¡®Las apariencias¡¯: las malas artes de la ¨¦lite cultural
Interesante pel¨ªcula sobre el obcecado mantenimiento de la fachada de una burgues¨ªa mentirosa y mezquina, soberbia y clasista
Ocurre algo curioso con determinadas pel¨ªculas ni buenas ni malas sino todo lo contrario, de las que apenas queda en la memoria poco m¨¢s que el reparto, si est¨¢ copado por rostros conocidos, y una nebulosa sobre la trama y el tema principal: a?os despu¨¦s se pueden recordar feos detalles sobre las malas artes del director para confeccionar sus personajes a golpe de capricho; particularidades injustificadas que, por separado, quiz¨¢ puedan definir a una persona pero que juntas en una historia no alcanzan para la calificaci¨®n compleja del ser humano, y s¨ª para revelar a un guionista que prefiere el brochazo grueso y la calle de en medio para ayudarse a s¨ª mismo en sus giros narrativos.
Ocurre en Las apariencias con dos de sus personajes secundarios: los respectivos amantes de un altivo matrimonio de franceses en Viena formado por un famoso director de orquesta y la directora de una mediateca. El primero, rollo puntual de una sola noche de la esposa, al que se presenta educado y guapo, encantador y con una novela en sus manos leyendo en un bar, para luego girar hacia el loco peligroso, previo paso por un llamativo roto en su calcet¨ªn a la hora del sexo. Y la segunda, amante del marido desde hace tiempo, atractiva profesora del peque?o hijo de la pareja, a la que se va afeando f¨ªsica y mentalmente cuando conviene, en un relato con posibilidades cr¨ªticas pero de desarrollo cojitranco.
Nada de esto era necesario en Las apariencias, por lo dem¨¢s interesante pel¨ªcula sobre el obcecado mantenimiento de la fachada de una burgues¨ªa mentirosa y mezquina, soberbia y clasista. Una chovinista ¨¦lite cultural de profunda endogamia, habitante de otro territorio del primer mundo como Austria, pero que apenas se mezcla con otros, a los que miran desde su atalaya con su acerado embuste moral, despreciando a personas, clases sociales y hasta pa¨ªses en su totalidad.
El feroz retrato de esos moradores de la superioridad, en realidad tan cotillas y troleros como en cualquier parte, visualizado por Marc Fitoussi y escrito por Sylvie Dauvillier, est¨¢ muy bien interpretado por Karin Viard y Benjamin Biolay, y resulta sugestivo por momentos, virando hacia el thriller malvado en la l¨ªnea de Claude Chabrol. Si no fuera, eso s¨ª, por los atajos narrativos de la pareja de creadores. Artima?as muy semejantes a las ejercitadas en Luces de Par¨ªs (2014), el hasta ahora ¨²nico trabajo del director franc¨¦s estrenado en Espa?a, tambi¨¦n guionizado por Dauvillier. All¨ª, otro personaje imposible, un joven al que se presentaba con un libro de Italo Calvino en su bolsillo trasero para luego hundirlo al ponerlo a hacerse un porro con una de sus p¨¢ginas, hab¨ªa permanecido en la cabeza de este cr¨ªtico. Ahora son ya dos los j¨®venes de pel¨ªculas de Fitoussi con libros en las manos que lo que revelan es la inconsistencia creativa y falta de veracidad de su autor.
LAS APARIENCIAS
Direcci¨®n: Marc Fitoussi.
Int¨¦rpretes: Karin Viard, Benjamin Biolay, Lucas Englander, Laetitia Dosch.
G¨¦nero: drama. Francia, 2020.
Duraci¨®n: 108 minutos.
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