Muere George Wein, impulsor de los festivales al aire libre
Fundador del m¨ªtico Newport, se convirti¨® en uno de los principales promotores del jazz en el mundo
George Wein, m¨²sico y organizador de conciertos, falleci¨® el lunes 13 de septiembre en su domicilio de Nueva York, a los 95 a?os. Wein fund¨® el Newport Jazz Festival en 1954, que luego replic¨® en diferentes latitudes. En compa?¨ªa de Pete Seeger mont¨® el Newport Folk Festival, culturalmente tambi¨¦n muy relevante, pero m¨¢s intermitente.
Pertenec¨ªa a una generaci¨®n marcada por su participaci¨®n en la Segunda Guerra Mundial. Nacido en 1925, en una pr¨®spera familia jud¨ªa de Massachusetts, Wein demostr¨® su independencia a la hora de aprovechar las ventajas reservadas a los soldados licenciados: mientras estudiaba, actuaba como pianista de jazz; en 1950 abri¨® un club en Boston, Storyville, con un sello discogr¨¢fico del mismo nombre. Tal vez se hubiera quedado en un digno promotor local de no coincidir con una pareja de millonarios mel¨®manos que se aburr¨ªan durante sus veraneos en la poblaci¨®n costera de Newport, en Rhode Island. Wein, que conoc¨ªa los eventos de m¨²sica cl¨¢sica celebrados entre las colinas de Tanglewood, les propuso organizar un festival de jazz al aire libre. Gran audacia: t¨¦ngase en cuenta que en Newport todav¨ªa reg¨ªa la segregaci¨®n racial en hoteles y restaurantes.
Aunque Wein luego romper¨ªa con sus mecenas, la idea despeg¨®. Newport estaba relativamente cerca (300 kil¨®metros) de Nueva York y el promotor tuvo la habilidad de contratar a primeras figuras que apreciaban la oportunidad de tocar en un escenario grande bajo las estrellas, sin las limitaciones de los locales nocturnos habituales. Por all¨ª pasaron Billie Holiday, Dizzy Gillespie, Duke Ellington, Miles Davis, Thelonious Monk, Ella Fitzgerald y as¨ª. El contraste entre los m¨²sicos y el p¨²blico de Newport qued¨® levemente reflejado en Alta sociedad, una pel¨ªcula de la ¨¦poca, con Frank Sinatra, Grace Kelly, Bing Crosby y Louis Armstrong.
En la realidad, Wein evitaba el free jazz y modulaba la oferta para no asustar a los espectadores. Se gan¨® la enemistad del irascible Charles Mingus, que intent¨® contraprogramar con un festival m¨¢s radical y libre de publicidad corporativa. Wein, sin embargo, contaba con la simpat¨ªa de la plana mayor del jazz, que sab¨ªa que estaba casado con una afroamericana muy culta, Joyce Alexander. Tambi¨¦n ten¨ªa el coraz¨®n a la izquierda: se ali¨® con alguien que figuraba en muchas listas negras, Pete Seeger, para desarrollar el Newport Folk Festival, rebosante de mensajes claramente antirracistas.
En general, Wein demostraba tolerancia al rellenar sus carteles, como qued¨® inmortalizado en el documental Jazz on a summer¡¯s day: en 1958 cont¨® con Chuck Berry, un nombre nada obvio entonces para aficionados al jazz. Tambi¨¦n se arriesg¨® a llevar a Bob Dylan con banda el¨¦ctrica al Folk Festival de 1965, en este caso sin resultado feliz: ese d¨ªa el respetable decidi¨® abuchear al hereje. Seg¨²n avanzaban los sesenta, con el mercado del jazz en crisis, Wein se fue abriendo al rock y al soul; Newport se llen¨® de un p¨²blico masivo y levantisco. Tras unos alborotos en 1971, el festival dej¨® de celebrarse.
En ese momento, Newport podr¨ªa haber quedado para la historia simplemente como el antecesor de Monterrey, Woodstock o la Isla de Wight. Pero Wein no se rindi¨®. Traslad¨® el concepto a la ciudad de Nueva York, con conciertos en recintos cerrados, y a Saratoga Springs, igualmente en el Estado de Nueva York. Tambi¨¦n acept¨® cambiar el nombre por el de patrocinadores como los cigarrillos Kool o la empresa de electr¨®nica JVC. Su know how ayud¨® a consolidar otras iniciativas, como el Jazz and Heritage Festival, en Nueva Orleans, o el Playboy Jazz Festival, en Los ?ngeles. Fue requerido igualmente desde Francia, Alemania, Jap¨®n y otros pa¨ªses.
En 1981, el Newport Jazz Festival volvi¨® a su localidad de origen: las autoridades ya no le hac¨ªan ascos al turismo musical y Wein quer¨ªa consolidar la legitimidad de su marca registrada. Para entonces se impon¨ªa su modelo de festival de jazz, con programas ecl¨¦cticos que admit¨ªan a cantautores, rock adulto y world music. Defendi¨® sus decisiones en una espl¨¦ndida autobiograf¨ªa, Myself Among Others.
Paralelamente a su actividad como promotor, Wein sigui¨® grabando y actuando, tocando y cantando con desparpajo. Edit¨® discos en sellos de prestigio, como Atlantic o Impulse!, a veces con el respaldo de una din¨¢mica agrupaci¨®n denominada Newport All-Stars. All¨ª no hac¨ªa concesiones: se mov¨ªa entre el swing y el dixieland.
Babelia
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