Universo de precisi¨®n po¨¦tica
Pronto har¨¢ dos a?os que muri¨® el editor, galerista, dise?ador y poeta Juli¨¢n Rodr¨ªguez, pero su legado permanece en sus obras
Al entrar en la muestra del MEIAC en Badajoz, Actos de fe/Acciones concretas. Juli¨¢n Rodr¨ªguez, Tip¨®grafo, llamaba la atenci¨®n c¨®mo los libros no estaban colocados en vitrinas, sino expuestos en las paredes. La propuesta ten¨ªa mucho de inexplorado y de radical: los libros suelen entenderse como un artefacto para ser le¨ªdo y no mostrado. Pese a todo, este despliegue de colecciones casi audaz ¨Dtan visual¨D, planteaba una estrategia veros¨ªmil para acercarse al fascinante y multiplicado mundo de Juli¨¢n Rodr¨ªguez. De hecho, su vida fue muchas vidas, diferentes y semejantes; escritas en Bodoni o Stempel Garamond, que es tanto como decir cuidadas en la forma, porque las cosas que solo deben ser hechas con amor: deben hacer visible ese amor que las ha construido.
Es el sentimiento que rezuman las acciones culturales de este poeta de las mil vidas. Digo poeta m¨¢s all¨¢ de la ret¨®rica; de la publicaci¨®n de poemarios como Nevada; de la m¨ªstica de ser el fundador de Perif¨¦rica, una editorial ¨²nica del panorama en espa?ol. Basta con echar un vistazo al nombre de la propia editorial o su colecci¨®n roja ¨DLargo recorrido¨D o a los nombres de sus galer¨ªas de arte ¨DGaler¨ªa Nacional de Praga o Casa sin fin¨D. Basta con recordar el t¨ªtulo de su ¨²ltimo libro Santos que yo te pinte (Errata Naturae), o los nombres de sus revistas Sub Rosa o La ronda de noche, para darse cuenta de algo que pone en evidencia la citada muestra: para Juli¨¢n las palabras y las im¨¢genes forman parte de un universo de precisi¨®n po¨¦tica.
Galerista y editor, inventor de revistas, dise?ador y escritor; hasta tuvo un alter ego, igual que Marcel Duchamp. En su caso fue el pintor figurativo Rodrigo Amores ¨Dinspirado en su abuelo M¨®nico Rodr¨ªguez Amores¨D, deudor de Hopper, que tuvo poco que ver con los artistas expuestos en sus galer¨ªas. Juli¨¢n, generoso, era todo menos dogm¨¢tico, conceb¨ªa el mundo como libros en las paredes y dibujos en las vitrinas.
Pronto har¨¢ dos a?os que se ha ido y nos ha dejado hu¨¦rfanos, aunque ¡ªse dice¡ª el legado de las personas permanece y Actos de fe es la evidencia. Se puede visitar hasta el 24 de abril en la sala El Brocense de C¨¢ceres, elegante, impresa en Bodoni, igual que el librito para el que, primorosamente, el comisario de la exposici¨®n, Juan Luis L¨®pez Espada ¡ªc¨®mplice de Juli¨¢n en tantas haza?as¡ª y Luis Sa¨¦z Delgado han inventado un diccionario de t¨¦rminos frecuentes en la trayectoria de Juli¨¢n ¡ªa modo de Bouvard y P¨¦cuchet¨D. Repaso en mis baldas los libros rojos, el cat¨¢logo de la colecci¨®n de dibujos que comisari¨¦ en la Fundaci¨®n Helga de Alvear hace casi 10 a?os, dise?ado por Juli¨¢n. Trato de buscar una buena definici¨®n para su legado. No se me ocurre nada que merezca la pena compartir. Pero claro, no soy poeta como ¨¦l.
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