Muere a los 106 a?os Norman Lloyd, actor del Hollywood de la edad dorada

Norman Lloyd, el actor de m¨¢s edad ¡ªsi las enciclopedias de cine no fallan¡ª superviviente del Hollywood cl¨¢sico, falleci¨® este martes en su casa en Brentwood (Los ?ngeles), en su cama mientras dorm¨ªa, a los 106 a?os. Amigo de Alfred Hitchcock, int¨¦rprete reputado de teatro, Lloyd trabaj¨® durante sus m¨¢s de 80 a?os de carrera en las pantallas con cineastas de muy diversas generaciones: desde Charles Chaplin y Jean Renoir, a Martin Scorsese o Judd Apatow, quien le dirigi¨® en su ¨²ltima aparici¨®n: Y de repente t¨² (2015). Fue capaz de compaginar y saltar sin remilgos de la interpretaci¨®n a la producci¨®n y direcci¨®n, y del cine y el teatro a la televisi¨®n: en EE UU le recuerdan por su doctor Daniel Auschlander en la serie Hospital (St. Elsewhere). En la gran pantalla, sus mejores trabajos se vieron en Sabotaje (1942), Recuerda (1945), Candilejas (1952), El club de los poetas muertos (1989) o La edad de la inocencia (1995). Su longevidad y su buen hacer le convirtieron en un rostro popular. En 2014, al llegar el actor al siglo de vida, el Ayuntamiento de Los ?ngeles nombr¨® el 8 de noviembre, su cumplea?os, como el D¨ªa de Norman Lloyd.

Nacido en 1914 en Jersey City como Norman Perlmutter, empez¨® a actuar en el circuito neoyorquino de variedades con nueve a?os. Su padre fue contable y gerente de una tienda de muebles, pero su madre hab¨ªa recibido de joven clases de canto ¡ªten¨ªa buena voz¡ª y de baile, y proyect¨® su pasi¨®n por los escenarios en su hijo mayor (la hermana peque?a de Lloyd, Janice, a¨²n vive con 98 a?os). Empez¨® a los 16 a?os a estudiar Derecho en la Universidad de Nueva York, que abandon¨® r¨¢pidamente: en un mundo arrasado por la Gran Depresi¨®n, Lloyd no le ve¨ªa sentido a ser otro abogado m¨¢s, y con 17 a?os entr¨® en el Civic Repertory Theatre de Nueva York. Pas¨® de una compa?¨ªa a otra, de Nueva York a Boston, donde le dirigi¨® otro joven artista en ascenso, Joseph Losey, y de ah¨ª a The Theatre of Action, de Elia Kazan, donde conoci¨® a la actriz Peggy Craven, con la que se cas¨® (fueron matrimonio durante 75 a?os, hasta la muerte de ella en 2011). As¨ª acab¨® en la Gran Manzana, en el Group Theatre, de Lee Strasberg, y en ese mundillo de Broadway conoci¨® a Orson Welles: en 1937 Lloyd se convirti¨® en miembro fundador del Mercury Music Theatre, la agrupaci¨®n teatral del director de Ciudadano Kane y de John Houseman.

Lleg¨® a Hollywood de la mano de Welles. Lloyd viaj¨® con otros compa?eros del Mercury Music Theatre para participar en la adaptaci¨®n que Welles iba a realizar para el cine de El coraz¨®n de las tinieblas, de Joseph Conrad. En la preproducci¨®n los gastos se dispararon, la productora RKO abandon¨® el proyecto y Welles pidi¨® a quien pudiera que se quedara. Lloyd regres¨® a Nueva York, donde ya hab¨ªa debutado en el filme The Streets of New York, de Anthony Mann, y de ese retorno se arrepentir¨ªa toda su vida: los actores de Mercury Music Theatre que se quedaron en Hollywood formaron el reparto de Ciudadano Kane.

Hollywood le llam¨® para encarnar al esp¨ªa nazi de Sabotaje (1942), de Alfred Hitchcock, de quien se convirti¨® en amigo. Esos a?os, hasta 1952, fueron intensos en la filmograf¨ªa de Lloyd: enlaz¨® dos decenas de largometrajes como El sure?o (1945), de Jean Renoir, que entonces viv¨ªa en el exilio en EE UU; Recuerda (1945), de Hitchcock; Un paseo bajo el sol (1945), de Lewis Milestone; El reinado del terror (1949), de Anthony Mann; El halc¨®n y la flecha (1950), de Jacques Tourneur; M (1951), de Joseph Losey, o Candilejas (1952), de Chaplin. Chaplin era gran aficionado al tenis y lo practic¨® durante mucho tiempo junto a Lloyd, que jug¨® dos veces a la semana hasta los 100 a?os. Un a?o antes, a los 99, hab¨ªa dejado de conducir.

Lloyd fue v¨ªctima de la caza de brujas y de las listas negras de Hollywood, y del ostracismo le salv¨® su amigo Hitchcock, cuando le convirti¨® en director y productor de m¨¢s de 250 episodios de las diferentes entregas televisivas de Alfred Hitchcock presenta y de La hora de Alfred Hitchcock, y en los a?os sesenta y setenta fue uno de los productores y directores m¨¢s reclamados de la peque?a pantalla, para series o telefilmes.

De 1982 a 1988 interpret¨® a un m¨¦dico en la serie Hospital (St. Elsewhere), donde empezaron los entonces desconocidos Denzel Washington, Ed Begley jr. y David Morse; y en 1989 retorn¨® al cine (lo hab¨ªa dejado en 1980 tras El disparatado agente 86) con un papel jugoso: el del director del colegio que no conf¨ªa en el m¨¦todo pedag¨®gico del personaje de Robin Williams en El club de los poetas muertos. Lloyd comenz¨® entonces una segunda carrera como actor en series como Se ha escrito un crimen, M¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites de la realidad, Star Trek: la nueva generaci¨®n o Modern Family, y en cine en La edad de la inocencia (1993), Las aventuras de Rocky y Bullwinkle (2000), En sus zapatos (2005) o Y de repente t¨² (2015).

Su poderosa voz es la que narra numerosos episodios de las series de Hitchcock. De ella, en una cr¨®nica sobre un encuentro con p¨²blico para hablar de su carrera durante el festival de Cannes de 2012, Los Angeles Times public¨®: ¡°Si la historia del cine moderno tiene una voz, es la de Norman Lloyd¡± (lo que se acentuaba con su proverbial memoria, que registr¨® numeros¨ªsimas an¨¦cdotas a lo largo de su vida). Gracias a ese tono aristocr¨¢tico, surgido de su propio timbre y de las clases de dicci¨®n de su adolescencia, Lloyd tambi¨¦n desarroll¨® una estupenda carrera teatral.