¡®El tel¨¦fono del viento¡¯: en busca del duelo de Fukushima

Despu¨¦s de dos d¨¦cadas fuera de Jap¨®n, el director afincado en Francia Nobuhiro Suwa regresa a su pa¨ªs enfrent¨¢ndose a la ¨²ltima gran tragedia nacional. Suwa rod¨® durante tres semanas El telefoneo del viento, una pel¨ªcula itinerante protagonizada por una adolescente que vive con su t¨ªa despu¨¦s de haber perdido a su familia en la cat¨¢strofe de Fukushima. Como el propio director, la joven Haru se embarca en un viaje de regreso a casa donde buscar¨¢ respuestas al trauma de perder a su madre, su padre y su hermano peque?o en aquel desastre. En la piel de la modelo y actriz Serena Motola ¡ªmuy famosa en su pa¨ªs y con una atractiva mezcla de sangre japonesa e italoamericana¡ª, el personaje expresa en un momento del filme el sentido de su viaje y, por extensi¨®n, de la pel¨ªcula: ¡°Todo el mundo pasea como si no hubiera ocurrido nada¡±.

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La infancia partida

El tel¨¦fono del viento, que hace referencia a un lugar real donde los vivos van a hablar con los muertos, proclama el derecho al duelo de una joven que se embarca en una road movie por un territorio donde se cruzan diferentes realidades, la de unos refugiados kurdos que a?oran su pa¨ªs, la de una joven embarazada, la de las v¨ªctimas de otro desastre hist¨®rico, Hiroshima, o, como ella, del propio Fukushima.

El director de El le¨®n duerme esta noche mezcla actores profesionales con aficionados en un filme cuya confluencia de tonos resulta deslavazada y no siempre funciona. La protagonista, cargada de culpa, ejerce de m¨¦dium entre las diferentes voces que convoca el filme y que incluye una panor¨¢mica por la regi¨®n devastada por el accidente nuclear. Entre los fantasmas de la cat¨¢strofe y la necesidad de reconstrucci¨®n, Nobuhiro Suwa parece preguntarse por la b¨²squeda de una nueva identidad entre las ruinas. Algo que su bienintencionada pel¨ªcula solo logra a medias.