Ian Gibson: ¡°Sigo llorando por Lorca y por mi hermano¡±
La pasi¨®n por Federico Garc¨ªa Lorca hizo de un casi adolescente irland¨¦s un historiador con alma espa?ola. Y ahora es espa?ol, as¨ª que se siente libre para opinar sobre el pa¨ªs del poeta
La pasi¨®n por Federico Garc¨ªa Lorca hizo a un casi adolescente Ian Gibson (Dubl¨ªn, 82 a?os) un irland¨¦s con alma espa?ola. Y ahora es espa?ol, as¨ª que se siente libre para opinar sobre este pa¨ªs del poeta. En 1978, con su libro El asesinato de Lorca bajo el brazo, vino a Madrid sin saber d¨®nde guardar las mantas que tra¨ªa como equipaje b¨¢sico. Desde hace a?os vive en Lavapi¨¦s, que para ¨¦l es la m¨¢s bella de las capitales del mundo.
Pregunta. Ahora escribe de su infancia¡
Respuesta. Es un libro peque?o; se llama provisionalmente Nunca en domingo. Mi familia era metodista, muy puritana, y el domingo no pod¨ªamos hacer nada. ?No pod¨ªamos ni usar la canoa preciosa que ten¨ªamos! El domingo no pod¨ªamos pasarlo bien ni comprar nada. Crec¨ª con esto, con las prohibiciones.
P. Y contra eso ha sido su vida.
R. Contra eso. Espa?a me ayud¨® a ser algo m¨¢s libre, pero vine con esas voces interiores: ¡°Eso no lo puedes hacer¡±. El tema sexual era tab¨² en Irlanda. Me liber¨® la escuela, un internado de cu¨¢queros, los m¨¢s liberales de las islas brit¨¢nicas. Ese es el arranque del libro, que escribo en espa?ol.
P. ?Por qu¨¦ ha tardado tanto tiempo en contar ese tiempo de prohibiciones?
R. No me atrev¨ª a contar todo en una novela, Viento del sur, pero ocult¨¦ todo el trasfondo irland¨¦s. Invent¨¦ los nombres. Pero esta vez lo digo todo.
P. ?Qu¨¦ verdad le ha dolido m¨¢s?
R. La relaci¨®n con mi madre, tan dif¨ªcil. Fui el segundo. Mi hermano Allan me llevaba cinco a?os. ?l era el hijo preferido, y yo me sent¨ª rechazado por mi madre. Ese es el meollo. Fue un matrimonio muy infeliz. Ella despreciaba a mi padre, lo dec¨ªa: ¡°No lo aguanto. Quiero que se muera¡±. Quer¨ªa decir esto en letra de molde, para aliviar esta amargura¡
¡°Crec¨ª con las prohibiciones de una familia metodista muy puritana
P. ?Ha llorado escribi¨¦ndolo?
R. Mucho, s¨ª. Soy bastante llor¨®n. Un poco cobarde tambi¨¦n. Mi tendencia a irme corriendo en vez de afrontar un peligro, contra la que he luchado desde ni?o.
P. ?Por qu¨¦ ha llorado m¨¢s?
R. Por la muerte de mi hermano. No solo result¨® ser gay, sino con una tendencia sadomasoquista muy fuerte, y se volvi¨® loco. Termin¨® sus d¨ªas en una cl¨ªnica. Fue terrible para la familia tener este problema en casa. Me ayud¨® a entender a Lorca. Tener un gay en la Irlanda de los cincuenta era terrible para una familia puritana. Para mi padre, tener un hijo gay fue terrible; eso y la ri?a con mi madre acabaron con su coraz¨®n y su vida.
P. Nunca ha dicho nada de esa vinculaci¨®n de Lorca con su hermano en su experiencia personal.
R. No, pero le dediqu¨¦ a Allan Lorca y el mundo gay. Le puse: ¡°No pudo con sus dramones¡±. Dram¨®n era la palabra que usaba Federico para referirse a sus malos ratos, a sus amores contrariados, de los que la gente no sab¨ªa. Allan me contaba sus penas, aquellos dramones.
P. ?Le habl¨® de Lorca a su hermano?
R. ?l no sab¨ªa nada de Espa?a, y yo llevaba mucho tiempo fuera cuando ocurri¨® todo esto. Cuando empec¨¦ a estudiar a Lorca no se hablaba de su sexualidad, sobre todo aqu¨ª. La familia no dejaba acceso a los documentos. Ni Francisco ni Isabel Garc¨ªa Lorca, sus hermanos, permit¨ªan tocar el tema.
P. ?Y Lorca s¨ª hablaba de su homosexualidad?
R. Seg¨²n con qui¨¦n. Al final de su vida se fue liberando, pero, como cada vez era m¨¢s famoso, hu¨ªa m¨¢s de la pregunta. Para eso ten¨ªa mucha mano izquierda. Y la derecha pol¨ªtica, por cierto, todav¨ªa hoy hace mofa por ese asunto.
En Espa?a la asignatura pendiente es la memoria hist¨®rica¡±
P. ?Lorca fue para usted una chispa humana o literaria?
R. Todo junto. Cuando entr¨¦ en la obra empec¨¦ a pensar: ¡°Aqu¨ª hay mucho que no sabes. De la muerte, de las circunstancias¡±. Era un pozo sin fondo. Tiene la muerte, tiene Nueva York, tiene el surrealismo... A¨²n hoy hay mucho por hacer, por ejemplo, cuando una diputada de Vox dice que el poeta les dar¨ªa su voto. Aqu¨ª la asignatura pendiente es la memoria hist¨®rica. Esa ignorancia lleva a decir a pol¨ªticos de derechas que est¨¢n hasta el mo?o de la fosa del abuelo, refiri¨¦ndose al dictador.
P. ?Qu¨¦ sentimiento le produjo aquella alusi¨®n a Lorca?
R. Demuestra incultura y maldad con respecto al poeta m¨¢s conocido, m¨¢s amado y m¨¢s llorado. ?Decir que Lorca fue apol¨ªtico! ?En su tiempo era imposible ser apol¨ªtico! ?El poeta que escribi¨® el Romance de la Guardia Civil, el firmante de manifiestos antifascistas!
P. ?Por Lorca ha llorado?
R. S¨ª, claro; me sigue conmoviendo. Anoche le¨ª 1910 (Intermedio), uno de sus poemas en Nueva York, en el que habla de la vega de Granada, su para¨ªso perdido, y me hizo llorar por la fuerza de las im¨¢genes. Y este libro de infancia, al tratar de mi hermano, tambi¨¦n me hace llorar. Me siento como un ni?o, llorando. La sensaci¨®n de que nunca he alcanzado la madurez. Eso llevo dentro, y eso me llev¨® a Lorca, pero tambi¨¦n a Dal¨ª, y a Machado¡ Y ahora a mi infancia.
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