¡®El m¨¦dico de Budapest¡¯: la experiencia del anciano Szab¨®
Es una de esas pel¨ªculas habituales en las filmograf¨ªas de cineastas ancianos: despreocupada de ciertos detalles formales e incluso tosca, realizada con urgencia, y, a cambio, rabiosamente libre
En un mundo como el contempor¨¢neo, de convicciones m¨¢s basadas en el empecinamiento del ideal te¨®rico que en la raz¨®n pr¨¢ctica de ese ideal, en la soberbia y la superioridad moral que en una verdadera intelectualidad, en el apoyo a un f¨¦rreo arquetipo pol¨ªtico, casi como el que es hincha desde ni?o de un equipo de f¨²tbol, el cine de Istv¨¢n Szab¨® se hace m¨¢s necesario que nunca. El gran tema del h¨²ngaro, el que pulula por toda su carrera en pel¨ªculas tan formidables como Coronel Redl, Mephisto, Hanussen (El adivino), Taking Sides y Sunshine, y en otras algo menores como Relatives y The Door, ha sido el de la contradictoria actitud del ser humano ante los conflictos hist¨®ricos y pol¨ªticos, ante guerras y dictaduras, ante los envites pr¨¢cticos de la existencia, junto a sus consecuencias personales. Sesenta a?os de carrera del ya octogenario director, y ah¨ª sigue, esta vez con El m¨¦dico de Budapest. Una obra que, aunque solo sea de soslayo y en la parte final de su relato, recupera una vez m¨¢s sus esencias cinematogr¨¢ficas y ¨¦ticas, en torno esta vez a la corrupci¨®n municipal en tiempo de paz y a los errores del pasado.
Es El m¨¦dico de Budapest una de esas pel¨ªculas habituales en las filmograf¨ªas de algunos cineastas ancianos: despreocupada de ciertos detalles formales, realizada con la urgencia del que ya no cree tener mucho tiempo para entretenerse en finuras (o frusler¨ªas), un tanto deshilvanada e incluso tosca en alg¨²n pasaje; y, a cambio, rabiosamente libre y profundamente sabia, con el conocimiento del que lo ha visto y vivido todo en torno a la pol¨ªtica y a la religi¨®n, a la bondad y a la maldad, y no precisamente te¨®rica sino puramente pr¨¢ctica. El retiro como m¨¦dico de familia en su pueblo natal de un prestigioso cardi¨®logo tras su jubilaci¨®n forzosa, sus encuentros con su m¨¢s bien arp¨ªa madre, con un antiguo amor de juventud, con un nuevo desaf¨ªo sentimental oto?al, y la lucha desigual con el corrupto alcalde ocupan un relato quiz¨¢ un tanto abrupto pero casi siempre interesante. Y, de fondo, recuperando una vez m¨¢s otra de las esencias de su obra, la ¨®pera y el canto, como en otro de sus grandes t¨ªtulos: Cita con Venus.
Las contradicciones personales de Szab¨®, que en 2006 hizo p¨²blico el escalofriante hecho de que fue confidente de la polic¨ªa secreta comunista durante sus a?os universitarios tras ser incluido en una lista negra que le hubiera llevado a prisi¨®n o a la muerte junto a uno de sus amigos, no son dif¨ªciles de imaginar. Pero he ah¨ª la consistencia dram¨¢tica posterior de su obra. Sus reflexiones sobre la huida interior, sobre la dicotom¨ªa entre el convencimiento te¨®rico y la encrucijada pr¨¢ctica, han quedado impresas en sus pel¨ªculas. El legado, o quiz¨¢ la expiaci¨®n, de un artista complejo.
EL M?DICO DE BUDAPEST
Direcci¨®n: Istv¨¢n Szab¨®.
Int¨¦rpretes: Klaus Maria Brandauer, K¨¢roly Eperjes, Dorottya Udvaros, ?gi Szirtes.
G¨¦nero: drama. Hungr¨ªa, 2020.
Duraci¨®n: 118 minutos.
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