Crisis en el Hay Festival por la dimisi¨®n de su fundador
Una denuncia por acoso laboral lleva a la renuncia de Peter Florence como director del prestigioso encuentro literario, galardonado el a?o pasado con el Premio Princesa de Asturias
El esc¨¢ndalo que desde hace meses persigue al Hay Festival atenaza el futuro de una de las citas literarias m¨¢s prestigiosas del mundo, galardonada el a?o pasado con el Premio Princesa de Asturias de Comunicaci¨®n y Humanidades junto con la FIL de Guadalajara. La pol¨¦mica suspensi¨®n de su director y cofundador, Peter Florence, el pasado octubre por una denuncia de acoso laboral ha acabado con la dimisi¨®n del creador, junto a sus padres, de un encuentro calificado por Bill Clinton como el ¡°Woodstock de la mente¡±, que naci¨® en 1988 en la localidad brit¨¢nica de Hay-on-Wye (regi¨®n de Gales) y que se ha ido ampliando con ramificaciones en varios pa¨ªses, entre ellos Espa?a. La marcha de Florence, precipitada por el respaldo un¨¢nime de la junta directiva del evento a un informe que daba por buena la acusaci¨®n, agudiza la crisis de un festival que, tras 32 a?os como foco de atenci¨®n del universo literario, top¨® en 2020 con su annus horribilis.
El riesgo ahora es que este a?o sea peor que el anterior, pues la salida de Florence podr¨ªa provocar una reacci¨®n en cadena que amenace la supervivencia de un acontecimiento que se encontraba ya en el disparadero por el trato a sus trabajadores y su coqueteo con reg¨ªmenes con un cuestionable historial democr¨¢tico. No obstante, fuentes de la junta directiva han asegurado a este diario que la continuidad del festival no est¨¢ en peligro, pues ¡°su estructura est¨¢ m¨¢s fuerte que nunca y en los pr¨®ximos meses se celebrar¨¢n nuevas ediciones en varios pa¨ªses¡±.
La junta concluy¨® su diagn¨®stico sobre la acusaci¨®n el jueves y este fin de semana el impulsor del festival comunic¨® su renuncia fulminante. Seg¨²n una nota interna a la que tuvo acceso The Observer, la versi¨®n dominical del diario brit¨¢nico The Guardian, Florence consider¨® su continuidad ¡°insostenible¡± debido a la ¡°conducta de la junta y su insistencia en convocar una vista disciplinaria¡± en su ausencia. El ya exdirector llevaba fuera de juego desde octubre, cuando la denuncia de un miembro de la plantilla provoc¨® no solo que fuese apartado del d¨ªa a d¨ªa, sino tambi¨¦n una crisis nerviosa que lo mantiene de baja por enfermedad desde entonces.
Su decisi¨®n, de car¨¢cter inmediato, ha provocado el estupor del comit¨¦ ejecutivo, pero el desconcierto no ha afectado a su dictamen sobre la denuncia, amparada un¨¢nimemente tras un ¡°proceso amplio y pormenorizado, que analiz¨® pruebas sustanciales¡± contra Florence. De hecho, la junta est¨¢ buscando ya reemplazo, puesto que el liderazgo de la directora financiera, Tania Hudson, durante los meses de suspensi¨®n del director era solo de car¨¢cter temporal.
La batalla, sin embargo, no ha concluido para Florence, quien est¨¢ recabando asesoramiento legal y, de declarar la guerra, podr¨ªa asestar la estocada definitiva al proyecto que puso en marcha con su familia en 1988. La pandemia ha impedido la celebraci¨®n presencial de las dos ¨²ltimas ediciones en la pintoresca ciudad galesa donde naci¨®, donde cada primavera desde 1988 se han congregado durante diez d¨ªas algunas de las plumas m¨¢s renombradas del mundo. La organizaci¨®n no claudic¨® ante el coronavirus y dio forma el a?o pasado a un encuentro virtual con m¨¢s de 80 eventos para los que reuni¨® un panel de invitados de excepci¨®n, pero el propio Florence reconoci¨® que el esp¨ªritu del festival se asienta en ¡°lo contrario a la distancia social¡±, pues m¨¢s all¨¢ de la lucrativa oferta que supone para el sector editorial, Hay es, ante todo, un espacio de intercambio de ideas, en el que los autores tienen ocasi¨®n de interactuar con sus lectores, un foco de debate y la oportunidad de descubrir nuevas promesas de las letras.
No obstante, transformando el rev¨¦s en virtud, los promotores activaron una campa?a de recaudaci¨®n de fondos que logr¨® m¨¢s de 110.000 euros y hasta Florence admiti¨® que hubiera sido dif¨ªcil, si no imposible, congregar en persona los nombres que se dieron cita a trav¨¦s de la pantalla. El ¨¦xito ha hecho que esta primavera, todav¨ªa con las restricciones por la pandemia vigentes, se volviera a organizar en el mismo formato.
Pero Hay tambi¨¦n corre el riesgo de morir de ¨¦xito. En los ¨²ltimos a?os hab¨ªa logrado una significativa expansi¨®n que gener¨® franquicias en Espa?a, Colombia o M¨¦xico, bajo la batuta de la directora de la divisi¨®n internacional, Cristina Fuentes La Roche, pero tambi¨¦n lleg¨® a mercados m¨¢s controvertidos. La incursi¨®n en los Emiratos ?rabes Unidos en febrero de 2020 provoc¨® una protesta concertada en la que participaron, entre otros, PEN Am¨¦rica, parte de la asociaci¨®n internacional de escritores, o el actor y autor brit¨¢nico Stephen Fry, quienes cuestionaron el historial del pa¨ªs ¨¢rabe en materia de libertad de expresi¨®n y el trato a los presos pol¨ªticos.
Pero lo peor de aquel estreno fue que, apenas d¨ªas antes de la suspensi¨®n de Florence, la comisaria en Abu Dabi, Caitlin McNamara, denunci¨® un caso de abuso sexual por parte del ministro de Tolerancia del Gobierno del emirato, Nahyan bin Mubarak Al Nahyan, miembro de una de las familias m¨¢s influyentes de la regi¨®n. Aunque el incidente sali¨® a la luz en octubre, McNamara lo hab¨ªa denunciado ya cuando tuvo lugar, lo que no impidi¨® que el evento siguiese adelante, con la propia asistencia de Al Nahyan como representante de un ejecutivo que hab¨ªa contribuido con una notable aportaci¨®n financiera.
Babelia
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