¡®Nora¡¯: una joven mujer sale de la crisis

Una pel¨ªcula sobre el reencuentro con la confianza y con lo mejor de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. Parece el tema ideal en los complicados tiempos que corren, y m¨¢s en una primera semana de septiembre donde cualquier empuje emocional es bienvenido. Nora, segundo largometraje de la vizca¨ªna Lara Izagirre, llega para cumplir expectativas desde la modestia, la dignidad y la nobleza. Las de una joven mujer en crisis, (falsamente) convencida de que todos hacen mejor que ella cualquier cosa: en lo laboral, lo personal, lo moral y hasta lo f¨ªsico.

Tras la muerte de su abuelo, la Nora del t¨ªtulo (?ecos de Casa de mu?ecas, de Ibsen?), interpretada por la estupenda Ane Pikaza, inicia un trayecto con sus cenizas que le va a llevar a cumplir con el legado y sobre todo a encontrar su propio Norte, el de la geograf¨ªa rural por la que transita y el puramente vital. Con encuentros sucesivos que la van a ir marcando por dentro, como marca del subg¨¦nero de las pel¨ªculas de carretera, el relato de Izagirre, que debut¨® hace seis a?os con la tambi¨¦n estimable, sensible y cercana Un oto?o sin Berl¨ªn, quiz¨¢ vaya de m¨¢s a menos, pero siempre mantiene un tono entre el drama y la comedia ¡ªla vida misma¡ª de f¨¢cil identificaci¨®n. ?Qui¨¦n no ha tenido en alguna ¨¦poca esa pesarosa sensaci¨®n de hacerlo todo fatal?

Como en su obra de debut, Izagirre ha compuesto su pel¨ªcula en el anta?o cl¨¢sico formato 4:3, encerrando a su criatura en un cierto desasosiego, y vuelve a demostrar una mano excelente para el acompa?amiento formal, pues contiene una excelente fotograf¨ªa de Gaizka Bourgeaud, de preciosos colores, texturas y luz, una direcci¨®n art¨ªstica dominada por lo a?ejo (el dos caballos, el reloj Casio, las casetes¡­), y un precioso trabajo conjunto entre la directora y su actriz, ya que Pikaza es ilustradora al igual que su personaje. As¨ª, entre risas y llantos, la mujer alica¨ªda recupera el coraje, la vitalidad y la querencia por s¨ª misma.