Cantet bucea en la turbiedad de las redes sociales
Autor de un cine social, inteligente y antipanfletario, el director franc¨¦s logra ser desasosegante y complejo narrando la terrible historia ¡®Arthur Rambo¡¯
Mientras espero en la sala que arranquen las proyecciones, observo que casi todos mis vecinos est¨¢n ensimismados mirando sus tel¨¦fonos. Ocurre lo mismo en las calles (con el peligro de que te atropellen), en los bares, en los restaurantes, incluso en algunas casas a las que he sido invitado. No hace falta que la gente se comunique hablando. No lo necesitan ni los listos ni los tontos, ni los cultos ni los iletrados, ni los ricos ni los pobres. Todo el universo se concentra en una peque?a pantalla. Es lo ¨²nico que se necesita para vivir o sobrevivir. Me causa estupefacci¨®n y miedo.
Debido a mi vocacional aunque tambi¨¦n suicida desconocimiento de la tecnolog¨ªa, no capto algunas claves de lo que habla el director Laurent Cantet en Arthur Rambo. Se centra en las redes sociales, en el encumbramiento de alguien que reina escandalosamente en ellas y en la posterior ruina y tragedia que estas van a provocarle. Cientos de miles de fan¨¢ticos se regocijan a trav¨¦s de los sarcasmos y la salvaje incorrecci¨®n pol¨ªtica que este predica en Twitter, que seg¨²n me cuentan encarna el supremo imperio de internet, junto a Facebook e Instagram. Descubren la identidad del iconoclasta despu¨¦s de llevar seis a?os lanzando mensajes incendiarios y punkis, contra jud¨ªos, homosexuales, musulmanes y todo tipo de instituciones progresistas. El problema radica en la doble personalidad, o en la inconsciente bipolaridad del autor. Este, perteneciente a una familia ¨¢rabe que vive en el extrarradio de Par¨ªs, acaba de publicar una novela con inmenso ¨¦xito y todo tipo de bendiciones por parte de la izquierda medi¨¢tica en la que narra la complicada supervivencia de los inmigrantes, sus dificultades para integrarse en la sociedad francesa. Cuando se descubre que desde su seud¨®nimo derrama permanentemente odio en las redes, el rechazo que sufre por parte de todos los estamentos, amigos y fans, que se han sentido estafados por ¨¦l, alcanza dimensiones feroces. Se convertir¨¢ en un apestado, en un marginal sin posibilidad de redenci¨®n. Conoci¨® la gloria, acompa?ada del prestigio o el esc¨¢ndalo, pero ya todo ser¨¢ marginaci¨®n, rechazo, infierno.
Laurent Cantet, autor de un cine social, inteligente y antipanfletario (ah¨ª est¨¢n Recursos humanos y La clase), logra ser desasosegante y complejo narrando esta terrible historia. Intenta comprender la dualidad del protagonista, explicar que su dos naturalezas no son impostadas, que el poeta y el dinamitero responden a lo que piensa y siente, que conviven en su personalidad el observador sensible e inteligente de realidades duras y el provocador que conoce inmejorablemente el cenagoso universo de internet para lograr fama, ac¨®litos y dinero difundiendo mierda.
Tambi¨¦n hemos visto la pel¨ªcula danesa As in Heaven y la argentina Camila saldr¨¢ esta noche, ambas dirigidas por mujeres. Tea Lindeburg cuenta una trama oscura, agobiante, con ecos del cine de Dreyer. As in Heaven habla del odioso puritanismo del protestantismo n¨®rdico. Se desarrolla en el siglo XIX y describe la progresiva asfixia de una adolescente, hija de unos padres iluminados y m¨ªsticos. Su progresivo tormento y la imposibilidad de que se convierta en una persona libre y feliz est¨¢ aceptablemente narrado. Camila saldr¨¢ esta noche, dirigida por In¨¦s Barrionuevo, esta igualmente protagonizada por adolescentes, en un colegio de Buenos Aires. Muestra relaciones turbias y abusos. No encuentro nada en ella que me apasione.
Babelia
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