¡®?Al abordaje!¡¯: cuento de verano al estilo ¡®Rohmer¡¯

Qu¨¦ buenas son las pel¨ªculas que no van de nada y que lo tienen todo. Sin grandilocuencias, sin ¨ªnfulas vanas de puesta en escena, sin grandes frases sobre el ¨¦xtasis y el pesar, ni grandes teor¨ªas acerca de la existencia. Pero con sencillez m¨¢xima, que no simpleza, con personajes de carne y hueso que disfrutan y sufren, tiemblan y se atreven, se ilusionan y se desesperan. J¨®venes perdidos que se encuentran entre ellos. ?Al abordaje!, quinta pel¨ªcula del franc¨¦s Guillaume Brac, y primera estrenada en cines espa?oles, parte del cine de ?ric Rohmer, de sus cuentos de verano, de obras may¨²sculas como Pauline en la playa y El amigo de mi amiga, aunque quiz¨¢ con una diferencia: su apariencia es a¨²n m¨¢s leve, que no sus convicciones, y el tono es m¨¢s simp¨¢tico y juvenil, de una fastuosa ligereza, valga el ox¨ªmoron.

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Emmanuel Mouret, un Rohmer para el siglo XXI

Un viaje en BlaBlaCar abocado al fracaso culmina en el mayor de los triunfos. Tres j¨®venes, dos negros y un blanco, en busca del rollo de una sola noche de uno de ellos, a la que pretenden dar una sorpresa. Unos d¨ªas en una ciudad peque?a junto al r¨ªo. Helados, bicis, terrazas, encuentros, desencuentros y jardines (f¨ªsicos y metaf¨®ricos). C¨¢mara invisible, que nunca se posa sobre ellos sino que los retrata a una cierta distancia, marcando el encuadre de los grupos y los cuerpos con firmeza, pero sin agobios. Actuaciones magn¨ªficas partiendo de la nada, del ser y del estar, sobre todo la de Salif Ciss¨¦ con el m¨¢s bonito de los personajes, y sus memorables intercambios con el beb¨¦. Ni m¨¢s ni menos. Y, de ese modo, alcanzar la trascendencia de la intrascendencia de unos d¨ªas de verano, donde la relevancia de las relaciones interraciales adquiere la importancia que siempre deber¨ªa tener: ninguna.

Estrenada en el Festival de Berl¨ªn de 2020, donde obtuvo una menci¨®n honor¨ªfica de la Fipresci, la federaci¨®n de cr¨ªticos internacionales, ?Al abordaje! no para de elevarse desde su aparentemente elemental comienzo, y se ve con una sonrisa luminosa, como el que observa en directo a una pandilla de amigos muy distintos bregar con los primeros golpes del amor, hasta llegar a la cumbre del karaoke al son de Aline, la m¨ªtica canci¨®n de Christophe. Como dice su letra: ¡°Hab¨ªa dibujado sobre la arena / su dulce rostro / que me sonre¨ªa / Despu¨¦s llovi¨® sobre la playa / y en medio de la tormenta ella desapareci¨® / Y yo grit¨¦, grit¨¦, ?Aline!, para que volviera¡±.