylvia Plath, ¡°pero tiene todo el sentido del mundo porque ella estuvo muy a la sombra de su pareja, cosa que hemos revalorizado, y adem¨¢s tiene esta situaci¨®n de violencia a lo largo de toda su obra¡±. Garc¨ªa-Junco es una de las tres mexicanas en la lista, su novela Mar de piedra, de la que Granta publica un extracto en esta edici¨®n especial, habla precisamente de los feminicidios en M¨¦xico, en un mundo entre fant¨¢stico y dist¨®pico, y en el que las mujeres desaparecidas pueden terminar convertidas en estatuas en la avenida Madero de Ciudad de M¨¦xico. ¡°Quer¨ªa reflejar c¨®mo las personas desaparecidas en M¨¦xico se vuelven parte del paisaje, a pesar de estar ausentes¡±, dice la autora. ¡°Dejan secuelas que trascienden su propia existencia, en el tejido social, son un recordatorio del que nadie est¨¢ a salvo.¡±
Para los 25 autores en esta lista, ser escogidos entre los mejores es una puerta de entrada al mundo editorial anglosaj¨®n de Estados Unidos y el Reino Unido. Fundada hace 132 a?os, la revista Granta alcanz¨® el estatus definitivo de mito cuando comenz¨® a lanzar sus listas de escritores en la segunda mitad del siglo XX (en 1983 la revista apost¨® a que ese futuro llevar¨ªa los nombres de un grupo de treinta?eros llamados Ian McEwan, Martin Amis, Julian Barnes o Kazuo Ishiguro). Cada cuento y extracto en esta nueva edici¨®n fue traducido por algunos de los int¨¦rpretes m¨¢s reconocidos de la lengua ¨DEsther Allen, Sarah Booker, Sophie Hughes, Daniel Hahn, entre otros¨D. Adem¨¢s de Valerie Miles, entre el jurado estuvieron el cofundador de Granta en espa?ol, Aurelio Major; la directora de la Fundaci¨®n Booker, Gaby Wood, y los escritores Horacio Castellanos Moya, Rodrigo Fres¨¢n y Chloe Aridjis.
Esta es la lista completa de los 25 escritores escogidos por Granta en su edici¨®n n¨²mero 23:
- Irene Reyes-Noguerol, Espa?a, 1997
- Andrea Abreu, Espa?a, 1995
- Munir Hachemi, Espa?a, 1989
- David Aliaga, Espa?a,1989
- Cristina Morales, Espa?a, 1985
- Alejandro Morell¨®n, Espa?a, 1985
- Aniela Rodr¨ªguez, M¨¦xico, 1992
- Andrea Chapela, M¨¦xico, 1990
- Aura Garc¨ªa-Junco, M¨¦xico, 1989
- Mateo Garc¨ªa Elizondo, M¨¦xico, 1987
- Camila Fabbri, Argentina, 1989
- Michel Nieva, Argentina, 1988
- Mart¨ªn Felipe Castagnet, Argentina, 1986
- Carlos Manuel ?lvarez, Cuba, 1989
- Dainerys Machado Vento, Cuba, 1986
- Eudris Planche Sav¨®n, Cuba, 1985
- Paulina Flores, Chile, 1988
- Diego Z¨²?iga, Chile, 1987
- Estanislao Medina Huesca, Guinea Ecuatorial, 1990
- M¨®nica Ojeda, Ecuador, 1988
- Carlos Fonseca, Costa Rica, 1987
- Jos¨¦ Adiak Montoya, Nicaragua, 1987
- Miluska Benavides, Per¨², 1986
- Jos¨¦ Ardila, Colombia, 1985
- Gonzalo Baz, Uruguay, 1985
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.