La denuncia del machismo y la discriminaci¨®n de g¨¦nero como obra de arte
La joven cubana Alejandra Glez, invitada a PHotoEspa?a, desnuda en su obra la lacra del patriarcado
Hace tres o cuatro a?os la joven cubana Alejandra Glez (La Habana, 1996) se fue a trabajar un tiempo a Lima. Ten¨ªa 20 a?os y su carrera como fot¨®grafa apenas despegaba, pero los meses que pas¨® en la residencia art¨ªstica Fugaz del Callao dejaron en ella una profunda huella. En Lima conoci¨® todo tipo de gente marginal, pero le impacto especialmente la historia de una mujer que viv¨ªa en la calle, estaba enganchada a las drogas y se prostitu¨ªa para sobrevivir. Poco a poco fueron conoci¨¦ndose. Le cont¨® que ten¨ªa hijos y que hab¨ªa salido de un hogar de la clase alta peruana. ¡°Cuando su marido llegaba borracho la golpeaba brutalmente, y en medio de una paliza un d¨ªa ella cogi¨® un cuchillo y lo mat¨®. Fue a la c¨¢rcel, perdi¨® a sus hijos y nunca m¨¢s sali¨® de ese agujero negro¡±. Alejandra paso tiempo a su lado en las calles, se gan¨® su confianza y finalmente la convirti¨® en modelo de una de sus obras. En ?Asesina? (2018), ella aparece desnuda, con un pu?al sobre el pecho y todo el horror vivido reflejado en el rostro. ¡°La sociedad la conden¨®, para todos ella era simplemente una criminal y una drogadicta. Pero ?era una asesina, o una persona que lucho por su vida? Si no mata, la hubieran matado. Con mi trabajo trato de crear conciencia, que se conozca la historia aut¨¦ntica que hay detr¨¢s.¡±
En 2017, en Madrid Alejandra conoci¨® a Carmen, una mujer con s¨ªndrome de Di¨®genes que viv¨ªa con sus gatos y reciclaba los objetos que recolectaba en la calle y tambi¨¦n hac¨ªa l¨¢mparas. ¡°Ella le iba dando luz a la basura, algo muy interesante, me encant¨® y quise trabajar con ella¡±. Para Alejandra, el cuerpo desnudo de la mujer es reivindicativo y fundamental en su obra, que considera feminista. Cuando le propuso a Carmen posar para uno de sus retratos, dijo que no. Le cont¨® que ten¨ªa p¨¢nico a la desnudez por una mala experiencia en la escuela. ¡°Ella era t¨ªmida y nunca quer¨ªa cambiarse delante de sus compa?eras, hasta que un d¨ªa en el polideportivo una profesora la desnud¨® delante del resto de las ni?as. Con aquel trauma se qued¨®, hasta el extremo de que no se desvest¨ªa ni para tener sexo¡±. Fue un trabajo de meses, pero finalmente Carmen se abri¨® e hicieron varias sesiones de fotos. ¡°La realizaci¨®n de la obra fue casi un proceso de rehabilitaci¨®n psicol¨®gica¡±.
Carmen y ?Asesina? son solo dos fotograf¨ªas, pero para llegar a hacerlas y atrapar la historia profunda de sus protagonistas Alejandra pas¨® meses interactuando con sus modelos, que casi siempre son v¨ªctimas. ¡°Intento todo el tiempo conectar con otras mujeres de otras sociedades para que me cuenten sus verdades y sientan que a trav¨¦s de m¨ª pueden liberar cosas¡±, asegura, confirmando que su obra es una especie de exorcismo personal y de autoterapia.
Machismo. Patriarcado. Abuso sexual. Discriminaci¨®n de g¨¦nero. Son lacras que le revuelven las tripas y que, de un modo u otro, su obra denuncia. Alejandra sufri¨® en carne propia la separaci¨®n de sus padres. Su padre era ¡°el gran padre¡±, hasta que les abandon¨® y no quiso saber nada m¨¢s de la familia. ¡°Fue una figura paternal ausente, pero tambi¨¦n presente de una forma negativa: condicion¨® en m¨ª una imagen del hombre como traicionero, como la persona a la que amas y que de momento te puede hacer da?o¡±. Cuando era adolescente fue violada, pero ella no supo hasta tiempo despu¨¦s que aquello fue una violaci¨®n. ¡°Era un chico con el que yo hab¨ªa tenido relaciones antes, pero ese d¨ªa le dije que no. Como nos hab¨ªamos besado, ¨¦l interpret¨® que s¨ª. Llor¨¦, grit¨¦ y acab¨¦ sangrando, hasta que me dej¨®, y cuando sali¨® del cuarto le dijo a sus amigos que yo era una estrecha y una lesbiana¡±. Cuenta Alejandra que hasta tiempo despu¨¦s no fue consciente de lo que le hab¨ªa pasado. ¡°Cuando empec¨¦ a estudiar e indagar en el tema, me di cuenta de que me hab¨ªan violado. Estuve m¨¢s de un a?o sin poder tener relaciones con un hombre, con miedo a mi propio cuerpo¡±.
Las mujeres con las que interact¨²a en su obra en cierto modo son un reflejo de s¨ª misma. ¡°Trabajo con sentimientos propios, todo el proceso creativo parte de mis vivencias como mujer y como yo me siento reflejada en la sociedad. Cuba es un pa¨ªs que institucionalmente no es machista. Las mujeres tienen los mismos derechos y est¨¢n protegidas por ley, pero a nivel cultural hay mucho machismo, somos agredidas constantemente cuando caminamos por la calle¡±. Explica que ella nunca usa sujetador, no le gusta, y eso en Cuba es mal visto, casi una ¡°provocaci¨®n¡±. ¡°T¨² caminas por la calle y los hombres te gritan donde te van a echar el semen, te tocan el pelo, te dicen lo linda o lo fea que t¨² est¨¢s. Hay una serie de elementos culturales que siguen perturbando a la figura femenina. Entonces con el desnudo en la fotograf¨ªa lo que trato es de normalizar el cuerpo de la mujer, no de provocar esc¨¢ndalo¡±.
A partir de la experiencia de la violaci¨®n Alejandra comenz¨® a sufrir violentos ataques de ansiedad y de p¨¢nico, que reflej¨® en la serie La vida es inmortal cuando se acaba (2020), que es adem¨¢s un homenaje a la artista tambi¨¦n cubana Ana Mendieta (La Habana, 1948, Nueva York, 1985), una de sus grandes influencias. Pese a que tiene solo 24 a?os, su obra es poderosa y ha llamado la atenci¨®n de cr¨ªticos y galeristas. La Galer¨ªa Aurora Vigil-Escalera, su representante en Espa?a, present¨® su trabajo al Premio de Fotograf¨ªa Joven Fundaci¨®n Enaire en la Feria JUSTMAD. Gan¨® su cuarta edici¨®n, y fue invitada a participar en la inauguraci¨®n de PHotoEspa?a el pr¨®ximo 2 de junio en el Bot¨¢nico. All¨ª presentar¨¢ la serie Liliths, tres obras feministas que beben de la tradici¨®n hebraica de la primera mujer que habit¨® el para¨ªso, antes que Eva. As¨ª lo recrea ella, con acento cubano: ¡°Supuestamente Lilith y Ad¨¢n hab¨ªan sido creados del mismo polvo, pero Ad¨¢n no le permit¨ªa que tuviera sus mismas condiciones de vida. Ella no pod¨ªa decidir, no pod¨ªa escoger, no pod¨ªa ponerse encima de ¨¦l en el sexo, y Lilith le pregunta ?Por qu¨¦, si hemos sido creados del mismo polvo? Lilith ten¨ªa que ser sumisa al hombre, y como no acepta estas condiciones y abandona el para¨ªso, Dios la castiga y la convierte en la mujer fatal, en la madre de los diablos, en la serpiente, todo por ser una mujer que lo ¨²nico que quiere es que se escuche su voz dentro de un patriarcado¡±.
Dice Alejandra que con esta obra intenta ¡°representar a las Liliths contempor¨¢neas a su vida¡±, que han tenido que hacer un gran esfuerzo para ser respetadas. El 4 de junio, su galer¨ªa presentar¨¢ una retrospectiva de su obra que incluye fotograf¨ªas, instalaciones, performance y videoarte, comisariada por Sem¨ªramis Gonz¨¢lez, que incluye Mar de fondo (2018), una pieza monumental que ha marcado su carrera, inspirada en la cantidad de mujeres que muere cada a?o por violencia dom¨¦stica, feminicidios o la trata de personas.
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